El oxígeno mata células cancerígenas

En diferentes oportunidades, usuarios en redes sociales han compartido las siguientes afirmaciones: frotar peróxido de hidrógeno en la piel puede tratar el cáncer y que el oxígeno puede matar las células cancerosas. Añaden que aumentar el oxígeno en el cuerpo destruiría los tumores. Sin embargo, esto no cuenta con evidencia, ni respaldo científico.

Si bien la aplicación de peróxido de hidrógeno en la piel podría elevar levemente los niveles locales de oxígeno, no penetrará lo suficiente en el cuerpo para llegar a la mayoría de los tumores, y no hay pruebas de que haga una diferencia.

“Ni el peróxido de hidrógeno, ni el oxígeno se han sometido al riguroso escrutinio y las pruebas necesarias para demostrar que estas terapias pueden tratar el cáncer o matar las células cancerosas”, señaló Tyler Johnson, profesor asistente clínico de oncología en Stanford Medicine a la agencia Reuters. Sin tal evidencia, “no tenemos confianza en que estas terapias sean útiles”, agregó.

Específicamente, frotar peróxido de hidrógeno en la piel, que generalmente se usa para tratar cortes menores, no matará las células cancerosas, dijo Johnson. Si bien la aplicación de peróxido de hidrógeno puede llegar al torrente sanguíneo, explicó, no llegará a un tumor lo suficientemente lejos como para tener algún efecto útil; de hecho, “se sabe que grandes cantidades de peróxido de hidrógeno ingerido son tóxicas y causan quemaduras internas”, explicó.

La Sociedad Estadounidense del Cáncer publicó una revisión de “métodos cuestionables de control del cáncer” conocidos como agentes “hiperoxigenantes” y recomendó no usarlos como alternativas a los tratamientos estándar contra el cáncer.

“Los agentes ‘hiperoxigenantes’ más promocionados son el peróxido de hidrógeno, el sesquióxido de germanio y el ozono”, explica la revisión. “Aunque estos compuestos han sido objeto de investigaciones legítimas, hay poca o ninguna evidencia de que sean efectivos para el tratamiento de cualquier enfermedad grave, y cada uno ha demostrado potencial para causar daño”, agrega.

La Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) tampoco encuentra ningún beneficio médico ni daño potencial en los dispositivos que producen ozono, un gas formado por tres átomos de oxígeno.

“Como oncólogos, solo afirmaremos que un medicamento funciona una vez que se haya sometido a una serie de pruebas cada vez más rigurosas”, dijo Johnson. “Eso debe demostrar bajo el escrutinio más preciso que un medicamento funciona para tratar el cáncer y es seguro”, finalizó el científico.

ONU señala que mujeres, niños y jóvenes sufrirán efectos más devastadores por la pandemia

Un informe de Naciones Unidas (ONU) ha alertado de los “efectores devastadores” de determinadas situaciones que han afectado a todo el planeta, como la pandemia de Covid-19 o el cambio climático en la salud de niños, los jóvenes y las mujeres.

Los datos presentados en el informe muestran una “regresión crítica” en prácticamente todas las medidas principales de bienestar infantil, y en muchos indicadores clave de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El documento de la ONU alerta de que desde el último Informe de Progreso de Every Woman Every Child, publicado en 2020, han aumentado la inseguridad alimentaria, el hambre, el matrimonio infantil, los riesgos de la violencia de pareja y la depresión y la ansiedad de los adolescentes.

En concreto, se estima que 25 millones de niños no estaban vacunados o lo estaban de forma insuficiente en 2021, seis millones más que en 2019, lo que aumenta su riesgo de contraer enfermedades mortales y debilitantes.

Asimismo, la ONU apunta que millones de niños no asistieron al colegio durante la pandemia, muchos de ellos durante más de un año, mientras que aproximadamente el 80 por ciento de los niños de 104 países y territorios experimentaron pérdidas de aprendizaje debido al cierre de las escuelas. Desde el comienzo de la pandemia mundial, 10,5 millones de niños perdieron a uno de sus padres o cuidadores a causa de la Covid-19.

“En el centro de nuestra promesa incumplida se encuentra el fracaso a la hora de abordar las enormes desigualdades que están en la raíz de las crisis mundiales, desde la pandemia de Covid-19 hasta los conflictos y la emergencia climática. El informe describe las repercusiones de estas crisis en las mujeres, los niños y los adolescentes, desde la mortalidad materna hasta las pérdidas de educación y la malnutrición grave”, ha comentado el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

El informe denuncia que los niños y adolescentes se enfrentan a oportunidades “muy diferentes” de llevar una vida saludable simplemente en función del lugar donde nacen, su exposición al conflicto y las circunstancias económicas de sus familias.

Por otra parte, Naciones Unidas señala que más de 45 millones de niños sufrieron desnutrición aguda en 2020. Casi tres cuartas partes de estos niños viven en países de renta media-baja. Además, hasta 149 millones de niños sufría de retraso en el crecimiento en 2020. África es la única región en la que el número de niños afectados por el retraso del crecimiento ha aumentado en los últimos 20 años, pasando de 54,4 millones en 2000 a 61,4 millones en 2020.

Los seis países con mayor número de desplazados internos (Afganistán, la República Democrática del Congo, Etiopía, Sudán, Siria y Yemen) se encuentran también entre los 10 primeros países con inseguridad alimentaria.

Naciones Unidas esgrime que una mujer del África subsahariana tiene un riesgo 130 veces mayor de morir por causas relacionadas con el embarazo o el parto que una mujer de Europa o Norteamérica. “La cobertura de la atención prenatal, la asistencia cualificada en el parto y la atención postnatal dista mucho de llegar a todas las mujeres de los países de ingresos bajos y medios, lo que las expone a un elevado riesgo de muerte y discapacidad”, denuncian.

“Los impactos del Covid-19, los conflictos y las crisis climáticas han aumentado lo que está en juego para las comunidades vulnerables, revelando las debilidades y desigualdades en los sistemas de atención de salud y revirtiendo los avances logrados con mucho esfuerzo para las mujeres, los niños y los adolescentes, pero no estamos impotentes para cambiar esto. Invirtiendo en sistemas de Atención Primaria resistentes e inclusivos, poniendo en marcha programas de inmunización rutinarios y reforzando el personal sanitario, podemos asegurarnos de que cada mujer y cada niño puedan acceder a la atención que necesitan para sobrevivir y prosperar”, ha añadido la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.

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