“Es probable que veamos lluvias dentro de los promedios habituales hasta mediados de julio, seguido de una disminución importante que podría llevar a un año con niveles de precipitaciones por debajo o cercanos a una condición media”, pronostica el meteorólogo e investigador de la Universidad Católica de Valparaíso, Miguel Fernández.
El académico sostiene que durante este invierno la zona central del país presentará un escenario instable debido a que las condiciones climáticas se encuentran en plena evolución, con un fenómeno de El Niño que está retrocediendo y caminando hacia una fase de La Niña.
“Si recordamos lo que sucedió el año pasado, el fenómeno de El Niño se declaró a mediados del invierno, es decir, un poco tarde para afectar el comportamiento pluviométrico, influyendo en las precipitaciones hacia el final de la estación”, añade.
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Fernández señala que El Niño está disipando y se espera que las temperaturas del Océano Ecuatorial Central desciendan por debajo del umbral de los 0,5 grados Celsius para el trimestre marzo, abril y mayo, según muestran los pronósticos de las agencias especializadas.
“Si estas proyecciones se cumplen, probablemente experimentaremos una transición hacia unas condiciones de neutralidad en pleno invierno y seguido de un enfriamiento a finales de la estación debido a La Niña”, establece Fernández, investigador de la Fundación Huinay PUCV-Enel.
Al pronóstico expuesto por el académico de la Universidad Católica de Valparaíso, se suma el presentado por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), el que indica que efectivamente El Niño continuará debilitándose.
“Durante los períodos neutrales, no tienen una marcada tendencia hacia condiciones más lluviosas o más secas. En resumen, el consolidado de los modelos que pronostican el fenómeno de El Niño sugieren que durante el trimestre abril – mayo – junio se mantenga la condición neutral. Es importante destacar que la neutralidad muchas veces está asociada a incertidumbre”, dice Fernández.
Pese a este escenario, aún persisten días con elevadas temperaturas en pleno otoño. Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, explica que las elevadas temperaturas de los últimos meses probablemente estén relacionadas con El Niño, pese a que está remitiendo. “Esto significa que las temperaturas extraordinarias que han afectado no solo Chile, sino a buena parte del continente americano y el mundo, deberían moderarse en las próximas semanas y meses”, sostiene.
“La caída en la temperatura superficial del Pacífico tropical, no solamente sugieren que El Niño está remitiendo, sino que anticipa el rápido desarrollo del fenómeno de La Niña. De acuerdo a la Agencia Norteamericana de la Atmósfera y el Océano (Noaa), existe más de un 60% de probabilidades de que La Niña se desarrolle en el Pacífico en el segundo semestre de este año”, sostiene el climatólogo.
El rápido enfriamiento del Pacífico, “probablemente alivie las temperaturas altas que han afectado a la zona central del país en los últimos meses, sin embargo, también podría traer de vuelta la sequía a la zona central”, añade Cordero.
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Las temperaturas deberían acercarse más a valores típicos las próximas semanas o meses. “Depende de qué tan rápido se desarrolla La Niña. Al contrario de El Niño, La Niña modera las temperaturas. Si La Niña se desarrolla rápidamente, probablemente los próximos meses no sean tan cálidos”, explica Cordero.
Las elevadas temperaturas de los últimos meses no son un fenómeno local. Los últimos 10 meses han sido los más cálidos jamás registrados en Sudamérica.
“El planeta como conjunto también presenta al momento temperaturas récord. Sin embargo, un momentáneo alivio está en camino pues las temperaturas del Pacífico tropical están cayendo rápidamente. En la zona 1+2, inmediatamente frente a las costas de Ecuador y Perú, la temperatura superficial del mar ya presenta actualmente anomalías negativas. Es decir, temperaturas bajo valores típicos”, señala.
“Debido al desarrollo probable de La Niña en el Pacífico, es poco posible que este año supere, en términos de temperatura, los récords establecidos en 2023, que terminó a nivel global, como el más cálido jamás registrado”, sostiene Cordero.
Aunque el desarrollo de La Niña probablemente alivia las temperaturas extraordinariamente altas con las que ha comenzado este 2024, “La Niña tiene un lado B. No favorece las precipitaciones, y podría traer de vuelta la sequía a la zona central”, recalca Cordero.