En 2013, el mercado de los smartphones en el mundo era muy distinto a lo que conocemos. Sony Xperia Z marcaba el curso de lo que vendría años después con la posibilidad de tomar fotos bajo el agua, y Samsung Galaxy Note 3 se empinaba como uno de los grandes competidores de Apple, quien a su vez ingresaba en el mundo de la gama media alta con el iPhone 5C. Por otro lado, LG G2 se mostraba como uno de los mejores smartphones de ese año, Motorola lanzó un gran modelo gama media como el Moto G, y Nokia 1020 con Windows Phone se esforzaba por demostrar por qué era necesaria una cámara con 41 megapixeles.
Paralelamente, Huawei, empresa china que en Chile ya contaba con más de 10 años de experiencia en el rubro de las redes de telecomunicaciones, anunciaba para el país su línea de smartphones Ascend, destacando los modelos P2, uno de los más rápidos y delgados en aquél tiempo, y el Ascend Mate, enfocado en el ya extinto segmento de los “phablet” de 6 pulgadas, abriendo de esta forma una nueva ventana para las incipientes marcas asiáticas.
Ocho años después, Huawei no sólo es uno de los mayores fabricantes de smartphones a nivel mundial. En Chile tiene una gran presencia en ventas, con alrededor de 50 equipos lanzados desde su llegada, 39 de ellos sólo desde 2018.
Sin embargo, la empresa se encuentra en el centro de una fuerte rivalidad chino-estadounidense, en un contexto de guerra comercial y tecnológica entre las dos primeras potencias mundiales. El veto impuesto por Donald Trump y que aún se mantiene en la administración Biden hizo que Huawei tuviese que dejar de lado en parte al sistema operativo Android y los servicios de Google, optando por su propio ecosistema que poco a poco va ganando fuerza, pero que la dejó en desventaja frente a sus competidores generando una reducción del 16,5% en un año de su facturación en el primer trimestre, señal de que sigue sufriendo las consecuencias de las sanciones estadounidenses.
Aún así, los esfuerzos de la compañía en otros campos no paran: en abril se reportó una inversión de US$ 21 mil millones en investigación y desarrollo de chipsets, inteligencia artificial, autos inteligentes, Cloud, y conexiones 5G.
“Huawei se encuentra en una situación bastante compleja, que le ha significado una caída importante en ventas a nivel mundial dejando espacio para sus homólogos chinos como Xiaomi, Oppo y Vivo entre otros”, comenta Mario Romero, analista de tecnología en Transmedia.cl.
La segunda ola
En medio de la pandemia, las ventas mundiales de teléfonos inteligentes viven tiempos felices. Se recuperaron en el primer trimestre del año para mostrar el crecimiento más fuerte desde 2015, según Strategy Analytics, con 340 millones de unidades en los primeros tres meses del año, un aumento del 24% con respecto al mismo período de 2020.
El repunte siguió a una caída del mercado inducida por la pandemia de coronavirus reinante en el mundo durante buena parte del año pasado, ya que muchos consumidores pospusieron compras o actualizaciones.
Samsung lideró el mercado con el 23% de los dispositivos vendidos, seguido de Apple, con el 17%. Les siguieron tres fabricantes chinos: Xiaomi (15%) y Oppo y Vivo (11% cada una).
Nabila Popal, directora de investigación de IDC’s Worldwide Mobile Device Trackers, explica que “a medida que el mercado de los teléfonos inteligentes se recupera, se produce un cambio importante en el panorama competitivo. Huawei sale del Top 5 por primera vez en muchos años, después de sufrir fuertes descensos por el mayor peso de las sanciones estadounidenses. Los proveedores chinos Xiaomi, Oppo y Vivo se aprovechan de ello y aumentan su cuota con respecto al trimestre anterior, situándose en los puestos tercero, cuarto y quinto a nivel mundial durante el trimestre, con un 14,1%, un 10,8% y un 10,1% de cuota, según nuestros análisis. Los tres proveedores están incrementando su atención en los mercados internacionales, donde Huawei había aumentado su cuota en los últimos años”.
Para Mario Romero, “el fenómeno de la invasión china tiene sus bemoles. Nuestro mercado es importante (ingresaron 8,4 millones de teléfonos en 2020), el iPhone a pesar de su precio es el tercer teléfono más vendido en el país en 2020 y habla de una tendencia fuerte en gama alta, además de una alta población en gama media. El escenario en Chile es muy atractivo para el usuario. Por renovación o querer algo mejor, hay una vitrina mucho más importante con Oppo, Vivo y Xiaomi, que se ha potenciado fuertemente y es el candidato natural a los espacios dejados por Huawei y LG, que se retirará del mercado.
Ryan Reith, vicepresidente del programa Worldwide Mobile Device Trackers de IDC, añade que “la mayor parte del volumen de LG estaba en el continente americano, con Norteamérica representando más del 50% de su volumen y Latinoamérica otro 30%. A pesar de que el proveedor ha perdido terreno en los últimos años, todavía tenía el 9% del mercado norteamericano y el 6% del latinoamericano. Su salida crea una oportunidad inmediata para otras marcas. Dado que la competencia es más feroz que nunca, sobre todo en la gama baja, es de suponer que entre 6 y 10 marcas están pendientes de esta oportunidad”.
“Huawei, alicaído y golpeado por EE.UU. también ha quedado pegado en innovación y en China han caído sus ventas. Xiaomi está trayendo smartphones de gama alta para competir con Samsung y Apple, pero habrá que darle tiempo y espacio a los chinos para ver si podrán proyectarse en el país”, apunta Mario Romero.
Aroma a gama alta
En Chile, los smartphones de gama media son clave para las empresas de telefonía, más aún cuando en el último tiempo han ido incorporando funciones de sus hermanos mayores o menores, dependiendo del costo.
Mariangella Castagnino, analista de consumo de IDC Chile, indica que “en el país, los usuarios mayormente eligen dispositivos de gama media-baja, y gama media-alta. Los primeros tienden a cambiar el teléfono una vez al año, principalmente debido a la durabilidad de los teléfonos, la pantalla es LCD y los materiales son de distinta calidad a la de un teléfono de gama alta, además de necesitar mayor espacio de almacenamiento”.
“El otro problema que se da la durabilidad de la batería, después del año hay que estar cargándolo con mayor frecuencia porque a su vez, el usuario también consume más”, añade.
En cuanto a los usuarios que prefieren equipos de gama media-alta, la analista asegura que “suelen renovarlo en un promedio de dos años. Uno de los principales atributos es la durabilidad del equipo, mejor calidad de pantalla (OLED) y de los materiales que está hecho el teléfono. Otra de sus características es mayor duración de batería, mayor cantidad de almacenamiento, seguridad, asistentes virtuales, resistencia al polvo y al agua e incluso servicio personalizado. Generalmente es utilizado por usuarios más corporativos por las prestaciones que tiene el dispositivo”.
“Además el software del equipo permite utilizar varias aplicaciones al mismo tiempo sin que se queden pegadas, funcionalidad que ha tomado mayor relevancia ya que el smartphone también se ha transformado en una herramienta de trabajo”, sostiene Castagnino.
Para Mario Romero, “los competidores se enfocan en gama media con precios de entre 180 y 300 mil pesos. Se ha incentivado mucho el tema de gama media con aroma a gama alta por prestaciones como pantallas AMOLED, lector de huellas lateral o en pantalla, procesadores Qualcomm, buen sonido, etc. Mi crítica a Oppo y Vivo es que a Chile han llegado gamas de entrada o media perdiendo la oportunidad de golpear la mesa, en comparación con Colombia y Perú, donde entraron con gama alta premium. En Chile, la política es tantear terreno con productos algo atrasados en tecnología, con hasta 10 meses en China, India y Europa. El mensaje a estos nuevos jugadores es que se tomen en serio el país, porque los usuarios son muy exigentes”.
Alberto Vásquez, gerente de Terminales de Movistar Chile, indica que dentro de nuestras ofertas contamos con Xiaomi, vivo y TCL. Estas dos últimas son marcas de fabricantes chinos que llegaron con muy buenas propuestas y que han ido ganado terreno, no solo con smartphones, sino que también con accesorios y un potente ecosistema, lo que demuestra que el cliente está buscando nuevas opciones”.
“El crecimiento de las marcas chinas en el país viene de la mano de precios muy competitivos, con una excelente relación precio-calidad, y una alta presencia comunicacional y de marketing. Adicionalmente, por ejemplo, Xiaomi posee un ecosistema completo de accesorios como scooters, aspiradoras y diversos dispositivos de casa conectada”, sostiene.
Ignacio Reyes, subgerente Productos Terminales de Entel, señala que “hemos estado atentos al desempeño de marcas líderes en otras regiones, como China. Es así como además de Huawei, quien ha tenido un rol principal en las ventas de equipos desde hace varios años, sumamos a la marca Xiaomi desde el 2019 y posteriormente incluimos a vivo desde fines del año pasado”.
“Hoy en día estimamos que las importaciones de equipos de marcas procedentes de China alcanzan en Chile aproximadamente entre un 20% y 25% de las unidades totales. En el caso del retail, estimamos ventas para dichos fabricantes por sobre un 20% de la participación total en unidades, y en cuanto a Entel en términos de crecimiento de venta, Xiaomi y Vivo han crecido cuatro veces desde la segunda mitad del año pasado a la fecha, situándose dentro del top 5 de marcas más vendidas este año”, añade Reyes.
Las cifras son claras. De acuerdo a un análisis reciente de la consultora Canalys, a dos años de desembarcar en el mercado chileno, Xiaomi alcanzó el segundo lugar en términos de despachos de teléfonos inteligentes durante el primer trimestre del año en curso, registrando un crecimiento anual del 1050% y una participación en el mercado local del 18%, situando a la empresa china en el segundo lugar de empresas de telefonía móvil a nivel nacional.
Sang Park, gerente de terminales de WOM, señala que “estamos trabajando con Xiaomi y Vivo, pero es bueno tener alternativas, considerando que hay otras marcas que están preparando su entrada al país y es positivo para los consumidores que exista una mayor diversidad. A grandes rasgos el peso total de las marcas chinas en general no ha cambiado, pero si la distribución. Huawei a partir de la prohibición en EE.UU. ha tenido una caída sostenida y de tener un 25% llegó a menos de un 10% en la industria. Por otro lado vemos a Xiaomi que crece y busca ese espacio, y quizá pase lo mismo con la salida de LG. Pero como dinámica total se ha mantenido bastante estable. La caída de Huawei le dio el paso a otras marcas que han ido capitalizando ese efecto, como Xiaomi”.