La vital pero frágil Amazonía está en llamas: ¿Por qué importa tanto esta región?
La selva amazónica atesora casi el 20% de las reservas de agua dulce de la Tierra y que hasta antes de los incendios representaba un aporte del 20% de oxígeno al planeta.
"El pulmón verde del mundo se está quemando".
Esa es una de las frases que más se ha podido leer en los últimos días en titulares de periódicos al rededor del mundo y en declaraciones de autoridades para referirse al devastador incendio que afecta a la Amazonía desde hace 17 días y que ya lleva miles de hectáreas consumidas.
Y el enunciado es cierto: la Amazonía -que se extiende en los territorios de Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, Guyana y Surinam- comprende el 5% de la superficie total del planeta, casi el 25% del continente, cuenta con la mayor floresta tropical del mundo y representa poco más de la mitad del bosque húmedo existente.
La selva amazónica atesora casi el 20% de las reservas de agua dulce de la Tierra, lo cual cobra una relevancia mayor debido a los pronósticos de la Unesco que asegura que de no cambiar el actual modelo de consumo y preservación, podría generarse un déficit hídrico del 40% en 2030. La mayor parte de esa riqueza se encuentra en el río Amazonas, el más caudaloso y largo del mundo con una longitud de 7.062 kilómetros.
Muchos de los ríos de la Amazonía, sin embargo, se encuentran contaminados. Según la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), en los últimos 50 años se han vertido unas 1.300 toneladas de mercurio en los afluentes, provenientes de la minería ilegal en la zona.
El poder de ese territorio no termina ahí: se considera un pulmón verde porque absorbe millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera, y al reducir la cantidad de gases de efecto invernadero ayuda a ralentizar el calentamiento global.
El director del Instituto Milenio de Biología Integrativa de Sistemas y Sintética (iBio), Luis Larrondo, dice que lo más preocupante es que se está perdiendo una enorme biodiversidad que aún no se había estudiado.
"Solo conocemos una parte de esta rica biodiversidad que alberga esa zona, plantas, animales, organismos y microorganismos que potencialmente podrían tener un impacto a nivel biomédico u organismos capaces de potenciar el crecimiento de algunas especies. Muchas de ellas ya las estamos perdiendo con el ritmo acelerado del fuego", señala el experto en comportamiento de plantas y hongos.
Otro problema que está causando este megaincendio es la contaminación que está produciendo y que en lugar de contrarrestar el cambio climático, está contribuyendo a él. "El incendio libera dióxido de carbono (CO2) al ambiente. Estamos perdiendo un lugar que puede reciclar ese CO2 y al mismo tiempo, estamos perdiendo un lugar que estaba contribuyendo contra el cambio climático al liberar oxígeno. El pulmón no está respirando bien y además, ahora está ensuciando", dice Larrondo.
Desde el punto de vista de la biodiversidad, mucho de lo que hoy se está quemando es irrecuperable.
Larrondo cree que politizar esta catástrofe tampoco ayuda. No es un problema de Brasil, sino que afecta a todo el mundo. "Es necesario tomar conciencia de lo que significa el cambio climático y el calentamiento global que está ocurriendo y contribuir con pequeños gestos a aminorar los potenciales problemas que hay: disminuir huella de carbono, ser más inteligentes con los recursos hídricos, no derrochar agua", indica.
Como comunidad científica -explica Larrondo- sintieron el deber de contribuir en esta situación y ya iniciaron la campaña "Yo me planto por el planeta". El objetivo es donar 1.000 árboles para que la comunidad plante y cuide y de esta manera "podamos todos contribuir con un grano de arena".
Datos de la OTCA señalan que en la Amazonía hay cerca de 420 tribus que dan un total de tres millones de indígeneas, 86 lenguas y 650 dialectos.
Hace junto un mes, la ONG Survival International dio a conocer un video en el que muestran a indígenas no contactados de la tribu awá en el estado de Maranhão (al este de Brasil). El video fue grabado por sus vecinos indígenas guajajaras, quienes luchan para proteger las "islas" de selva que habitan los awás.
Estos mismo indígenas habían alertado porque empresas madereras estaban llegando a la zona y varios represententes habían recibido amenazas de muerte e incluso, habían sido asesinados.
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Vista del incendio en Chapada dos Guimaraes (Mato Grosso). Imagen tomada hoy viernes. FOTO: EFE[/caption]
Riesgos
Arthur Virgílio, alcalde de la ciudad de Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas, advirtió de riesgos comerciales, políticos y "quién sabe, hasta militares" por esta crisis ambiental.
"La Amazonía es tierra de Brasil, pero la Amazonía interesa al mundo y es fundamental para el mundo. El mundo entero exige una gobernanza sensata, inteligente y apropiada para la región amazónica", indicó a los periodistas en la ciudad brasileña de Salvador (Bahía).
Si Brasil no se adapta a las exigencias internacionales en materia de medioambiente, pueden haber "consecuencias lamentables" para el país, según Virgílio, y en distintos ámbitos (diplomático, comercial, exportador y hasta militar), según el alcalde.
Para el alcalde de la ciudad amazónica, a diferencia de otros países poderosos como Estados Unidos, China o Japón, Brasil no tiene la suficiente fuerza para dar la espalda a la cuestión ambiental y podría sufrir un boicot comercial por parte de otros países si no hace los deberes en ese sentido.
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