Muchos se vieron sorprendidos con las altas temperaturas durante este fin de semana en la zona central, sobre todo en la Región Metropolitana. En medio de un invierno lluvioso, más de alguno se sintió en pleno verano, dejando guardados en el closet, chalecos y pantalones largos.
Agosto se ha presentado como un mes particularmente indescifrable durante el presente año. Por primera vez en el invierno, de acuerdo a la estadística de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), se registraron tres días seguidos con temperaturas superiores a 23 grados (viernes 27,3°C, sábado 25,4°C, domingo 23,3°C), además ha sido un mes particularmente lluvioso, el con más precipitaciones de los últimos cinco años.
Eso no es todo ya que hoy en la mañana presentó frío y niebla, escenario que se desarrolla en medio de una megasequía que se ha extendido por más de 13 años en la zona central del país.
Bajo este escenario, ¿lloverá en los próximos días? ¿Cómo será en materia de precipitaciones lo que queda de invierno? ¿Qué provoca este fenómeno?
Cuando queda poco mas de una semana para el fin del invierno meteorológico (junio, julio y agosto) se puede comenzar a hacer un balance, señala Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago. “Éste ha estado influido por al menos tres factores: La Niña, el cambio climático y la larga e intensa sequía que afecta a la zona central desde hace más de una década”, explica.
Si bien durante los últimos días se han registrado altas temperaturas en Santiago, este ha sido en la zona central el invierno más frío de la última década. “La Niña tiende a moderar las temperaturas, lo que podría haber influido en esto último. En la zona central las temperaturas máximas promediaron algunas décimas sobre valores típicos, pero están lejos de los extraordinarios valores registrados durante el muy cálido invierno 2015″, añade Cordero.
La visión de Cordero coincide con los pronósticos, tanto de la propia DMC como de distintos portales climáticos. La DMC establece que no lloverá en los próximos días. Similar situación en las principales ciudades de la zona central.
Meteored no establece precipitaciones en los próximos 14 días en la capital, lo mismo AccuWeather y The Weather Channel, este último, utilizado por Google como referencia climática y meteorológica. En los tres casos, se indican jornadas soleadas y con nubosidad parcial, con máximas sobre los 20°C y mínimas en torno a los 5°C.
Cordero señala que las precipitaciones de la zona central llevan varias décadas disminuyendo debido al cambio climático, “aunque la persistencia de La Niña en el pacífico, y la influencia del cambio climático, hacen poco probable que este sea el año que marque el fin de la larga e intensa sequía que nos afecta”, agrega el académico.
El invierno meteorológico que terminará el 31 de agosto probablemente cierre en Santiago con un déficit de precipitaciones de alrededor del 40%. “Los 120 mm registrados en la Estación Quinta Normal a la fecha están lejos de los 210 mm que son considerados normales durante el invierno en Santiago, y son incluso muy inferiores a los 180 mm registrados en 2020″, explica el climatólogo.
De cualquier manera, “las precipitaciones registradas en el invierno 2022, han sido hasta la fecha, tres veces superiores a las registradas en el invierno hiperárido de 2021, lo que aleja el fantasma de racionamiento para las grandes ciudades de la zona central en la próxima temporada primavera-verano”, considera Cordero.
¿Qué pasará en septiembre y octubre?
El Pronóstico Estacional de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) establece que el próximo trimestre (hasta octubre) anotaría precipitaciones bajo lo normal, entre Coquimbo y Los Lagos. Esto quiere decir que no se registrarían grandes jornadas de lluvia.
Señala que este trimestre en particular es de gran importancia para los acumulados anuales, y tiene casi tanta importancia como el trimestre de invierno junio, julio y agosto. Lamentablemente, y al igual que los últimos pronósticos estacionales, sigue dominando una condición bajo lo normal en el tramo entre Coquimbo y Los Lagos.
Esto significa que, por ejemplo, en Santiago, lloverían menos de 39 mm que se registran para un septiembre normal; en Talca menos de 115 mm y en Concepción menos de 205 mm en el trimestre completo
Aclara que esto no implica que no vaya a llover, sino que el total de lluvia acumulada durante estos 90 días aproximadamente, estará debajo de lo que climatológicamente se espera para un trimestre julio, agosto y septiembre normal.
Carlos Faúndez, académico de la Escuela de Agronomía Universidad de las Américas, señala que aún no hemos superado la megasequía. “Las precipitaciones registradas durante la última semana no fueron suficientes para superar el déficit en Santiago, es más, solo un 14% de las estaciones meteorológicas desde Arica a Punta Arenas se encuentran con superávit; el resto continúa con déficit de precipitaciones acumuladas”.
Si consideramos un escenario en el que desde julio a diciembre de 2022 ocurran precipitaciones normales en Santiago y le sumamos las que ya se han producido, el año concluiría con un déficit de aproximadamente 33%, establece Faúndez.
“Pero esta posibilidad de lluvias es improbable, debido a la actual presencia del fenómeno climático de La Niña, que supone precipitaciones menores a las normales. La buena noticia es que a la fecha hemos superado los 100 mm, considerado como la precipitación mínima para que no se genere hipersequía, como la registrada en 2019″, añade este último.
Un tercer pulso de La Niña es posible
El fenómeno de La Niña (enfriamiento en el Pacífico ecuatorial), establecido oficialmente a fines de 2020, aún no termina. Es cierto que se tomó una pausa entre marzo y agosto de 2021, pero volvió en septiembre de ese año y desde esa fecha que no ha desaparecido.
Si bien ha mostrado señales de debilitamiento, es decir, un calentamiento en el Pacífico ecuatorial, pero parece estar lejos de terminar. Los modelos climáticos muestran una mayor probabilidad de La Niña hacia fines de año. Así lo indica el pronóstico multi-modelo de IRI de la Universidad de Columbia y otros centros internacionales.
Cordero señala que a pesar de que durante junio La Niña se debilitó, la Agencia Oceanográfica y Atmosférica de los Estados Unidos, la Noaa, “mantiene su proyección de que La Niña se fortalecerá a fines de año y por tercer año consecutivo tendremos un fin de año con ésta”, añade.
De cumplirse este pronóstico, tendríamos un tercer pulso de La Niña y pasaríamos el verano 2022-2023 bajo una condición de La Niña, al igual que los últimos dos veranos. Los eventos de El Niño y La Niña son más probables, climatológicamente en verano, pero típicamente después de El Niño viene La Niña. En otras palabras, después de un calentamiento fuerte en el Pacífico viene un enfriamiento, indica el boletín.