Este 1 de abril, el sitio médico medRxiv publicó el detalle de las investigaciones realizadas por la Universidad Católica en relación a los estudios Fase 3 de la vacuna CoronaVac de Sinovac, actualmente distribuida en el país.
Los datos -dados a conocer por Qué Pasa a mediados de marzo- corresponden al análisis de un grupo de voluntarios vacunados en el esquema 0-14 (segunda dosis después de 14 días), con 434 participantes reclutados entre el 27 de noviembre de 2020 y el 9 de enero pasado. De ellos, 397 tenían entre 18 y 59 años, y otros 37 tenían 60 años o más.
De éstos, 270 se inmunizaron con CoronaVac y los 164 participantes restantes se inocularon con el placebo correspondiente. La reacción adversa primaria fue dolor en el lugar de la inyección, con una mayor incidencia en el brazo de la vacuna (55,6%) que en el brazo de placebo (40,0%). Además, la incidencia de dolor en el lugar de la inyección en el grupo de 18 a 59 años fue del 58,4% en comparación con el 32,0% en el grupo de 60 años o más.
La Dra. Susan Bueno, académica de la UC, investigadora del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y directora científica del ensayo, señala que “se observó un muy buen perfil de seguridad tanto en adultos y adultos mayores de 60 años, con anticuerpos detectables significativamente entre los 14 y 28 días después de la segunda dosis. Por el contrario, después de la primera dosis, notamos que el porcentaje de personas que desarrolló anticuerpos es bajo, es por esto que la segunda dosis es muy necesaria para lograr una inmunidad suficiente”.
“También observamos que la vacuna induce principalmente anticuerpos ‘anti-Spike’ (proteína que interactúa con la célula para infectarla) y, en menor proporción, anticuerpos contra la nucleoproteína. Esto podría ser distintivo de la inmunidad inducida por la infección”, agrega.
La Dra. Bueno indica que además se evaluó la respuesta inmune celular que induce CoronaVac, es decir, la generación de linfocitos T que reconocen a proteínas del virus. “Una característica particular de nuestro estudio es que detectamos linfocitos T específicos contra proteínas diferentes de Spike. En trabajos anteriores no se había detectado respuesta contra otras proteínas de este virus y en nuestro estudio logramos identificar que efectivamente la vacunación con CoronaVac promueve la generación de estas células que secretan la citoquina interferón gamma, importante para la respuesta anti-viral”.
“Actualmente seguimos analizando la respuesta inmune basada en anticuerpos y células de voluntarios vacunados en el esquema 0-14, pero también aquellos vacunados en el esquema 0-28. Este último esquema es el que se está utilizando en nuestro país, por lo que nuestros esfuerzos ahora están focalizados en obtener esta información respecto a la respuesta inmune inducida por la vacuna”, sostiene.