Pese a la inesperada lluvia de este miércoles, la Región Metropolitana culminó el llamado invierno meteorológico (junio, julio y agosto), como el más cálido que se haya registrado jamás, considerando la estadística desde 1951, y el más seco desde 1998.
Así lo establece una investigación realizada por @AntarcticaCL de la Universidad de Santiago, liderada por el climatólogo Raúl Cordero.
Si la máxima promedio en invierno es de 18°C, este 2021 marcó casi 3°C más de lo normal, superando lo sucedido en 2015. Además, fue el invierno menos lluvioso en 23 años, alcanzando apenas 40 mm, muy lejos de los 205 mm típicos para la fecha.
Durante el invierno meteorológico, no solo la Región Metropolitana mostró temperaturas muy superiores a valores típicos, las anomalías cálidas también fueron particularmente agudas en la Patagonia. En esta zona la temperatura media estuvo casi 2°C sobre la media. En el norte, fueron menos agudas.
Cordero explica que no es una coincidencia que el trimestre junio-agosto 2021 haya sido cálido y seco al mismo tiempo. “En la zona central los inviernos secos se asocian a tardes cálidas. La razón es que la falta de nubes que caracterizan los inviernos secos permite que la radiación solar caliente el suelo durante el día”.
Por esta razón, añade Cordero, “los inviernos más secos registrados en la zona central, son también los más cálidos en términos de temperaturas máximas. Este tipo de inviernos, secos, de tardes calurosas y mañanas relativamente frías, continuarán presentándose de forma cada vez más frecuente hasta que detengamos el calentamiento global”.
Desde que terminó el Fenómeno de la Niña en abril, las temperaturas máximas en Santiago se han mantenido consistentemente sobre valores típicos. Destacan las temperaturas récord de julio, transformándose en el julio más cálido registrado en Santiago con valores máximos superiores a 4°C sobre lo habitual para el séptimo mes del año. Además, promedió más de 19°C, superando por más de 1°C la marca previa registrada en julio de 1996. En Santiago la temperatura máxima debería ser algo inferior a 15°C.
Intensas sequías en la región
Casi un tercio de los días durante este invierno meteorológico presentaron temperaturas máximas consideradas muy altas (21°C en junio, 20°C en julio y 22°C en agosto). Se registraron 27 días con temperaturas máximas muy altas, respecto al percentil 90 calculado entre 1961 y 1990. Esta marca iguala el récord de días con temperaturas muy altas registrado en 1990. Además, se presenciaron dos intensas olas de calor, que se extendieron por 12 días.
Desafortunadamente los nuevos récord anómalos de este invierno no son una coincidencia, sino que confirman una tendencia. “Las tendencias anómalas en el clima son en último término resultado del calentamiento global. Mientras no detengamos el cambio climático los inviernos secos y cálidos como el de 2021 continuarán presentándose cada vez con mayor frecuencia”, argumenta el climatólogo.
Además, 2021 durante el período enero-agosto del presente año, ha sido el séptimo más cálido registrado en Santiago. La temperatura máxima promedio superó los 23°C, aproximadamente 1,5°C superior al promedio (21,5°C).
Cordero señala que las perspectivas no son particularmente buenas. “Aunque la temperatura de la superficie del Pacífico tropical se mantiene en rangos considerados normales, está bajando. Las temperaturas relativamente frías de éste no favorecen las precipitaciones en Chile, México, y algunas zonas de Brasil”.
Terminado el invierno meteorológico, prácticamente todo el país presenta déficits de precipitaciones, aunque particularmente agudos en la zona central, donde supera el 50%. De acuerdo a la Dirección Meteorológico de Chile (DMC), solo el extremo norte del país ha presentado rangos considerados normales.
Puntualmente en Santiago, el déficit fue cercano a 80%, solo los inviernos de 1968 y 1998 presentaron mayores déficits.
En todos estas regiones (Chile, México y Brasil) se registran actualmente intensas sequías. “La probabilidad de que ese enfriamiento en el Pacífico tropical se intensifique y que vuelva La Niña antes fin de año aumentó recientemente a 70%. Considerando su efecto sobre las precipitaciones, la vuelta de este fenómeno haría muy difícil que este sea el año final de la larga e intensa sequía que afecta a la zona central”, establece Cordero.
Desde enero a la fecha, las precipitaciones acumuladas no han superado los 100 mm, situación que solo se había registrado tres veces: en 1968, 1998 y 2019. Julio fue el mes en el que las lluvias fueron particularmente deficitarias, el más seco desde 1998. Si el agua caída debería ser alrededor de 85 mm en julio, la estación Quinta Normal de la DMC anotó solo 0,6 mm.