Realizar ejercicio tras vacunarse puede proporcionar un refuerzo inmunológico adicional
Durante el desarrollo de la pandemia por Covid-19, sobre todo en redes sociales, se ha cuestionado el verdadero valor del deporte y el ejercicio frente al virus. Sin embargo, esto ya está comprobado científicamente.
Investigadores de la Universidad Estatal de Iowa en Estados Unidos, descubrieron que 90 minutos de ejercicio de intensidad leve a moderada directamente después de una vacuna contra la gripe o el Covid-19 puede proporcionar un refuerzo inmunológico adicional.
En el estudio, los participantes que anduvieron en bicicleta o caminaron a paso ligero durante una hora y media después de recibir una inyección, produjeron más anticuerpos en las siguientes cuatro semanas, en comparación con los participantes que permanecieron sentados o continuaron con su rutina diaria post-inmunización.
Beatriz Arteaga, directora Escuela Técnico Nivel Superior de Enfermería de Universidad de Las Américas, también lo confirma. “Esta afirmación tiene total congruencia, porque el ejercicio favorece el flujo sanguíneo que llega a todos los órganos, y mejora por ende el drenaje y la circulación linfática”.
Por lo tanto, “la respuesta inmunitaria se ve favorecida positivamente, sumado a todos los otros beneficios que produce el tener una actividad física regular o activa, como controlar el peso, lo que está asociado a la prevención de enfermedades metabólicas y musculoesqueléticas que derivan del sobrepeso y la obesidad, así como también estimula un buen estado anímico y emocional, aumenta la energía, y favorece el sueño y vigilia”, añade Arteaga.
Aprueban la eutanasia para enfermos de Covid-19
En redes sociales circula un video de un canal de televisión español que asegura que Nueva Zelanda aprobó la eutanasia para aquellas personas que sufren de Covid-19. Si bien en ese país rige con anterioridad una ley que permite la muerte asistida, en ciertos casos para personas con una enfermedad terminal, la norma fue aprobada antes de la pandemia, en 2019.
Arteaga señala que es falso. “Si bien en ese país, sí existe legislación para la muerte asistida en ciertas situaciones, no precisa aplicabilidad para personas con el virus. Las legislaciones que regulan la muerta asistida en la mayoría de los países, se enfocan en aquellos pacientes en condición de enfermedad terminal, en donde no existe alcance terapéutico”.
Recordemos además, añade Arteaga, “que la enfermedad grave por Covid-19, es una enfermedad infectocontagiosa que es provocada por un microorganismo recientemente descubierto, y que si bien es cierto, ha tenido alta mortalidad, también existe un considerable porcentaje de pacientes o personas, que gracias a los esfuerzos terapéuticos, sobreviven”.
Es por esto que hay que tener mucho cuidado y cautela con este tipo de afirmaciones, concluye Arteaga, “que en este caso, precisamente son falsas”.