El 22 de agosto, y mientras se encontraba en Nueva York, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Egipto, anfitrión de la COP27 invitó a Chile y a Alemania a cofacilitar la discusión integrando una de las mesas claves de la cita medioambiental: Pérdidas y Daños.
“Es un gran honor para mí aceptar esta invitación y ayudar a guiar esta discusión”, dijo en aquel entonces Rojas, informando además que quien la acompañaría sería Jennifer Morgan, actual comisionada del clima de Alemania y exjefa ejecutiva de Greenpeace.
Y desde esta mesa, la ministra jugó un rol fundamental en una de las COP más exitosas de las últimas versiones, y en que en la que se selló un histórico acuerdo, donde se aprobó crear un fondo para compensar a las naciones pobres que sean víctimas de fenómenos meteorológicos extremos agravados por la contaminación de carbono de los países ricos.
Además, el acuerdo incorporó una transición justa que incluya al sistema financiero, medida que implica una serie de desafíos para el desarrollo económico sostenible y la erradicación de la pobreza.
Luego de un largo de viaje de regreso al país, Rojas conversó con Qué Pasa, y reveló capítulos “íntimos” de lo ocurrido en África, durante la mayor cumbre climática a nivel global.
“En el último texto que propusimos con Jennifer Morgan (delegada para Asuntos de Cambio Climático de Alemania) como cofacilitadoras de Pérdidas y Daños establecimos todas las cosas importantes que los países tenían en común para tomar la decisión política, con tres opciones. Una era muy cercana a la propuesta del G77 + China, otra intermedia -en la que se propone continuar con la discusión-, y otra más cercana a lo que querían los países desarrollados. Pero cuando la UE dice que está disponible a la primera opción, se abrió la discusión”, revela la ministra.
“Al principio celebramos”, agrega, pero dice que de todas maneras “el acuerdo estuvo muchas veces a punto de caerse, porque en los detalles -que en realidad no eran tan detalles- no hubo acuerdo hasta el último minuto”, señala.
El viernes en la noche, añade, “la presidencia de Egipto llamó a una plenaria de balance para ver cómo estábamos. Ahí, en primer lugar pidió la palabra la Unión Europea, que para sorpresa de todas y todos, dice que accede a un fondo para Pérdidas y Daños. Esto cambió todo el panorama, porque con esto se abrió la posibilidad de tener una decisión en línea con lo que estaba pidiendo el G77 y China”.
Esta es una agenda que históricamente han llevado un grupo de países llamado “Pequeños Estados Isla”. “Lo que realmente cambió el tono de la conversación fue cuando todo el bloque del G77 + China, como bloque y con una voz única, establecen la decisión de crear un fondo”, reconoce Rojas.
Cuando la Unión Europea accede fue un momento de celebración para nosotras, recuerda. “Pero fue una celebración solo entre Jennifer y yo, porque sabíamos que aún venía la negociación de todos los detalles y entendíamos que aún todo se podía caer. Además, desde ese momento también comenzamos a concentrarnos en las decisiones de mitigación, donde los países desarrollados pudieron haber dicho: ‘No se hará lo suficiente en mitigación, así que nos restamos del fondo de Pérdidas y Daños’. Por suerte, eso no pasó”, explica.
Una Transición Socioecológica Justa
Otro tema que la ministra releva como muy importantes, es el establecimiento de un programa de trabajo para crear lo que se denominó como una Transición Socioecológica Justa. “Todos estamos de acuerdo con que hay que eliminar el uso de todos los combustibles fósiles, pero esa transición –que es particular, dependiendo de cada nación- no es fácil para ningún país. Ahí, como gobierno estamos trabajando fuertemente. Nuestro Ministerio creó la oficina de Transición Socioecológica Justa con la que esperamos aportar a esta discusión, tanto en Chile como a otros países. No hay una hoja de ruta definida sobre cómo hacer esto en el mundo porque todos recién están implementándolo”, finaliza.