Tal como está ocurriendo con la industria de la fotografía profesional y las cámaras para smartphones, ayudadas por los avances en hardware y software, los audífonos, uno de los accesorios más tradicionales y olvidados -a pesar de lo masivo de su uso- han sido los más beneficiados en el último tiempo en términos de tecnología inalámbrica y mejoras en la transmisión por Bluetooth, siendo el nuevo nicho a explotar por fabricantes de dispositivos de audio y también de teléfonos inteligentes.
Porque salvo algunas mejoras en su ergonomía, diseño y capacidades auditivas, por muchos años los audífonos se mantuvieron empantanados sin destacar ni lograr su independencia. Pero hoy, con un enfoque en deportistas y la necesidad de mantenernos comunicados en medio de una pandemia, los nuevos modelos dejaron de ser sólo un altavoz en miniatura, añadiendo capacidades inalámbricas, batería de largo aliento, sonido de alta calidad, aislación de nuestro entorno (llamado cancelación de ruido) y resistencia al polvo y agua, entre otros.
Eso ha hecho que la competencia se haya volcado en ofrecer distintas variantes a los usuarios, que hoy buscan cada vez más funciones, mejor rango de conectividad, compatibilidad con asistentes de voz inteligentes, un peso compacto, comodidad y mejores materiales. Y la tendencia se nota en las cifras: De acuerdo a Global Market Insights, en 2019 el tamaño del mercado de auriculares Bluetooth superó los 60 mil millones de dólares, abarcando un 75% del mercado y con un pronóstico de crecimiento de más del 10% entre 2020 y 2026. Sólo en 2022, alcanzará 7.480 millones de dólares, según Grand View Research.
Según la consultora, la creciente penetración de los teléfonos inteligentes y el cambio de las preferencias de los consumidores hacia el audio de alta fidelidad impulsarán los ingresos del mercado, aunque a su vez esta alza se verá obstaculizada por la competencia en precios, el panorama tecnológico cada vez más cambiante, y la amenaza por productos falsificados.
¿Hay mercado para productos de este tipo? Eduardo Balazs, ingeniero de sonido y gerente general de Musicland, cuenta que “sí, definitivamente hay. Guardando las proporciones, si consideramos la población en escala con otros países, hay una relación bastante considerable. Quizá no seamos muy atractivos para el mercado internacional, pero hay un público cautivo incluso para las marcas más grandes”.
Para tener una relación en cuanto a los consumidores, Balazs señala que si bien el promedio de los audífonos sobrepasa largamente los 150 mil pesos, los usuarios actualmente están buscando productos más avanzados. “Hoy, muchos son músicos o audiófilos que se enfocan en la calidad de sonido, independiente de la apariencia del modelo. Llegan con su dinero y llevan lo mejor posible. En los inalámbricos, la cancelación de ruido, señal Bluetooth o buena batería son buscados pero a veces no imprescindibles”.
“La demanda en pandemia por productos enfocados en audio, video y otros, fue enorme”, sostiene.
Disfruta el silencio
Actualmente, unas de las características más promocionadas por los fabricantes es la cancelación del ruido. Considerando la gran contaminación ambiental de las grandes ciudades, los viajes en Metro o avión, los fabricantes se han inclinado por esta función cada vez más avanzada, incluyendo sus propios microprocesadores y micrófonos específicos. En este caso, además de emplearse para las llamadas de voz o invocar a algún asistente virtual, tienen la capacidad de analizar el ruido exterior, ayudando a que el usuario se sienta en una especie de vacío, donde sólo puede escuchar lo que necesita.
Así, de la gran cantidad de marcas que ofrecen alternativas in-ear (dentro del oído, como los Airpods Pro de Apple, Samsung Galaxy Buds+, FreeBuds Pro de Huawei) u over-ear (que cubren totalmente la oreja), destacan de estos últimos el Jabra Elite 85h, Sennheiser Momentum 3, Marshall Mid, Bose QuietComfort 35 II, o modelos de Skullcandy, Shure o Audio Technica. En estos casos, los usuarios no escatiman en recursos y la exigencia en cuanto a la calidad de sonido es consecuente con su precio, aunque pueden ir de los 200 mil hasta un millón de pesos.
Por ejemplo, los Sony WH-1000XM4 (269 mil pesos), uno de los últimos modelos de la marca, cuentan con compatibilidad con asistentes de voz, y un sistema llamado Control de Sonido Adaptativo, una función inteligente que permite detectar en tiempo real la ubicación y las acciones que está realizando el usuario al utilizar el audífono. De esta manera podrá controlar o regular cuánto sonido ambiente ingresa al audífono, mejorando automáticamente la cancelación de ruido dependiendo de la situación y el uso. Además, poseen una aplicación GPS en la que es posible registrar lugares que visitamos con frecuencia (como el hogar o lugar de trabajo), para que cuando lleguemos allí, el sonido y la cancelación de ruido se adapten automáticamente.
En cuanto a la cancelación de ruido, desde Sony señalan que su procesador ofrece aproximadamente cuatro veces más rendimiento que el modelo anterior, alcanzando un 88% en su nivel de insonorización. La duración de la batería puede llegar hasta 30 horas de autonomía utilizando el audífono mediante Bluetooth y con la cancelación de ruido activada. Con la cancelación de ruido desactivada, la autonomía del audífono aumenta a 38 horas.
El caso de la marca japonesa es importante de mencionar, porque en su momento marcaron un antes y un después en los avances de cancelación de sonido para audífonos con Bluetooth, así como la inclusión de un chip para este propósito. De esta forma, otras marcas comenzaron a generar una fuerte competencia, y las alternativas para los usuarios comenzaron a crecer.
El recién llegado
Sin embargo, como lo mencionamos hay audífonos que van un poco más allá en cuanto a capacidades de sonido, y lo que ofrecen como ecosistema. Hace algunas semanas se encuentran disponible en Chile los nuevos Airpods Max de Apple, que doblan en precio a los de Sony, y se acercan a un segmento aún más exigente, aunque sin llegar a los audífonos de estudio profesionales que alcanzan el millón de pesos o más.
Tras unas tres semanas de prueba, lo primero es echar un vistazo a los aspectos positivos. Lo mejor de los AirPods Max es su excepcional sonido, que puede competir fácilmente con el Sony WH-1000XM4, integrando un escenario sonoro amplio, envolvente y un perfil cuidadosamente equilibrado, con agudos nítidos, medios suaves y frecuencias graves potentes, revelando elementos en las canciones que quizás no se hayan notado antes.
La cancelación activa de ruido también es superior, y el modo de transparencia es innegablemente útil cuando necesitamos acceder rápidamente a nuestro entorno. Cada auricular cuenta con tres micrófonos orientados hacia afuera para detectar el ruido ambiental, mientras que un micrófono dentro del auricular monitorea el sonido que llega al oído. Según Apple, los AirPods Max utilizan audio computacional para adaptar continuamente su rendimiento de cancelación de ruido en función del ajuste y el movimiento de los auriculares en tiempo real. Ciertamente pareció efectivo al ser utilizado lavando los platos, cerca de una lavadora o taladrando una pared.
Su ecosistema -si es que estamos en una misma cuenta de iCloud- también hace más fácil las cosas, ya que parece adivinar si necesitamos utilizar un iPad, Mac o el iPhone. También es compatible con el Apple TV, del cual parece ganar bastante en cuanto a la calidad de las películas. Aquí es donde entra el Audio Espacial.
Al igual que los AirPods y AirPods Pro, los AirPods Max incluyen el chip Apple H1 en cada auricular, que cuenta con no menos de 10 núcleos de audio para permitir ecualización adaptable, cancelación activa de ruido, modo de transparencia y el ya mencionado audio espacial.
Lanzada como parte de iOS 14, la función llegó por primera vez a los AirPods Pro y funciona para contenido en 5.1, 7.1 y Dolby Atmos, ubicando el sonido dentro de una esfera virtual; esto significa que si estamos viendo una película que muestra un avión volando por encima de nuestras cabezas, sonará como si el avión realmente estuviera pasando por allí. Además, los AirPods Max pueden rastrear el movimiento de la cabeza usando acelerómetros y giroscopios incorporados, así como la posición del dispositivo iOS; eso significa que al mover la cabeza, el audio siempre sonará como si procediera de la pantalla.
Por ahora, Apple TV Plus, Disney Plus y HBO Max (este último pronto en Chile) permiten audio espacial, aunque Netflix y Amazon Prime Video aún no agregan soporte de sonido envolvente para sus aplicaciones de iOS.
El diseño exterior es otra victoria para Apple. Con auriculares grandes y planos fabricados en acero inoxidable, los AirPods Max tienen un aspecto inconfundible de la marca, centrándose en la simplicidad y la funcionalidad, llamando la atención la ausencia de una manzana o algo que indique que se trata de audífonos de la empresa californiana. Se sienten premium, más que otras marcas que utilizan el plástico, aunque esa estructura de acero inoxidable implique que los AirPods Max sean más pesados. Por ello, Apple ha incluido una diadema de malla diseñada para reducir la presión sobre la cabeza durante el uso.
Por el costado añade sólo dos botones físicos, haciendo una diferencia con la tendencia en estos aparatos, que utilizan controles touch y de deslizamiento. Posee una corona digital similar al del Apple Watch, que permite ajustar con precisión el volumen y controlar la reproducción, así como omitir pistas, responder o finalizar llamadas telefónicas y activar Siri. El otro botón sirve para activar y desactivar la cancelación de ruido, y no existe un botón de encendido, ya que detecta cuando lo disponemos en nuestra cabeza gracias a una serie de sensores. Abajo encontramos el puerto Lightning de carga: con sólo cinco minutos, tendremos una hora y media de reproducción de audio.
En cuanto a su batería, Apple dice que los AirPods Max brindan hasta 20 horas de audio de alta fidelidad, tiempo de conversación o reproducción de películas. Los mejores audífonos de este tipo generalmente duran alrededor de 30 horas, aunque muchos modelos muy buenos solo llegan a alrededor de 20; de cualquier manera, es suficiente para un día completo o dos de uso.
Por otro lado, también hay algunos puntos a mejorar. Quizá para muchos sea un problema que los Airpods Max no incluyan un puerto de audio de 3,5 mm; por lo que si queremos escuchar música con una conexión por cable o conectarlos a un amplificador para tener la máxima eficiencia en sonido, tendremos que adquirir un adaptador. Esto nos lleva a lo siguiente: una falta de soporte para los códecs de audio de alta resolución, que se limita a los Apple Digital Masters de Apple, la ausencia de un modo en alta resolución para Apple Music, que se está quedando atrasado en relación a Tidal y Spotify, y un mejor ecualizador que los presets incluidos de fábrica. Lo positivo, es que son aspectos mejorables por software, y nada tienen que ver con el producto en sí.
Quizá el punto en donde varios estarán de acuerdo es en el Smart Case, un estuche de curioso aspecto que pone a los auriculares en un estado de energía ultrabajo, preservando la batería mientras no están en uso. Lo negativo es que además de eso, no cubre completamente los audífonos, dejando su diadema expuesta. El material de goma del que está confeccionada también es un imán para manchas y raspaduras, y con sólo con poner el Smart Case en una mochila es suficiente para arruinar el aspecto impecable que obtiene directamente de la caja.
¿Para quién?
Es entonces cuando surge la pregunta: ¿Para quién son los Apple AirPods Max? A pesar de su precio (599 mil pesos) y su calidad de sonido, ciertamente no se enfocan entre los audiófilos que desean obtener hasta la última gota de fidelidad de audio de sus auriculares con el uso de códecs y amplificadores de audio de alta resolución. Sin embargo, su precio implica que los AirPods Max tampoco son un producto de mercado masivo, ya que muchos oyentes ocasionales quizá no estarán dispuestos a pagar tanto por un par de auriculares con cancelación de ruido.
Para los usuarios de Android, los AirPods Max son simplemente un par de auriculares con cancelación de ruido de alto rendimiento con gran diseño y sonido, pero ciertamente es difícil que sea ese el foco. Además, existen otras opciones en el mercado, aunque sin la capacidad de adaptarse al ecosistema de la manzana.
Esto nos lleva a que el mejor usuario es el que ya cuenta con uno o varios dispositivos de Apple, ya que es en ese entorno donde los Airpods Max estarán más cómodos. Su utilización con los distintos aparatos es rápida, precisa y su conexión ni siquiera necesita configuración. El uso compartido de audio, Siri, el audio espacial inmersivo, son funciones exclusivas para usuarios de la manzana, y es ahí donde radica su atractivo.