Un estudio realizado por académicos chilenos, pertenecientes a la Universidad Andrés Bello, la Universidad de Concepción y la Universidad Diego Portales, analizó nuevas perspectivas sobre el envejecimiento saludable en ciudadanos chilenos mayores de 60 años.
La investigación, publicada en la revista científica internacional GeroScience, centrada en temas de envejecimiento, busca contribuir, según sus autores, a la identificación de los mayores riesgos asociados a mortalidad prematura en este rango etario, a través de la validación de un nuevo indicador en el país, llamado Índice de Envejecimiento Saludable (IES).
Estudio determina los 5 principales factores que predicen el riesgo de morir en el país
Con el aumento global de la población de edad avanzada, se ha prestado gran atención a la prevención o reducción de las complicaciones asociadas al envejecimiento, sostiene la investigación.
Ante esto, añade, se han creado varios índices para evaluar la salud general de las personas mayores, que miden las comorbilidades, el estado de salud y la funcionalidad, y la fragilidad.
Estas medidas han demostrado ser herramientas valiosas para predecir una amplia gama de resultados adversos como la hospitalización, la discapacidad, el deterioro cognitivo y la mortalidad.
Este Índice de Envejecimiento Saludable (IES) es una de estas herramientas, la que incluye cinco indicadores esenciales para predecir el riesgo de mortalidad de los chilenos: función pulmonar, presión arterial sistólica, glucosa en ayunas, estado cognitivo y tasa de filtración glomerular.
Para evaluar con mayor precisión el riesgo de mortalidad en este segmento de la población utilizando este índice, la investigación, que también incluyo a expertos del Grupo ELHOC (formado por investigadores de diferentes universidades) y el Instituto Milenio para la Investigación del Cuidado (Micare), utilizó datos de la Encuesta Nacional de Salud de Chile y el Registro Civil e Identificación de Chile, participando un total de 847 personas, es decir, el 81,3% de la muestra considerando personas de 60 años o más.
Según explica el coautor del estudio y académico de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, Felipe Díaz-Toro, el indice arroja un numero, que clasifica las condiciones de una persona según este indice de envejecimiento. El indice tiene tres categorías, que van de 0 a 10: de 0-3 se considera “saludable”; de 4-6, “intermedio” y de 7 a 10 “menos saludable”. “Los que están en categoría de menos saludable se mueren más si los comparas con aquellos que tienen 0 a 3″, agrega.
“Lo que demostramos es que aquellos que son menos saludable, se mueren más comparados con aquellos que están en el índice saludables”, indica.
“Este índice no ha sido validado ni utilizado previamente en Chile y Latinoamérica, nuestro propósito fue adaptarlo a nuestra población y determinar si predice efectivamente la mortalidad en este grupo demográfico”, dice Díaz-Toro.
Los hallazgos señalan que efectivamente el Índice de Envejecimiento Saludable (IES) proporciona una estimación más precisa del riesgo de mortalidad en comparación con otros como el Índice de Fragilidad, utilizado en nuestro país.
Estos son los 5 indicadores esenciales para predecir el riesgo de mortalidad
Esta observación es relevante, “ya que nos permite identificar a los sujetos en riesgo basándonos en los cinco parámetros mencionados. Estos datos son fácilmente accesibles a través de las fichas clínicas, lo que simplifica su aplicación. La identificación de individuos en alto riesgo permite dirigir las intervenciones de manera más específica, lo que puede ayudar a prevenir eventos adversos”, revela el investigador.
“Nuestro propósito fue adaptar el IES a nuestra población y determinar si predice la mortalidad. Esta investigación surge de la necesidad de contar con herramientas de fácil aplicación para clasificar a los adultos mayores y, en base a esto, implementar esfuerzos para prevenir muertes prematuras y eventos adversos, dado el envejecimiento de la población en nuestro país”, agrega Díaz-Toro.
Además, se caracterizó la distribución utilizando una muestra representativa a nivel nacional de individuos mayores, asegurando una adecuada representación de diferentes regiones del país y características sociodemográficas.
Esta medición, revela el estudio, se podría definir como una valoración integral geriátrica (VIG) cuantificada. Asimismo, establece que este descubrimiento resalta la relevancia de adoptar medidas de salud completas tanto en estudios científicos como en la práctica médica, mejorando así la identificación y el soporte a adultos mayores en riesgo de mortalidad prematura.