Extender el estado de excepción ¿Trae consecuencias a nuestra salud mental?

estado de excepción

A pesar de las prohibiciones relacionadas a esta situación, especialistas opinan que los posibles problemas de salud de las personas están más relacionados a otros factores provocados por la pandemia.


Los especialistas en salud mental no son tajantes en asegurar que una posible extensión del estado de excepción, que está gestionando el Gobierno y que debe ser aprobada por el Senado, traiga consigo mayores problemas en la salud mental de los chilenos.

Para el Dr. Daniel Jiménez, jefe del subdepartamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina UCM la Universidad Católica del Maule, los posibles problemas de salud de las personas están más relacionados a otros factores provocados por la pandemia.

“Las cifras que estamos teniendo hacen pensar que no puede cambiarse la situación constitucional. Con esto, las personas que se habían generado expectativas o programado para que esto finalizara, probablemente se van a ver más frustrados, con rabia y no le darán mucha credibilidad a este tema y pensarán que estas medidas son más de control de la población, lo que, en el contexto social, puede tener cierto asidero, pero no hay que dejar de ver que estamos en una situación de pandemia mundial y las medidas sanitarias buscan controlar la transmisión del virus”, comenzó el médico.

Sobre cómo se ha deteriorado la salud mental producto de la pandemia, el Dr. Jiménez explicó que “hay varios ejes: hay un primer foco que tiene que ver con la amenaza que significa esta enfermedad, ya que, si bien la gran mayoría de las personas contagiadas no tiene mayores complicaciones, por su velocidad de contagio muchos llegan a hacer un cuadro grave y eso es lo que se ve actualmente, con los servicios de atención a pacientes críticos saturados, generando ansiedad. También afecta en la salud mental de las personas la pérdida de familiares, por el duelo y no poder verlas por las medidas que se implementan, generando otros factores estresantes. A esto se suma la pérdida de libertad, de desplazamiento y cómo se ha visto afectada la economía, aspectos que también han golpeado a la población, generando angustia e incertidumbre y en la medida que se ve que esto se extiende, produce desaliento”.

“Ya estamos adaptados”

Por otro lado, Nancy Espinoza, académica de la escuela de Psicología de la UCM, no cree que exista una relación directa entre la extensión del estado de excepción y el deterioro en la salud mental.

“Este estado nos acompaña hace rato, ya nos hemos adaptado a estar cuidándonos, a que sea parte de nuestro lenguaje, por lo tanto, seguir en esta situación no implicaría mayor dificultad. Si bien hay un impacto, no es lo mismo que cuando recién comenzó todo esto”, detalla la psicóloga.

“Hablar de salud mental hoy es un lenguaje común, sabemos que mucha gente ha transitado a la ansiedad, depresión, sintomatologías del sueño. Ha aumentado el alcoholismo, el consumo de drogas”, explicó la académica UCM.

La especialista indicó que, si bien las sintomatologías antes descritas son “normales” por la incertidumbre, es fundamental estar alertas si es que han perdurado en el tiempo. “Si han transitado a ser algo más estable, con altos niveles de ansiedad y trastornos constante en el tiempo, nosotros entendemos que existe deterioro en la salud mental”, dijo.

Por ello, la recomendación es estar monitoreando estas sintomatologías y en caso de tener impacto en la cotidianeidad de las personas, afectándola en su trabajo, descanso o ya no se está alimentando de forma saludable, es necesario acudir a un especialista.

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