Se acerca el fin del invierno (astronómico) en Chile, con varios récords de precipitaciones en Santiago. Por ejemplo, en la capital, este invierno de 2023 anota más de 200 mm, transformándose en el más lluvioso desde 2005, es decir, en 18 años.
Por su parte, septiembre de este año se ubica como el más lluvioso en los últimos 23 años en la capital, y el cuarto con más precipitaciones desde que existe registro (77 mm) según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC). Solo es superado por el año 2000 (114,8 mm), 1999 (87,6 mm) y 1963 (80,4 mm).
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala que el fenómeno de El Niño ha ejercido mucha influencia. “Probablemente sin El Niño este hubiese sido otro año seco. La influencia del fenómeno es tal que, cuando remita, la sequía probablemente vuelva instalarse en la zona central de Chile”.
“Considerando el año completo, queda en el promedio, pero la buena notica es que por primera vez desde 2008 llegamos a este punto del año sin déficit. En otras palabras, si bien no ha sido un año que podríamos considerar lluvioso, si puede considerarse que ha sido un invierno lluvioso”, sostiene el climatólogo.
Si bien este año el paso del invierno a la primavera astronómica ocurre en estricto rigor el sábado, debido al equinoccio, fenómeno que se produce cuando el Sol se encuentra sobre la línea del ecuador, por lo que el día y la noche en ambos hemisferios tienen exactamente la misma duración, Cordero aclara que para efectos prácticos y estadísticos, se mantiene el 21 como la fecha de cambio de estación.
Cordero añade que el fenómeno se extiende por otras zonas geográficas del país, con diferentes realidades. “En el norte sequía, y desde la Quinta Región hacia el sur, lluvioso”.
Finaliza el invierno: septiembre lluvioso
“Los 20,5 mm caídos a inicio de este mes, lo convierten en el más lluvioso desde septiembre de 2010, cuando cayeron en los primeros seis días del mes, en total 25,7 mm”, señala Cordero
También, añade Cordero, “se registraron precipitaciones relevantes en la primara semana de septiembre en 2015, además del mencionado 2010, que al igual que en 2023, se presentó el fenómeno de El Niño”, sostiene.
La realidad de septiembre se produce justamente, en la de un invierno con una cantidad inmejorable de precipitaciones. Es más, Santiago vive el invierno más lluvioso desde que comenzó la megasequía. El último gran temporal invernal que vivió Santiago fue en agosto de 2015, cuando cayeron en la ciudad más de 100 mm de precipitaciones, recuerda Cordero.
Luego de un agosto lluvioso en Santiago y la zona central, septiembre, tal como se había predicho, también registró precipitaciones importantes. Además, la proyección es que las precipitaciones continúen en los próximos meses.
Cordero explica que lo “normal” en Santiago en septiembre es que caigan alrededor de 22 mm. “Sin embargo, han existido ocasiones en que las precipitaciones han estado muy por encima de valores típicos”.
Finaliza el invierno: consecuencias de El Niño
A pesar de que las precipitaciones en Santiago, y en toda la zona central, han decaído en la última década como consecuencia del cambio climático, “la caída es en septiembre es mucho menos aguda que la registrada en los meses de junio-agosto”, explica el climatólogo.
Los “septiembres” marcados por el fenómeno de El Niño has sido en general, relativamente lluviosos en Santiago: así fue en 1997 y 2009 por ejemplo, indica este último. “Aunque las lluvias no fueron torrenciales, 2017 también superó el promedio histórico en Santiago en septiembre, es decir, la última vez antes de 2023 que se registró El Niño costero, frente a las costas de Perú y Ecuador”, añade.
En general, “El Niño favorece que las primaveras no sean secas en la zona central en Chile”, considera Cordero.
Sin embargo, “la última vez que se registraron precipitaciones relevantes en una primara semana de septiembre fue en 2015, cuando cayeron 16 mm en la capital. Justamente, 2015 fue el año del Niño Godzilla”, señala.