La carrera por la píldora Covid-19 sube de temperatura mientras empresa japonesa compite con Pfizer y Merck

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Imagen referencial.

Shionogi inicia ensayos en humanos para un fármaco de una vez al día diseñado para neutralizar el coronavirus en menos de una semana.


Una empresa japonesa ha iniciado ensayos en humanos de la primera pastilla de una vez al día para pacientes con Covid-19, uniéndose a Pfizer y Merck en la carrera por encontrar tratamientos para la enfermedad.

Shionogi, con sede en Osaka, que ayudó a desarrollar el exitoso medicamento para el colesterol Crestor, dijo que diseñó su píldora para atacar el virus Covid-19. Dijo que la dosificación de una vez al día sería más conveniente. La compañía señaló que está probando el fármaco para detectar cualquier efecto secundario en los ensayos que comenzaron este mes, los que probablemente continúen hasta el próximo año.

Shionogi está meses por detrás de Pfizer y Merck, que han comenzado pruebas de píldoras en etapas posteriores para tratar Covid-19. Pfizer ha dicho que su píldora dos veces al día podría estar lista para salir al mercado tan pronto como este año. Se está preparando para inscribir a más de 2.000 pacientes en una prueba de la píldora antiviral combinada con un fármaco antiviral de refuerzo frente a un placebo.

Las tres empresas apuntan a llenar uno de los mayores vacíos en la lucha contra la pandemia. Las vacunas siguen siendo eficaces para prevenir enfermedades graves de cepas conocidas del virus Covid-19, incluida la contagiosa cepa Delta, según han demostrado los estudios. Pero algunas personas no quieren vacunarse, y también hay casos de contagios para quienes sí se vacunan.

Los tratamientos existentes, incluido el medicamento antiviral remdesivir creado por Gilead, generalmente deben administrarse en hospitales y funcionan solo una parte del tiempo. Otros medicamentos que se pueden administrar en los hospitales incluyen medicamentos de anticuerpos monoclonales como el fabricado por Regeneron y el esteroide dexametasona.

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Una ampolla de dexametasona. Foto: Reuters

Los fabricantes de medicamentos están buscando una pastilla que aquellos que obtengan un resultado positivo en la prueba de Covid-19 puedan tomar en casa mientras sus síntomas sean leves. Estos medicamentos ya existen para la influenza, incluidos Tamiflu de Roche y Xofluza de Shionogi, aunque no funcionan para todos los pacientes y pueden recetarse demasiado tarde para hacer mucho bien. Roche comercializa Xofluza en EE.UU.

“Nuestro objetivo es un compuesto oral muy seguro, como Tamiflu, como Xofluza”, dijo Isao Teshirogi, director ejecutivo de Shionogi. Dijo que la píldora Covid-19 de Shionogi tiene como objetivo neutralizar el virus cinco días después de que un paciente lo toma.

El Dr. Teshirogi dijo que Shionogi espera inscribir de 50 a 100 personas sanas en su ensayo en Japón. Un ensayo más grande que compare el fármaco con un placebo en pacientes con Covid-19 podría comenzar en Japón a finales de este año, dijo.

La tasa de fracaso de los ensayos de fármacos es generalmente alta. Cualquier efecto secundario, incluso uno relativamente leve como las náuseas, podría hacer que una píldora Covid-19 no sea práctica para el uso doméstico. Aún no se sabe si deshacerse del virus en los pacientes se traduciría en la reducción de complicaciones graves como el bajo nivel de oxígeno que lleva a las personas al hospital, dijeron los investigadores que trabajan en los tratamientos de Covid-19.

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Las píldoras Pfizer y Shionogi bloquean las infecciones al inhibir una enzima llamada proteasa que un virus necesita para copiarse dentro de las células humanas. Los inhibidores de proteasa se usan ampliamente contra otros virus, incluido el VIH, el virus que causa el sida, pero la resistencia viral es un desafío potencial.

“Aprendimos muy rápidamente en VIH que si no se presta atención a eso, se desarrollan moléculas que rápidamente se vuelven obsoletas”, dijo Daria Hazuda, directora científica del centro de investigación de Merck en Cambridge, Massachusetts.

El Dr. Teshirogi de Shionogi dijo que la investigación inicial sugirió que el virus no podría mutar fácilmente para evadir el efecto de la píldora de su compañía.

El medicamento de Merck, que está desarrollando con su socio Ridgeback Biotherapeutics, escribe el equivalente de palabras sin sentido en el manual de instrucciones del virus para hacer copias de sí mismo y es difícil para los virus evadirlo, dijo Hazuda.

Merck dijo en abril que su medicamento, estudiado hace años como un posible tratamiento del ébola, logró reducir la carga viral en pacientes con Covid-19 y podría disminuir la posibilidad de hospitalización. Se están realizando estudios más amplios, que se centran en pacientes a los que se les ha diagnosticado Covid-19 en los cinco días anteriores y tienen factores de riesgo de enfermedad grave.

“Los datos hasta ahora con otras intervenciones sugerirían que cuanto más tarde espere, es menos probable que se beneficie”, dijo el Dr. Hazuda.

Merck tiene un acuerdo con el gobierno de EE.UU. para suministrar 1,7 millones de ciclos de tratamiento de su medicamento, llamado molnupiravir, por US$ 1,2 mil millones si el medicamento está autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, su sigla en inglés). Eso sugiere un precio de alrededor de US$ 700 por paciente.

El Dr. Teshirogi dijo que Shionogi no planeaba limitar las pruebas de su medicamento a pacientes diagnosticados recientemente. Si el medicamento se muestra prometedor, Shionogi probablemente se asociará con una compañía farmacéutica global para comercializarlo en todo el mundo, dijo.

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Isao Teshirogi, presidente de la farmacéutica japonesa Shionogi. Foto: Reuters

Eso es lo que hizo hace dos décadas en otra batalla que enfrentó a Merck y Pfizer contra su rival japonés mucho más pequeño, esta que involucra píldoras anti-colesterol. Lipitor de Pfizer y Zocor de Merck dominaron el mercado hasta que los químicos de Shionogi descubrieron una alternativa, que la empresa autorizó a AstraZeneca para su comercialización global.

El medicamento, llamado Crestor, eventualmente tomó una parte significativa del mercado a pesar de cierta preocupación por los efectos secundarios como dolor muscular y, en casos raros, deterioro cognitivo. Los médicos le atribuyeron la reducción del colesterol total del presidente Donald Trump cuando estaba en el cargo. Lipitor, Zocor y Crestor ya están disponibles en EE.UU. en versiones genéricas económicas.

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