Aunque la historia dio por mucho tiempo a Hernando de Magallanes como su descubridor, las islas Desventuradas en realidad fueron vistas por primera vez por el piloto español Juan Fernández, aunque la historia tampoco deja en claro quién fue el que las bautizó como San Félix y San Ambrosio.
El archipiélago, ubicado a 850 kilómetros de Chile continental, está conformado por el islote González, la roca Catedral y las islas San Ambrosio y San Félix, tiene 27 especies diferentes: dos tipos de árboles, ocho arbustos y 17 herbáceas anuales. De ellas, 14 son endémicas.
Una reciente expedición realizada por Fundación Endémica, quienes lideran una iniciativa para encontrar el extinto sándalo, analizó el impacto de conejos y chivos en las Islas Desventuradas, especies que provocaron que en los últimos 50 años desapareciera prácticamente toda la flora del lugar.
Una de las especie arbóreas presentes en la isla corresponde a la denominada Thamnoseris lacerata, ejemplar que puede alcanzar hasta cinco metros de altura, con troncos de más de tres metros de diámetro. Es posible encontrarlo en las planicies superiores de la isla San Ambrosio, y también en San Félix, en el cerro Amarillo, aunque en este último de manera escasa.
El trabajo es liderado por el explorador y fotógrafo Lukas Mekis. “Esperamos volver en septiembre a las Islas Desventuradas, ya que estamos haciendo un informe importante y un libro sobre toda la flora de la isla, ya que actualmente solo existen escritos y dibujos. El objetivo es incorporar fotografías y actualizar el estado de cada planta del lugar”.
Gatos domésticos, lobos y langostas
No solo la flora de la isla se ha visto seriamente afectada en las últimas décadas, la fauna también ha visto una disminución importante en sus registros. Cuenta con seis especies de aves marinas y solo dos de aves terrestres, como el piquero blanco, las fardelas, tijeretas y algunos tipos de gaviotines. El primero es el más abundante.
Sin embargo, diversas especies se han visto amenazadas desde la introducción del gato doméstico, fenómeno que comenzó con la llegada de la tripulación de la goleta pesquera San Félix, cerca de 1960. Esto generó un problema debido a que los felinos comenzaron a matar a las aves marinas de la isla.
Adicionalmente, otra especie que ha sufrido es el lobo de dos pelos. Debido al valor comercial de su piel y aceite, ha sido cazado indiscriminadamente, tanto en las Islas Desventuradas como en Juan Fernández, por lo que su población disminuyó considerablemente. Incluso en una época, la especie fue catalogada como extinta del lugar. Sin embargo, un censo realizado por científicos en 1970 dio cuenta de la existencia de 459 ejemplares y en 1977 se avistaron 300 lobos.
Hoy en día, estas especies se encuentran protegidas por algunas normas de carácter jurídico e internacionalmente inscritas en el registro de especies en peligro de extinción.
Sándalo, el gran objetivo
Se trata de una especie catalogada hasta ahora como extinta: el sándalo. Fue vista por última vez en 1908 por el naturalista Carl Skottsberg. Desde hace unos años, que el mismo equipo de trabajo liderado por Mekis, lo busca de manera incansablemente en la isla Alejandro Selkirk, en Juan Fernández.
Con tecnología de avanzada, el grupo de científicos y escaladores, han ingresado a quebradas y bosques jamás explorados por el hombre. La búsqueda se ha realizado en el Valle Quebrada Varadero, donde creen existe la posibilidad de encontrar el sándalo, mismo sitio donde han hallado otros ejemplares pocos comunes. A pesar de que la pandemia por Covid-19 ha postergado los planes de búsqueda, no se rinden.
“Dicen que el sándalo siempre estaba entre los 0 a 400 metros de altura en quebradas relativamente secas, y cerca de árboles como la sophora”, señala Mekis.
La información de la que disponen los investigadores corresponde a documentos y publicaciones de Friedrich Johow, Federico Philippi y el sacerdote Diego de Rosales, quien describió la presencia de sándalos con flores rojas, blancas y amarillas, tras visitar la isla en 1664, además de un comercio activo de la especie, que motivó la desaparición de ésta.
Patricio Novoa, ingeniero forestal e investigador asociado del Jardín Botánico Nacional, y que ha formado parte de la misión, establece que de las 16 especies y 14 variedades que existen de sándalo en el mundo, ellos buscan el Santalum fernandezianum F. Phil, que crecía en la isla de Juan Fernández y fue descrita por el mencionado Philippi en 1892.
En Chile, el Departamento de Botánica del Museo de Historia Natural, conserva herbarios y trozos de madera de la especie.
“Como el sándalo es muy parecido a las soprosmas pyrifolia y oliveri de Juan Fernández, especialmente la primera, con flores muy pequeñas, hay que usar drones de alta sensibilidad, que puedan distinguir y que permitan agrandar la imagen sin pixelearse. Afortunadamente, las flores serían rojas, eso ayuda bastante, aunque otros estudios indican que eran blancas, o incluso de las dos”, añade Novoa.