Manuel Javier Rodríguez y Erdoíza es una de las grandes figuras en la historia de Chile. Nacido el 25 de febrero de 1785 en Santiago, fue un patriota que luchó por conseguir la Independencia de Chile. Es reconocido como uno de los “padres de la Patria de Chile”
Su historia ha cautivado a muchas generaciones, y ha motivado cientos de publicaciones. Sin embargo, aún han puntos que no han sido completamente desarrollados y profundizados.
Es por eso que el escritor y editor Ernesto Guajardo presenta su nuevo libro Manuel Rodríguez, el insurgente. La lucha de los patriotas en Chile (1815-1817), que se centra una de las figuras más conocidas de la lucha por la independencia de Chile durante la Reconquista española. Relata cómo Rodríguez se convirtió en un líder clave en la lucha patriota, y cómo lideró el movimiento insurgente.
La publicación explora las dos modalidades que se complementaron entre sí: las actividades del servicio de informaciones patriota y las acciones de los montoneros insurgentes. Además, estudia el origen, desarrollo y consecuencias de la guerra de zapa, una nueva forma de enfrentamiento político-militar que se desarrolló en Chile y que fue diseñada por el general José de San Martín.
Sobre el rol que cumplió Manuel Rodríguez en la lucha patriota por la Independencia, Guajardo señala a Qué Pasa que el libro se centra en el período de la Reconquista y, en él, Manuel Rodríguez integró el contingente patriota que desarrolló la Guerra de Zapa, bajo la dirección del general José de San Martín. “De este modo, integró, por un lado, el servicio de informaciones patriota y, posteriormente, colaboró con el desarrollo de las montoneras patriotas, en la búsqueda de lograr dislocar la concentración de ropas realistas, a fines de que el ingreso del Ejército Libertador de los Andes no tuviese una fuerte oposición, luego de cruzar la cordillera”.
Por cierto, y es la intención de mi investigación, añade Guajardo, “esta actividad no realizó Rodríguez solamente, sino decenas de hombres y mujeres que cumplieron diversas tareas en este periodo. Varios de estos patriotas han sido relegados a un segundo plano o bien han caído en el olvido, en gran medida, porque la Guerra de Zapa fue una guerra inusual: irregular, clandestina, sin abundantes registros documentales y sin grandes hechos de armas, por lo que la historia militar tradicional no la ha analizado en profundidad”.
Manuel Rodríguez, el insurgente: el rol que cumplió en la lucha patriota
Guajardo, también autor del libro Manuel Rodríguez: historia y leyenda (2010), rescata del olvido los nombres de patriotas, hombres y mujeres, que participaron en estos hechos, como Basilio Vilu, Antonio Merino, Pedro Bargas, Águeda Monasterio, Luisa Recabarren, María Silva y otros.
“La pregunta que quise responder con esta investigación era si había existido o no guerra de guerrillas en el Chile de la Reconquista y, por lo tanto, examinar de manera crítica el apelativo de guerrillero, con el que usualmente se identifica a Rodríguez. Para ello mi opción fue realizar un ejercicio de historia militar algo, paradójicamente, no se había hecho anteriormente, al momento de estudiar la guerra de zapa”, reconoce.
De allí que el título del libro se refiera a Manuel Rodríguez como insurgente, explica el autor. “La lucha llevada adelante por los patriotas permite identificar al menos dos actores: insurgentes y montoneros y, precisamente esta última denominación también permite caracterizar de mejor manera o ocurrido hacia fines de 1816 e inicios de 1817: más que una lucha guerrillera, lo que se aprecia es la actividad de montoneras insurgentes, que se despliegan en el país, para dar cumplimiento así a la segunda etapa de la guerra de zapa. Quizás solo en el caso de la zona de Curicó se podría pensar en la existencia de actividad de carácter guerrillero, al menos como se comprendía en el siglo XIX, pero eso algo sobre lo que habría profundizar en términos investigativos”, establece Guajardo.
Por otro lado, en lo que dice relación con la dimensión anecdótica de Rodríguez, agrega, “la verdad es que he tratado de separar el mito, lo legendario de lo históricamente verificable, en particular, porque la inmensa mayoría del anecdotario referido a Rodríguez se genera precisamente en el periodo de la Reconquista, y al validar algunas anécdotas como hechos históricos posibles, no se ha hecho sino distorsionar la real participación de Rodríguez en dicho período”, sentencia.
Claramente, “la dimensión anecdótica es la más atractiva, pero a fines de este trabajo no es el tema central de la investigación. Esto, por cierto, no implica desconocer la relevancia del anecdotario en la dimensión de la historia oral, o de los estudios culturales o antropológicos”, señala.