Recibir una inyección de una vacuna Covid-19 aprobada significa que estás participando en un ensayo clínico
La vacunación contra el Covid-19 parece ser el único camino para intentar detener el avance del virus, y todo lo que éste conlleva.
Sin embargo, como ya es costumbre, en redes sociales e internet, abundan teorías y videos falsos, con el único objetivo de confundir y desinformar a las personas.
Uno de estos casos es una reciente publicación en Facebook, que superó el centenar de “me gusta”, y que dice lo siguiente: “Todas las personas que toman uno de los CONvid Wack Zines están participando en un ensayo clínico sin saberlo”.
Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Dirección de Postgrados de la Facultad de Medicina de la U. de Santiago, señala que la información publicada en las redes es falsa. “Los estudios clínicos son voluntarios, y para participar en ellos se tiene que firmar un consentimiento informado en el cual se le explica a las personas cuáles son los eventuales riesgos de ser parte del estudio, y la persona, a conciencia, firma y autoriza la participación, ya sea el uso de vacunas, medicamentos, realización de exámenes, entre otros”.
Javier Tinoco, infectólogo de Clínica Universidad de los Andes, explica que en los estudios clínicos, “la persona que recibe la inoculación tiene la posibilidad de recibir placebo, hay una serie de exámenes y pruebas que se siguen estrictamente, y también se asegura que las personas que que reciban placebo o vacuna, sea de las mismas características”, añade Tinoco.
Lo que está ocurriendo en Chile hoy es una vacunación masiva, parte de una estrategia sanitaria, no un ensayo clínico.
Silva señala que no es posible, ni ético, obligar a una persona a participar en un estudio o engañarla para que esté ahí sin su consentimiento. “Además, para que una vacuna sea administrada a la población, necesita ser aprobada por las entidades sanitarias de los países. En el caso de Chile, Silva señala que la autorización que entrega el Instituto de Salud Pública (ISP) evalúa cada inoculación que quiere ser usada en el país”.
“Luego de que las agencias regulatorias aprueban el uso extendido de estas vacunas en la población, efectivamente hay un período de seguimiento, por las mismas agencias y laboratorios para asegurar su efectividad y seguridad”, agrega Tinoco.
Las farmacéuticas deben presentar toda la evidencia disponible en relación a la seguridad y eficacia de las vacunas y esto se respalda con evidencia científica, “apoyada también por la aprobación de otras agencias internacionales como la FDA en EE.UU., la agencia Europea, que tienen probada validez y respeto en sus decisiones”, dice el infectólogo de la Usach.
El director de la OMS en Europa sugiere que el fin de la pandemia está a la vista, sin necesidad de vacunación
Una supuesta afirmación del director de la OMS en Europa encendió las alarmas, pero se trata de una declaración falsa.
“Mientras se hacen públicas las advertencias sobre las mutaciones del virus y la «tercera ola» en muchos países, la OMS ha estado hablando de una tendencia que se ha estado moviendo en la dirección opuesta durante semanas”, adelanta la publicación.
“Algunos ya hablan de poner fin a la situación excepcional en el transcurso de este año, sin necesidad de ninguna vacuna”, señala el documento.
Silva menciona que, si bien existen dos tipos de inmunidad ante una infección; la natural, debido a la infección donde se crean anticuerpos, y la artificial creada por la inoculación, “la única forma de apurar este objetivo de inmunidad de rebaño, es con la vacunación”.
El propio Tinoco establece que no es cierto que este a la vista el fin de la pandemia sin necesidad de vacunación, “para esto se necesitaría varias olas de la enfermedad, para que las personas puedan alcanzar la inmunidad de manera generalizada”.
“De cualquiera de las dos formas, las personas logran crear anticuerpos que eventualmente podrían controlar la pandemia. Sin embargo, el problema que se ha visto, es que la cantidad de población que genera anticuerpos en el cuerpo es baja, y a expensas a una gran cantidad de enfermos y muertos”, añade Silva.
“Pero obviamente con un costo en vidas humanas que es difícil de aceptar, un ejemplo claro fue el de la gripe española, en la cual se dejó a evolución natural la enfermedad y tomó muchos años y muchas muertes en millones de personas para que se pudiera superar”, explica Tinoco.
Silva añade que, mientras más tiempo pasa esperando que se logre la inmunidad natural, más fallecidos tendremos a nivel país y mundialmente. Asimismo, con la irrupción de nuevas variantes, la inmunidad natural sería difícil de lograr ya que las mutaciones del virus han mostrado “saltar” parte de los anticuerpos, logrando reinfectar a las personas que ya tuvieron coronavirus.
El infectólogo de Clínica Uandes argumenta que en el caso del Covid-19, el camino más inmediato para obtener inmunidad y con el menor costo de vida, es sin duda, la vacunación”.