“Environmental effects of development programs: Experimental evidence from West African dryland forests”. Así se denomina la investigación desarrollada por el director del Doctorado en Economía de la Universidad de Talca, Dany Jaimovich, quien junto a otros dos expertos internacionales, lleva adelante el estudio desde 2008 en Gambia, África Occidental.
Este proyecto ha evaluado diversos aspectos de un importante Programa de Desarrollo Rural llevado a cabo por el Banco Mundial (BM) en ese país, el que consiste en entregar diversos insumos agrícolas productivos y otros apoyos sociales (educación, salud, etc.) en aldeas rurales.
Uno de los aspectos observados por Jaimovich y su equipo durante el trabajo en terreno es que ese programa no consideraba aspectos de protección de los cada vez más escasos espacios boscosos dentro de la sabana. Es más, por los efectos de la expansión agrícola y los incendios forestales, ese ecosistema se encuentra bajo amenaza de quedar completamente desertificado.
Es así como el equipo de investigadores reunió datos satelitales históricos de cobertura de cobertura de bosques y los cruzó con datos de implementación del proyecto del Banco Mundial.
Mayor consumo de recursos de los bosques
El análisis utiliza diversas técnicas econométricas que pueden obtener estimaciones de cuánta deforestación ha sido causada por la iniciativa del Banco Mundial, debido a que su asignación a las aldeas fue realizada de forma experimental (aleatoria).
Los resultados muestran que un efecto indeseado del Programa del BM fue el aumento de la desforestación, tanto en las aldeas que participaron del proyecto como en aldeas vecinas. Se estima que, en algunas zonas de ese país, hasta un 25% de la desforestación está asociada a ese programa.
“La razones por las cuales aumenta la deforestación se asocian a la expansión de la ganadería y a que el aumento de bienestar asociado al Programa implicó mayor consumo de recursos del bosque (para construcción de hogares, como leña para cocinar, entre otros)”, señala Jaimovich.
Agrega que “este estudio es un llamado de alerta a los efectos de los programas de desarrollo en el medioambiente. Hace algunos años se creía que al aumentar la productividad agrícola y mejorar las condiciones de vida de la población, se lograría controlar los efectos negativos del crecimiento económico en zonas rurales. Sin embargo, este estudio revela que eso no ocurre automáticamente, y que de hecho el efecto puede ser contrario al esperado”.
Aplicación en Chile
El paper -aceptado recientemente en la revista Journal of Development Economics, la más importante en el campo del Desarrollo Económico- da cuenta que los programas de desarrollo rural deben tener incorporados la protección del medioambiente como una parte integral de su diseño. Lo que aplica no solo al contexto del estudio, sino que en forma general.
Por ejemplo, “si los programas de productividad agrícola en zonas rurales de Chile no incorporan prohibiciones a intervenir los bosques nativos, utilizar pesticidas peligrosos y otros elementos de conservación, es muy probable que terminen teniendo consecuencias medioambientales negativas”, establece el académico.
Esto también aplica a todo tipo de programa de desarrollo rural, “tanto en productores agrícolas, comunidades indígenas, proyectos turísticos y otros”, finaliza.