Fact Checking: ¿Las uvas son un peligro para el Año Nuevo? ¿Papa Benedicto XVI sufre de erisipela, una grave enfermedad dermatológica?
En redes sociales ha trascendido que esta fruta podría generar problemas y que el antiguo Pontífice tiene una extraña enfermedad. Revisa la veracidad de estas informaciones.
Las uvas son un peligro para el Año Nuevo
Quedan pocos días para el Año Nuevo, lo que significa que automáticamente comienzan a aparecer algunas cábalas. Una de éstas, es una antigua tradición española, que dice relación con comer 12 uvas justamente a las 12 de la noche, para así tener buena suerte, abundancia y buenos deseos.
Sin embargo, en la capital española surgió la información de que las uvas pueden resultar peligrosas. Si bien la publicación es verídica, solo apunta a un grupo específicos de personas, las que sufren de disfagia.
Jaime Paniagua, encargado de la Unidad de Disfagia y Trastornos de Deglución del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, es quien ha alertado el peligro de comer esta fruta en las Campanadas de Año Nuevo para las personas con esta enfermedad.
La disfagia es la imposibilidad de transportar los alimentos de la cavidad oral hasta el estómago, y puede afectar tanto a líquidos como sólidos. Las personas que padecen esta enfermedad tienen dificultades para manejar muchos alimentos cotidianos y ello tiene un enorme impacto en su vida.
“Las Campanadas de Año Nuevo es uno de esos momentos en lo que la persona con disfagia se ve aislada de su núcleo familiar y prefiere no participar en esta tradición que le puede suponer un riesgo. La disfagia supone no solo un riesgo de malnutrición y deshidratación por un manejo inadecuado de los alimentos, sino que también supone mayor aislamiento social y menor participación en la vida diaria, lo cual impacta de forma negativa en la salud”, señala Paniagua.
La otorrinolaringóloga de la misma entidad de salud, Silvia Domínguez, ha pedido “no despreciar” los síntomas emocionales que padecen estos pacientes debido a la incapacidad para poder alimentarse y el miedo a atragantarse, que les acompañan en su día a día disminuyendo la calidad de vida.
Para facilitar que las persona con disfagia puedan disfrutar del momento de las Campanadas, han ha lanzado una propuesta titulada “Campanadas inclusivas” con el objetivo que todo el mundo pueda disfrutar de este momento.
En la misma se proponen adaptaciones de las uvas dirigidas a tres modalidades habituales en el mundo de la disfagia de acuerdo a la nomenclatura internacional de la iniciativa de Estandarización Internacional de la Dieta en Pacientes con Disfagia (IDDSI, por sus siglas en inglés).
“Pueden elaborar unas uvas adaptadas con mosto, colorante alimentario verde y espesante que consigan una preparación con textura similar a la miel (IDDSI 3) o al pudin (IDDSI 4) que se puede presentar en la mesa en 12 cucharillas. Para la persona con disfagia más leve propone que pelen las uvas, las quiten las pepitas y las partan por la mitad o en cuartos (IDDSI 6), obteniendo un alimento con menor resistencia que requiere menos esfuerzo y menos ciclos masticatorios para ser digerido”, añade Paniagua.
Papa emérito Benedicto XVI sufre de erisipela, una grave enfermedad dermatológica
Preocupación a nivel internacional ha causado el estado de salud del Papa emérito Benedicto XVI, quien sigue complicado de salud. La información es verídica y fue ratificada por el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
“Aunque su estado sigue siendo grave, la situación en este momento es estable”, estableció el parte médico luego de que sus condiciones de salud se deterioraran drásticamente en las últimas horas.
Benedicto XVI, que renunció hace casi diez años, sufre de erisipela, una grave enfermedad dermatológica provocada por una bacteria. Daña la capa superior de la piel y los ganglios linfáticos locales, con manifestaciones principalmente en la cara y las piernas. Esto fue revelado por su biógrafo, Peter Seewald.
“El Papa emérito consiguió descansar bien anoche, está absolutamente lúcido y alerta hoy”, añadió Bruni.
Del mismo modo, el actual Papa Francisco ha renovado “su invitación a rezar por él y a acompañarle en estas horas difíciles”.
Benedicto XVI ha dormido en el monasterio Mater Ecclesiae, situado dentro de los muros del Vaticano, donde reside desde que renunció al pontificado en 2013 y de momento no ha sido traslado a ningún hospital, aunque la atención médica que recibe es constante.
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