A 117 años de la hazaña realizada por los hermanos Wright, que lograron el primer vuelo de un aparato en la Tierra, el helicóptero Ingenuity de la Nasa consiguió este lunes una marca similar: el primer vuelo controlado y con motor en otro planeta, a 289 millones de Km de distancia, en el complejo y frío cielo de Marte.

La agencia espacial había planeado originalmente el vuelo para el 11 de abril, pero lo pospuso debido a un problema de software identificado durante una prueba de alta velocidad planificada de los rotores de la aeronave. Luego el problema se resolvió y este lunes, el dron de 1,8 kg logró elevarse tres metros en 39 segundos.

Cada vuelo puede durar un máximo de un minuto y medio, lo que no es poco en comparación con los 12 segundos del primer vuelo de los hermanos Wright en 1903. Un trozo de tela de ese avión fue introducido en Ingenuity en homenaje a esa hazaña.

El helicóptero viajó a Marte unido a la parte inferior del rover Perseverance, que aterrizó en el planeta el 18 de febrero en una misión para buscar signos de vida extraterrestre.

De esta forma, se espera que Ingenuity pueda allanar el camino para futuros vuelos que revolucionen la exploración planetaria, pudiendo llegar a áreas a las que los rovers no pueden ir y viajar mucho más rápido.

Sin embargo, el experimento es sólo una misión de “demostración” y sin ningún objetivo científico, excepto comprobar que es posible volar en Marte y recopilar datos sobre el comportamiento de una nave en otro planeta.

Los datos del altímetro muestran el "salto" de 3 m en el planeta rojo (Imagen: NASA / JPL-Caltech)

Desafío

El vuelo del dron tenía algunas dificultades por vencer debido a lo delgado del aire en Marte: menos del 1% de la presión de la atmósfera de la Tierra. Eso hace que sea mucho más difícil lograr la elevación, a pesar de que será parcialmente ayudado por una atracción gravitacional que es un tercio de la de la Tierra.

Simon Ángel, astrónomo del Instituto de Astrofísica UC, explica que “el desafío técnico es enorme, porque las condiciones de Marte son muy distintas a las de la Tierra: temperaturas más bajas, y una atmósfera más delgada. Si bien aquí un helicóptero vuela con ‘soporte’ del aire, en este caso el aparato debía ser más liviano y tener también las aspas más grandes. Hay un balance en todo aquello, porque si haces las aspas más grandes le añades más peso. Eso se calcula y simula, considerando todas esas condiciones. También pudo existir la posibilidad de una tormenta de tierra marciana, con lo que le puede ingresar polvo al mecanismo o tapar los paneles solares que le entregan energía. Todo eso pudo salir mal, pero por suerte el vuelo de prueba salió exitoso”, dice.

El dron se compone de cuatro pies, un cuerpo y dos hélices superpuestas. Mide 49 cm. de alto, y 1,2 metros de un extremo a otro. Sus hélices giran a una velocidad de 2.400 revoluciones por minuto, aproximadamente cinco veces más rápido que un helicóptero estándar. Está equipado con paneles solares para recargar sus baterías, ya que gran parte de ella servirá para mantenerse caliente, esperando luchar contra los -90 °C de la noche marciana.

Debido a la demora de transmisión de unos veinte minutos entre la Tierra y Marte, no hay mando a distancia para controlarlo y volará de forma autónoma: irá programado con algunos comandos, pero luego tendrá que valerse por sí mismo gracias a una serie de sensores que lo ayudarán a desplazarse.

“El tiempo total del vuelo es menor al tiempo que le toma a la información ir de la Tierra a Marte. Por eso esto sistemas son autónomos, no hay tiempo de respuesta. Es muy parecido al ingreso de estos rovers al planeta. De la misma forma, el dron ayudará a trazar alguna de las rutas de Perseverance, que hasta ahora se eligen por imágenes de satélite de alguno de los orbitadores que rodean el planeta. Tener un helicóptero como este ayuda a guiar mejor a estos aparatos, o incluso hacer misiones que sean íntegras del helicóptero, llegando a los polos por ejemplo. Ahí hay agua congelada y existe evidencia que indica que puede estar en su forma líquida bajo los casquetes, un área muy interesante de explorar para la búsqueda de vida”, añade el astrónomo UC.

Videos y fotos

Tras el vuelo, Ingenuity enviará a Perseverance datos técnicos para enviarlos a la Tierra, como una imagen en blanco y negro de la superficie marciana, y más tarde, cuando sus baterías se hayan recargado, otra foto en color, del horizonte marciano, tomada con una cámara diferente. Por su parte, el rover también tomará algunas instantáneas de su compañero a distancia.

Poco después se enviarán a la Tierra seis videos de 2,5 segundos cada uno. La Nasa espera que al menos uno de ellos muestre el helicóptero en vuelo. El video completo será enviado en los próximos días.

Aunque Ingenuity puede elevarse hasta cinco metros de altura y desplazarse hasta 300 metros, las pruebas irán aumentando en dificultad a medida que pasen los meses.

Durante los próximos días, el equipo recibirá y analizará todos los datos e imágenes de la prueba y formulará un plan para el segundo vuelo experimental, programado para no antes del 22 de abril. Si el helicóptero sobrevive, la Nasa considerará la mejor manera de expandir el perfil de vuelo.