Este año comenzó con una agenda cargada de grandes eventos espaciales. Primero, se desarrolló una conjunción planetaria entre la Luna, Júpiter y Venus. Luego, Júpiter se escondió detrás de la Luna, manifestación espacial conocida como ocultación. Se vio desde Chañaral al sur del país. Finalmente, febrero cerró con otro suceso galáctico. Una conjunción entre la Luna y Marte.
Y marzo no se quiere quedar atrás en materia galáctica. A partir de esta semana, cuatro impresionantes eventos espaciales ocurrirán en el país: hoy en la noche será el turno de la Luna llena, conocida como Luna del hambre o del gusano, una llamativa superluna grande y brillante.
También se presentará un cumulo estelar conocido como Pozo de los Deseos. Juan Carlos Beamin, astrónomo de la Fundación Chilena de Astronomía, explica que superluna quiere decir, “que la Luna llena se encuentra en el 10% más cercano de la órbita con respecto a la Tierra. Este año tendremos cuatro superlunas”.
“La Luna de gusano es el nombre de la Luna llena, por lo tanto, solo es durante una noche (la de la Luna llena)”, añade.
Se suman otros dos fenómenos, los que se extenderán en marzo, el Joyero o Kappa Crucis y Eta Carinae, una estrella extremadamente brillante que genera una nebulosa del Pozo de los Deseos. El primero, es un cúmulo estelar abierto que toma su nombre de la diversidad de colores que presentan sus estrellas, que se ven como si fueran “joyas”. Se encuentra en la constelación de Crux o la Cruz del Sur.
Mientras que la segunda, es una estrella binaria del tipo variable luminosa azul hipermasiva, situada en la constelación de la Quilla, a alrededor de 7.500 años luz del sistema solar, miembro del cúmulo estelar abierto Trumpler 16.
El Pozo de los Deseos es posible mirarlo principalmente hacia el sur, “lo mismo es válido para el Joyero y Eta Carinae”, explica Beamin.
“El Joyero es muy lindo de observar con un telescopio, incluso uno pequeño o un buen binocular. Estarán todas bastante juntas, al anochecer ya son visibles y lo estarán durante casi toda la noche, porque son objetos que se ven principalmente hacia el sur”, señala Beamin.
Todos estos fenómenos se pueden observar desde esta misma noche en el cielo nocturno, “y en particular la importancia de Eta Carinae es que nos permite estudiar en gran detalle las fases finales de la evolución estelar y con el paso del tiempo (cientos de miles de años), ver el fin de esta estrella como una supernova”, establece el astrónomo.