“La idea de sacar al Consejo de un ministerio sectorial es tener una mirada mucho más amplia”
Silvia Díaz, presidenta del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación comenta los cambios propuestos por el gobierno a la institucionalidad en este tema y que crea un Consejo Nacional de Futuro y Desarrollo, dependiente del Ministerio del Interior. Además, reflexiona sobre su breve paso por el gabinete como ministra de esa cartera.
Hace un poco más de cinco años, la promulgación de la ley 21.105 materializó el esfuerzo, discusiones, debates y demandas de una serie de actores relevantes del país. La ley creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, pero además establecía un Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo, encargado de asesorar al gobierno de turno para elaborar estrategias de largo plazo en estas materias. Dicho consejo, integrado por 14 personas designadas por el Presidente de la República, constituía una evolución de un organismo creado durante el mandato de Ricardo Lagos, en 2005: el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad de Chile.
Es una historia relevante, que da cuenta de una inquietud que ha cruzado a todas las administraciones desde entonces: la de generar y estimular el desarrollo en estas áreas con miras a la definición de una estrategia de estado de largo plazo, que trascienda los vaivenes políticos y los énfasis puestos por cada administración.
Hace unas semanas, el gobierno presentó un proyecto que reforma esa ley para crear una nueva institucionalidad en estas materias con el foco en la prospectiva y el desarrollo sostenible basado en el conocimiento. Se trata de un mensaje para el cual puede esperarse en un apoyo transversal en el parlamento, considerando que entre otros aportes recoge las sugerencias elaboradas por la Comisión Futuro del Senado.
Por un lado, el proyecto crea un Consejo Nacional de Futuro y Desarrollo en reemplazo del actual Consejo de CTCI, y lo define como un organismo autónomo, de carácter técnico y consultivo. Y, en lo que constituye en un cambio muy relevante, determina que su relación con la Presidencia de la República será a través del Ministerio del Interior, y no de la cartera de Ciencia. Se trata de una decisión que parece darle más relevancia y atribuciones a estas materias, pero al mismo tiempo instala la pregunta sobre la importancia asignada al ministerio creado justamente para hacerse cargo de estos temas.
“El trabajo del Consejo Nacional de CTCI se enmarca principalmente en tres líneas de trabajo súper específicas: una es anticipación y prospectiva, saber qué va a pasar el largo plazo, anticiparse; trabajar en la evaluación y monitoreo de nuestro ecosistema CTCI; y el otro no menos importante son las orientaciones estratégicas”, explica de entrada Silvia Díaz, presidenta del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. “Y este año estamos completamente enfocados en el desarrollo productivo sostenible: cómo a través de la CTCI se puede lograr un mejor desarrollo productivo para nuestro país. y este sí o sí tiene que ser sostenible. Tenemos que transitar de una manera mucho más sustentable y amigable con nuestros ecosistemas y nuestra biodiversidad”.
-¿Cómo se relaciona esto con el proyecto de ley que crea el Consejo Nacional de Futuro?
-El proyecto viene a fortalecer esta institucionalidad. Lo estamos trabajando desde el Consejo directamente con el Ministerio de Ciencia y con el Ministerio de Economía y además con la Comisión Desafíos del Futuro con esta comisión de prospectiva que se genera con Sergio Bitar cuando el senador Francisco Chahuán presidía la Comisión. Como no existe una institucionalidad que pueda generar una estrategia sobre desarrollo productivo en nuestro país, porque el Consejo dejó de ver esos temas cuando se aleja de Economía y se enmarca la ley del Ministerio de Ciencias, y para no crear una nueva institucionalidad, la idea es fortalecer y robustecer esta existente. Ahora vamos a ver muchos más temas de prospectiva y de desarrollo productivo, siempre de la mano desde la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación. La idea es que salga del Ministerio de Ciencia que se aloje en un ministerio que no sea sectorial, en este caso el Ministerio de Interior. Se está apuntando para que también tenga una mirada transversal de cómo la CTCI puede aportar al desarrollo del país viendo diferentes casos, no solo a través de la tecnología y la innovación.
-Cuando se creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, parte del argumento era centralizar en un ministerio, con todo lo que significa un ministerio, una serie de programas y recursos que estaban repartidas en varias carteras. Crear ahora un organismo que tiene que ver con estos temas, pero alojarlo en otro ministerio ¿no debilita al Ministerio de Ciencia?
-No, porque nuestra institucionalidad se ha definido a tres niveles, tres capas: una por sobre la política pública exactamente, que es a nivel estratégico, para asesorar al presidente independiente de lo que esté pasando en un ministerio sectorial. Es mirar a largo plazo, entender los cambios globales, aterrizarlos a nuestra realidad y trascender con estos lineamientos de política pública a más de cuatro años, entonces es completamente independiente lo que esté pasando en un ministerio. Como tú sabes, el Consejo se llamaba CNIC, consejo para la competitividad. Cuando sale de Economía y se aloja en Ciencia, lo que se pierde un poco es que se vuelve más detallista: sólo en términos de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, cuando la CTCI puede aportar mucho más allá de algo en específico que es al ecosistema propio: cómo promueve un desarrollo productivo, cómo promueve un desarrollo social, etc. La idea de sacarlo de este ministerio sectorial es que pueda tener una mirada mucho más amplia, robustecer esta institucionalidad con mayores capacidades, con mayores recursos, que pueda tener una mirada transversal.
-En marzo de este año usted salió del Ministerio de Ciencia tras seis meses en el cargo. Al cabo de estos meses ¿tiene una reflexión distinta sobre las razones de su salida?
-Las razones de mi salida las conoce el Presidente. Y uno cuando asume un cargo público, un cargo político, tiene que estar dispuesto a salir en la medida que el Presidente lo necesite. Uno obedece netamente al trabajo y a los lineamientos que él establece y si él consideraba, en ese momento, que yo tenía mejores capacidades, o que mi tipo de trabajo era mejor para el Consejo, yo lo asumí de esa manera. Tomé este desafío con el mayor compromiso posible. Creo que es un espacio privilegiado porque te permite no estar en la coyuntura y poder planificar y pensar y tirar lineamientos estratégicos de largo plazo. Este espacio es un espacio único, muy rico en discusión y de verdad es un espacio privilegiado. La coyuntura te come a veces.
-¿En ese sentido se siente más cómoda en el Consejo?
-Mucho más cómoda en el Consejo. El poder mirar, el poder planificar evaluar cómo está nuestro ecosistema, hacer ejercicios de anticipación y de prospectiva, conocer otras realidades internacionales que muestran que no estamos atrasados, sino que estamos muy bien como lo estamos haciendo… Necesitamos poner un poquito más de de presupuesto, eso es cierto, y se está trabajando en eso, y el trabajo del Consejo va en esa línea en entregar mejores lineamientos eso.
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