Un nuevo fenómeno astronómico será visible esta noche en la Región Metropolitana. Se trata de la lluvia de estrellas Oriónidas, meteoros provenientes del cometa Halley, los que se podrán apreciar como estrellas fugaces en el cielo de la capital, así como también en distintos puntos del país, desde San Pedro de Atacama hasta Concepción, por ejemplo. Se estima que en total serán entre 50 y 70 meteoros por hora.
El fenómeno si bien será visible desde cualquier parte de la ciudad, para obtener un mejor resultado, considerando la contaminación lumínica que hay en Santiago y en grandes centros urbanos, lo ideal es alejarse un poco a destinos como el Cajón del Maipo, Farellones o Colina, donde se puede observar de manera más nítida.
La denominada lluvia de estrellas Oriónidas comenzó ayer y se extenderá hasta esta noche. A partir de las 12 de la madrugada, y hasta el amanecer, es posible disfrutar del “espectáculo”. Mientras más próxima esté la salida del Sol, mejor se puede observar. Aunque la constelación se encontrará en lo más alto entre la 1 y 2 de la madrugada. El punto de referencia son las Tres Marías.
Juan Carlos Beamín, astrónomo de la Universidad Autónoma y Doctor en Astrofísica de la Universidad Católica, señala que la lluvia de estrellas Oriónidas es un evento astronómico que ocurre cada año en torno al 20-21 de octubre, “durante esta época se puede ver una mayor cantidad de estrellas fugaces en el cielo que nacen en un punto de la constelación de Orión”.
José Fernández-Trincado, astrónomo de la Universidad Católica del Norte, establece que “estos meteoros irradian (o mejor dicho, entran a la atmósfera terrestre) desde la famosa constelación de Orión, la cual es visible desde ambos hemisferios, dada que se encuentra a aproximadamente +16 grados de latitud”.
Roberto Antezana, astrofotógrafo del Departamento de Astronomía de la U. de Chile, explica que para ver el fenómeno hay que mirar directo al oriente (Cordillera de los Andes), “a partir de las 12.30 de la noche, donde saldrá la constelación de Orión con las Tres Marías”.
César Fuentes, astrónomo FCFM de la U. de Chile y Ph.D en Astrofísica de Harvard, agrega que son cometas que se denominan de período corto, “que probablemente vienen del sector donde está Plutón, con interacciones con planetas como Neptuno y Júpiter, para luego acercarse a la Tierra”.
En realidad estos meteoros que ingresan a la atmósfera terrestre son los desechos del cometa Halley, después de su tránsito alrededor del Sol; el que nos visita aproximadamente cada 75 años desde los límites del Sistema Solar. “Su última visita fue en 1986, y su próxima será alrededor del 2061. Este es un evento frecuente que ocurre cada año, dado que la Tierra en su movimiento de traslación alrededor del Sol atraviesa una zona del espacio del Sistema Solar que una vez fue transitada por este cometa”, recuerda Fernández-Trincado.
El cometa Halley, pierde partículas a lo largo de su viaje, en especial cuando se encuentra más cerca del Sol, parte de su hielo se evapora y suelta también pequeñas piedrecillas. “Estas partículas se mantienen en la misma órbita que el cometa, y cuando la Tierra se acerca a la órbita del cometa algunas de ellas entran en la atmósfera y se queman, produciendo el fenómeno que conocemos como meteoros o estrellas fugaces. Como la órbita del Halley y la Tierra son constantes, el fenómeno se produce siempre en la misma época del año, y los meteoros parecen venir del mismo sector del cielo”, explica Beamin.
Desde el punto de vista científico, estos desechos de cometas nos permiten entender de qué están hechos, y cómo se forman. “Es posible observarlos a simple vista, y se ven como destellos de luz de color entre amarillo a verde que dejan trazos persistentes al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, y pueden ser vistos en una noche despejada. Su máxima visibilidad será esta madrugada”, añade el astrónomo de la Universidad Católica del Norte.
El punto desde el cual parecen radiar o nacer las estrellas fugaces queda ligeramente al norte de la estrella Betelgeuse, una estrella bien brillante de color anaranjado/amarillento en la constelación de Orión. “Si no la conocen, pero si han visto las “Tres Marías”, deben mirar un poco más al norte de estas estrellas. El mejor horario para verlas es antes del amanecer, a eso de las 5 o 6 AM. En un cielo oscuro deberíamos poder ver entre 50 a 70 meteoros por hora, es decir uno por minuto aproximadamente”, establece el astrónomo de la U. Autónoma.
Urano también estará en órbita
Beamin considera que en términos científicos no es mucho lo que se puede decir, sin embargo, “es un bonito evento para presenciar, puesto que no se necesita de telescopios o equipos caros. Lo ideal es solamente estar al aire libre, ojalá en un sitio donde no haya mucha contaminación lumínica. Esto permite ver muchos más meteoros. Esta lluvia de estrellas se produce todos los años en esta fecha”.
El fenómeno astronómico se registra en paralelo a una Luna llena (registrada anoche), lo que si bien le añade mayor valor y belleza a la jornada, también complica en parte la visibilidad, debido a la luminosidad propia del satélite natural. La experiencia no requiere de telescopios, ni elementos adicionales, ni profesionales. Basta con sentarse a mirar el cielo.
Denominada Luna del cazador, de sangre o de la cosecha (según las costumbres norteamericanas) el fenómeno también permite ver el planeta Urano, aunque requiere de cierto entrenamiento y/o capacidad profesional. Esta noche, y durante las próximas noches, es posible observar el séptimo planeta del sistema solar, el tercero de mayor tamaño, y el cuarto más masivo.
Fuente señala que la Luna avanza poco más de 10 grados por noche. “En particular la situación con Urano, no es fácil de observar, incluso con telescopios. No es algo que se pueda observar a simple vista”.
Urano pasará cerca de la Luna, lo que debido a su brillo, puede dificultar su visibilidad. El mejor momento para verlo es entre la medianoche y el comienzo del crepúsculo. Si bien su plenitud fue anoche, durante esta jornada, con la iluminación de la Luna ligeramente más baja, aún se puede observar.
Al igual que en el caso de la lluvia de estrellas, y como para cualquier evento astronómico, la recomendación es alejarse de la ciudad, y buscar un lugar oscuro, sin contaminación lumínica. Si vives cerca de cualquier fuente de contaminación lumínica, especialmente en o cerca de las principales ciudades, no podrás ver a Urano sin un telescopio o binoculares ¿Cómo reconocerlo? Hay que buscar una mancha verde azulada tenue.