En los últimos años se advierte un aumento significativo de la ocurrencia de incendios forestales. En enero y febrero pasado hubo una serie de siniestros en las regiones de Los Lagos, La Araucanía, Biobío, Maule, O´Higgins y Valparaíso, siendo esta última la más afectada.
Eventos de estas características generan una serie de repercusiones sociales, económicas y medioambientales. En relación con la biodiversidad y los ecosistemas, uno de los problemas es la erosión, la pérdida de propiedades del suelo y la modificación de procesos hidrológicos, entre los cuales se encuentra una baja en las tasas de infiltración y un aumento significativo del escurrimiento.
Así lo determinó un estudio liderado por Pablo Silva Jordán, del Centro de Innovación en Ciencias de la Vida de la Universidad de California Davis, que dio a conocer los lugares más propensos y con mayor riesgo de inundaciones en la Quinta Región, en caso de lluvias, debido al aumento repentino de caudales y desbordamientos, situación que se ve agravada por características topográficas y geomorfológicas de algunas quebradas y esteros.
Mapa muestra las zonas con mayor riesgo de inundaciones en la Región de Valparaíso
Cuando llueve en la Región de Valparaíso, “las zonas afectadas por los incendios del verano pasado presentan un alto riesgo de inundación por la magnitud del siniestro, que concentran un área de drenaje importante aguas arriba”, señala Silva Jordán, representante en temas hídricos de la UC Davis Chile.
En consecuencia, “los sectores altos que fueron arrasados por los incendios pueden ser especialmente vulnerables, ya que la magnitud del fuego quemó la capa vegetal del terreno provocando erosión, que dada las características del terreno, disminuyen las posibilidades de infiltración del agua de lluvia y aumenta la escorrentía”, establece.
“Esto podría ser peligroso, tanto para la integridad de los vecinos, como para la seguridad de la infraestructura aguas abajo y de los sectores poblados en zonas aledañas a los cauces naturales, o en áreas de riesgo de inundación por el aumento repentino de caudal y desbordamiento”, añade Silva.
Esta situación de riesgo se presenta mayormente en el sector de Peñuelas y Placilla, el sector oriente de Viña del Mar, entre el Jardín Botánico, y la desembocadura del estero Marga Marga.
La gestión del riesgo de inundaciones requiere un enfoque integral, que aborde tanto la prevención de incendios forestales como la preparación para enfrentar precipitaciones intensas. “Esto significa anticiparse con una serie de medidas: manejo forestal sostenible, planificación urbana resiliente, sistemas de alerta temprana, planes de evacuación y acciones estructurales para reducir el impacto de las inundaciones”, sostiene el investigador.
Con la información disponible, el estudio también entrega indicadores de riesgo, acciones preventivas y estrategias de mediano y largo plazo.
Zonas con mayor riesgo de inundaciones: indicadores de riesgo
1. Pendiente del terreno: identificar áreas con pendientes pronunciadas que sean propensas a la erosión y la generación de escorrentía rápida.
2. Cobertura vegetal: evaluar la presencia, evolución y el estado de la cobertura vegetal, ya que la falta de vegetación aumenta el riesgo de erosión y escorrentía.
3. Precipitaciones esperadas: evaluar las previsiones meteorológicas para determinar la cantidad y la intensidad de las precipitaciones para determinar el riesgo de inundaciones.
4. Historial de incendios: la ocurrencia de este tipo de eventos en un horizonte de mediano plazo, permite evaluar los patrones de riesgo y la vulnerabilidad de las comunidades.
Zonas con mayor riesgo de inundaciones: acciones preventivas
La investigación recomienda una serie de acciones preventivas para reducir el riesgo de inundaciones en sectores poblados afectados por incendios forestales:
1. Restauración de la cobertura vegetal: implementar programas de reforestación y restauración ecológica en las áreas afectadas por incendios para recuperar la cobertura vegetal y reducir los riesgos de erosión del suelo.
2. Control de la erosión: aplicar técnicas de control de erosión, como la construcción de terrazas, instalación de barreras físicas e infraestructura de retención de agua, para minimizar la pérdida de suelo y el control de escurrimiento.
3. Monitoreo y alerta temprana: implementar sistemas de monitoreo hidrológico y meteorológico para anticipar los patrones de precipitación y escurrimiento de agua, y emitir alertas tempranas ante posibles riesgos de inundación.
Región de Valparaíso: estrategias de mediano y largo plazo
Por último, la idea es desarrollar una estrategia de mediano y largo plazo para enfrentar estas situaciones de riesgo:
1. Planificación de emergencia: elaborar un plan que incluya protocolos de evacuación para responder de manera efectiva ante un evento de inundación.
2. Restauración y mantenimiento de infraestructuras: rehabilitar y mantener sistemas de drenaje, alcantarillado, quebradas y obras de conducción de agua para reducir el impacto de las inundaciones en áreas pobladas.
3. Educación y sensibilización: concientizar a la comunidad sobre los riesgos de inundaciones después de incendios forestales y promover la adopción de medidas preventivas.