Es mayor el riesgo de trombosis en un avión para pasajeros vacunados
Artículos y publicaciones en redes sociales compartidos más de 500 veces desde el 4 de junio de este año, aseguran que las principales aerolíneas discuten si es recomendable admitir a clientes vacunados contra el Covid-19 “por el riesgo de coágulos”.
Sin embargo, empresas aéreas negaron a la agencia AFP la existencia de estas evaluaciones y varios expertos explicaron que la trombosis provocada por un viaje muy largo en avión no está relacionada con los casos puntuales asociados a la inmunización contra el Covid-19.
Beatriz Arteaga, directora Escuela Técnico Nivel Superior de Enfermería de Universidad de Las Américas, señala que la información es falsa, “porque las personas que han recibido alguna vacuna contra el Covid-19, no tienen ninguna contraindicación para viajar en avión, y tampoco tienen mayor riesgo de trombosis que la población general”.
Pablo Pedreros, cardiólogo de Clínica Santa María, explica que no existe ninguna relación entre los viajes en avión y la probabilidad de trombosis por vacuna. “La trombosis del viajero y la trombosis por vacuna son patologías no relacionadas en su fisiopatología. La trombosis del viajero ocurre por la formación de trombos en las piernas que afectan a pacientes obesos, con enfermedad ectasia venosa (varices), que se exponen a largos viajes con inmovilidad y compresión en las piernas. Es infrecuente, ocurre en un 0.0005% de los pasajeros de avión”.
Arteaga destaca que a nivel mundial se ha comentado que alguna vacunas puede producir coágulos, “sin embargo, se ha evidenciado que tras exhaustivos análisis de riesgo, esto es tan mínimo, que incluso fumar o utilizar anticonceptivos orales, representa mayor riesgo que el recibir la vacuna”.
Es importante describir que las personas vacunadas, “tienen incluso mayor seguridad para viajes, considerando que las cabinas son recintos cerrados, tienen menos riesgo de contagio, y si adquieren la enfermedad, tienen menos posibilidades de desarrollar la versión más agresiva del virus”, establece la académica.
La trombosis asociada a vacunas Covid, “es un proceso distinto, extremadamente infrecuente (0,0001% de los vacunados) y se asocia a un proceso autoinmune con destrucción de plaquetas. No se asocia ni a reposo prolongado, ni a compresión de las extremidades, es una complicación rarísima que ocurre en personas que tendrían una respuesta inmune alterada”, añade Pedreros.
Pedreros coincide con Arteaga, también existen otros factores de riesgo de trombosis “como fumar (1.800 personas por cada millón de fumadores: 0.18%) que sí debieran ser considerados”.
Arteaga aclara que el hecho de estar mucho rato sentado, representa un riesgo, al igual que el reposo prolongado. “Pero lo tiene toda la población en general, no solamente las personas vacunadas. El haber recibido la vacuna no representa un mayor riesgo para viajes”.
Revista ya hablaba del Covid-19 en 2014
Desde fines de marzo de 2020, miles de usuarios de Facebook compartieron las imágenes de una edición de 2014 de la revista Muy Interesante, titulada en su portada “La pandemia que viene”, junto a la imagen de un niño con mascarilla.
Algunos usuarios y blogs aseguraron que la revista alertaba sobre la actual pandemia del nuevo coronavirus, pero en realidad la revista se refería a otras enfermedades u otros virus de la misma familia.
Roberto Olivares, jefe de Infectología de Clínica Dávila, recuerda esta publicación. “No se refería al actual coronavirus pandémico, sino a varios potenciales agentes infecciosos que podrían generar eventuales pandemias. Entre ellos mencionaba a otros coronavirus como el que provoca el MERS o el SARS”.
Arteaga explica que esta afirmación es falsa, “revisando los antecedentes y artículos, efectivamente la revista señala la posibilidad de brotes epidémicos que tiene la población mundial por distintos virus, describiendo el riesgo al cual nos podemos someter, y si estamos preparados o no para aquello. Pero no habla precisamente del Covid-19″.
Las familias de los coronavirus afectan a la población hace muchos años, “y son los causantes de los resfríos comunes, por ejemplo. A partir de 2012, se presenta el primer Sars-CoV, cuando se produce en China el síndrome agudo respiratorio severo, y luego el mismo año, en medio oriente, se produce un brote similar”.
Arteaga añade que el Covid-19 se identifica en 2019, “con este síndrome agudo severo más allá de una falla multiorgánica, y con desenlaces fatales en un importante porcentaje de la población que se infecta, y que es la causante de la pandemia en la que hoy estamos sometidos. La publicación de 2014 no habla del Covid-19, advierte el riesgo de una pandemia y cómo podemos enfrentar esta situación a nivel mundial”.