El miércoles 26 de marzo es el Día Mundial del Clima, instancia que invita a la concientización los efectos del cambio climático, especialmente con aquellas acciones provocadas por los seres humanos. Bajo este contexto, una reciente investigación sobre el impacto de este fenómeno en Rapa Nui evidencia una transformación significativa en su clima para los próximos años. Se advierte que la isla enfrentará un aumento en la frecuencia de eventos de sequía y un cambio en los patrones de precipitación.
El análisis contó con la participación de Javiera Aliaga y Dayna Sheldon, del equipo de Minería y Agua de la consultora WSP, junto a Ignacio Toro, especialista en Recursos Hídricos y Cambio Climático de la consultora, y la profesora Ximena Vargas, académica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.
Estudio advierte sequías extremas y cambios en las precipitaciones en Rapa Nui
Según el estudio, basado en modelos climáticos globales, Rapa Nui experimentará un incremento en la frecuencia de sequías extremas, especialmente en escenarios de altas emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima que, hacia finales del siglo, estos eventos serán entre un 24 y 46% más frecuentes que en el periodo histórico.
Todo esto impactará críticamente en los recursos hídricos, afectando la agricultura, el abastecimiento de agua potable y la biodiversidad local. Implementar medidas de adaptación para mitigar estos impactos y asegurar la sostenibilidad del ecosistema y las comunidades locales será uno de los desafíos a mediano plazo, afirma Toro.
El estudio proyecta un aumento de hasta 2°C en la temperatura media anual de la isla hacia 2100, acompañado de una reducción de hasta un 30% en las precipitaciones anuales. En las próximas décadas, el clima de Rapa Nui evolucionará de tropical húmedo a tropical monzónico, y posteriormente hacia un clima tropical de sabana, similar al norte de Australia o gran parte de la India.
Además, se prevé un incremento en la intensidad de precipitaciones extremas, lo que podría generar crecidas repentinas y afectar infraestructura, patrimonio y zonas costeras vulnerables.
Estudio advierte sequías extremas y cambios en las precipitaciones en Rapa Nui
Los investigadores enfatizan la necesidad de incorporar estas proyecciones en la planificación territorial y la gestión de recursos hídricos de la isla. Javiera Aliaga destaca que, debido a la falta de cursos de agua permanentes y la dependencia del acuífero, las sequías más intensas
y prolongadas representan un riesgo significativo para la isla. Esto podría afectar la agricultura, la disponibilidad de agua subterránea y la biodiversidad.
Entre las medidas mencionadas por Dayna Sheldon, se incluyen el aumento de la captación y almacenamiento de agua lluvia, un monitoreo más amplio de variables meteorológicas y del nivel de los acuíferos, la evaluación de alternativas como la desalación de agua de mar y una mayor divulgación de información científica a la comunidad.
“La consideración de múltiples escenarios y el uso de metodologías probabilísticas en este estudio permiten reducir la incertidumbre y aportar herramientas para la gestión hídrica y la adaptación de proyectos de ingeniería en la isla”, concluye Ximena Vargas.