Lorena Medina, la única mujer decana en la Universidad Católica
Hoy en la UC hay 17 decanos hombres y solo una mujer. En ese cargo, reconoce una responsabilidad al respecto de la igualdad de género, y de llamar la atención sobre prácticas naturalizadas y hacerlas explicitas para que se produzca el cambio en la academia.
Brecha de género en educación, fue uno de los temas que más debate encendió en las tomas y movimientos feministas en 2018 en las universidades chilenas. Un área en la que hubo consenso en la necesidad de avanzar. Y no sólo desde la perspectiva de mallas curriculares y protocolos ante abusos y acoso sexual. Se necesitaba también mayor igualdad de género en la representación y acceso en cargos importantes a nivel académico.
A casi dos año de esos hechos, existen avances. Pero la realidad muestra que en términos de brechas, aún hay claros ejemplos. De las 56 universidades que hay en el país, solo tres tienen como máxima autoridad a una mujer. Dos de ellas corresponden a universidades privadas. La tercera es la rectora de la Universidad de Aysén, Natacha Pino Acuña, la que además cuenta con el hito de ser la primera autoridad universitaria mujer elegida por los propios académicos.
Eso es lo que ocurre en cuanto a las máximas autoridades universitarias, pero si se observa en el espacio de los Facultades, la situación no varía mucho. Por ejemplo, en la Universidad Católica, solo una mujer es decana. Se trata de Lorena Medina, doctora en Psicología del Aprendizaje e Instrucción por la Universidad Autónoma de Madrid, España, actual Decana de la Facultad de Educación en dicha universidad.
Representatividad
Medina fue vicedecana de la facultad entre 2011 y 2012; y además directora del Centro de Políticas y Prácticas en Educación, Ceppe, de la UC. Hoy como la única mujer en un decanato, considera necesario avanzar en los temas de paridad de género dentro de la comunidad universitaria. Reconoce que existe interés y preocupación a que las mujeres estén representadas en la academia, "hay vicerrectoras, pero en las facultades todavía se sigue votando más por hombres que por mujeres".
Existen ciertas disciplinas, dice Medina, en que se da más machismo que en otras. “En otros momentos ha habido dos o tres mujeres, pero siempre es un porcentaje bajo, actualmente hay 17 decanos hombres y una mujer. Hay facultades donde nunca ha habido una decana mujer, y tienen muchas mujeres”, destaca.
¿Por qué es importante hacer notar esa diferencia? "Por equidad de género", sostiene Medina. "Por reconocimiento a la labor académica de las mujeres y por el aporte que significa ver el mundo desde lo femenino. Y en las universidades hay gran contingente de mujeres con aptitudes".
La ventaja hoy, es que es una temática de la cual se habla. Clara consecuencia, dice, de los movimiento del año 2018 en las universidades. “Yo participé en la mesa de diálogo que tuvimos con la vocera de la toma de la Casa Central y se dio un diálogo interesante que tuvo acuerdos y esos acuerdos se respetaron, los que tenían que ver con temas relevantes para generar cambios y apuntar a la equidad de género y temas de género dentro de la universidad”, señala.
Esos acuerdos se plantearon, indica, con enfoque en las y los estudiantes, y en cómo se generaban las condiciones para no tener una educación sexista en la universidad.
Reconoce que desde la academia existen avances, pero se trata de una tarea cultural permanente, “donde sería muy potente que tuviera consecuencias que permitieran más mujeres académicas en categorías superiores”.
Es una cuestión de tiempo que decanten las practicas culturales que hoy son barreras para las mujeres, sostiene: “La universidad lleva varios años en este tema, existen protocolos hace bastante tiempo y desde la dirección estudiantil se cuenta con programas y tareas. Nos hemos hecho cargo”.
De la misma manera en que se reclaman más espacios, también en aquellos en que se están abriendo posibilidades, dice, hay que aprovecharlos. “Hay que tomarlos y trabajar en ellos, por ejemplo, en las que se ponen cuotas de género para hacer ciertos cambios, hay que enterarse, informarse y tomar esos espacios. A veces se produce queja en áreas donde ya están ocurriendo cambios, pero en otros, donde no está ocurriendo, no se dice nada. Al ser la única mujer decana en la universidad me siento con una responsabilidad al respecto, de llamar la atención sobre practicas naturalizadas y hacerlas explícitas para poder cambiarlas, para hacer el cambio”.
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