Malalhue: cómo un pequeño pueblo del sur enfrenta su primer contagio
Este relato se sitúa en una localidad de la Región de Los Ríos donde oficialmente hay una persona contagiada. Sin los beneficios que tiene una ciudad más grande, su lucha contra el virus se basa en la unión de la comunidad.
Dependiendo el día, pasa un carro de bomberos, una patrulla o un vecino en camioneta. Lo seguro es que a las 8 de la noche, el pregón ordena guardarse, entrar a las mascotas y cerrar bien las puertas y ventanas de los hogares. Dos horas después, varios tractores de los mismos agricultores que viven cerca del lugar trasladan a voluntarios con decenas de litros de líquido especial para fumigar las veredas, los paraderos de buses, las plazas y todos los sectores de tránsito que hay en Malalhue, un pequeño pueblo de la Región de Los Ríos, perteneciente a la comuna de Lanco y que se ubica a mitad de camino entre esta ciudad y Panguipulli, una localidad de alto afluente turístico.
Cuesta encontrar a Malalhue en el mapa. En Wikipedia (curiosamente solo aparece en la versión en inglés), su reseña apenas tiene tres líneas. Ahí viven cerca de 5 mil personas. Y una de ellas, Paula Reyes (26 años), está contagiada de Covid-19. Todos sus vecinos lo supieron mucho antes de que las autoridades lo confirmaran. La misma mujer lo hizo público en Facebook y prometió no salir de su casa hasta estar segura de no ser un foco de peligro. “Y lo he cumplido. Me aislé, no he tenido contacto con nadie. Solo con mi pareja, que también está en cuarentena”, dice Paula, madre de dos pequeños de 7 y 2 años, que debe cumplir con el encierro hasta el 18 de abril.
El coronavirus preocupa a todos. Pero no es lo mismo estar en una ciudad llena de servicios, con varias consultas (públicas y privadas) o farmacias a la mano. En lugares como Malalhue, la organización es distinta. Y la coordinación, también. Desde el cura Mario Cofré que bendice los bidones con el químico de la fumigación hasta las atenciones que recibe Paula Reyes de parte de la señora Sonia Jara, la dueña de la panadería O’Higgins, uno de los almacenes más importantes del poblado.
“Se organizaron los vecinos y el municipio los apoya en todo lo que puede. La gente ha sido muy responsable en su mayoría. Se ayudan mucho entre ellos. Y sí, se sanitizan las calles, mínimo cada dos días”, comenta Rolando Peña, alcalde de Lanco, quien destaca el autocuidado que se ha generado entre la misma comunidad. En ese sentido, destaca la labor informativa y coordinadora de la emisora local, Portal Radio de Malalhue, “que cumple un rol fundamental. Es la única que se escucha sin problemas en la zona urbana y rural del sector. La gente del campo se entera de las medidas que se toman a través de ellos”, subraya el jefe comunal.
El director de la radio se llama Marcos Troncoso. Reconoce que la reacción aquí es muy distinta a la de una ciudad grande. Claro, casi todos se conocen con todos. “Muchas de las medidas que se aplican en nuestro pueblo se toman por iniciativa de los propios vecinos. Las juntas de vecinos, grupos de adultos mayores, comerciantes locales, agricultores que han facilitado su maquinaria. Y claro, a través de la radio se coordina mucho. Hay un compromiso general”, recalca el comunicador.
La misma Seremi de Salud de Los Ríos, la doctora Regina Barra, remarca esta diferencia. “Mientras más chico es el pueblo, más se conocen las personas. En este caso es importante la red de apoyo social. Los familiares, los amigos, dejando abarrotes, artículos de aseo, en la puerta de la casa. Al revés de lo que pasa en una ciudad grande, donde un enfermo es uno entre muchos”.
Según los antecedentes de la Seremi, Malalhue justamente es la localidad de Los Ríos más pequeña con casos positivos a la fecha: “El desarrollo de la persona contagiada ahí ha sido muy favorable. No se ha requerido hospitalización, pero ha habido un seguimiento de su caso, a través del servicio de salud local y por teléfono. Si una persona requiere ser internada, se le trasladará inmediatamente”. Paula Reyes confirma este dato, aunque aclara que aún no tiene claro cuándo debe dejar la cuarentena.
Paula también reconoce que su confesión en Facebook provocó reacciones extremas en un comienzo. De apoyo y también de crítica. “Algunos me dijeron que mentía”, relata. Pero al poco tiempo eso cambió. “Malalhue en general se ha portado muy bien conmigo. Se han comunicado muchas personas, me han traído mercadería. Un grupo de vecinos me trajo mascarillas y guantes”, dice la madre sureña.
Por otro lado, se espera que dentro del mes de abril se adelante la inauguración de un nuevo Cesfam para la comunidad sureña, en el marco de la alerta sanitaria por Covid-19. “Es una medida estratégica con la finalidad de disponer de un centro adicional en el territorio, que cuenta con alta dispersión geográfica y ruralidad”, explica Víctor Jaramillo, director del Servicio de Salud de Valdivia. El objetivo es atender a 8.092 usuarios validados por Fonasa, con una dotación de 79 funcionarios.
Aparte de lo que le cuentan, no sabe que afuera la comunidad no solo está preocupada de ella. No sabe de las colectas en el frontis del único supermercado del sector. No ha visto al cura y sus bendiciones, tampoco a los tractores y a los fumigadores nocturnos. Paula está esperando el alta y el fin de la cuarentena de su familia. Ruega porque haya valido la pena y porque no aparezca un nuevo contagiado o contagiada en su querido Malalhue, un pueblo cuyo nombre en mapudungún significa “Lugar Cercado”.
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