Esta semana seremos testigos privilegiados de un fenómeno astronómico que no se repetirá en diez años. Marte se posicionará en oposición al Sol y la Tierra.
El evento astronómico será el de mayor “calidad” hasta 2033, por lo que adquiere carácter de imperdible. ¿Cuándo ocurrirá? Será el próximo jueves a las 2:35 de la madrugada. En un principio aparecerá por el este, en dirección a la Cordillera de los Andes, y al amanecer, se ocultará por el oeste.
No es necesario ningún instrumento adicional como binoculares o telescopios para disfrutar del fenómeno (aunque entregan un mejor resultado), se puede ver a simple vista.
Si bien el jueves será el mejor día para observar Marte, durante todo diciembre se podrá ver el planeta rojo con un tono rojizo brillante en la constelación Tauro. Su brillo lo posicionará como el cuarto elemento más brillante en el cielo, solo superado por la Luna, Venus y Júpiter.
Técnicamente hablando, Marte se ubicará a 4,5 minutos luz de la Tierra o 80 millones de kilómetros, con un brillo de oposición de magnitud -1,9. Debido a que las órbitas planetarias son elípticas, no todas las oposiciones son iguales. La más destacada a la fecha ocurrió en 2003, cuando Marte y la Tierra lograron su mayor acercamiento en 50.000 años.
Juan Carlos Beamin, astrónomo Fundación Chilena de Astronomía, explica que una oposición es cuando se alinea el Sol, la Tierra y un planeta externo a la órbita terrestre, “esto implica que esa es el punto más cercano a la Tierra, y por ende, se ve ligeramente más grande y más brillante en el cielo y es visible durante toda la noche”.
Beamin aclara que si bien en términos científicos no aporta mayor ventaja, “es principalmente una opción para poder observarlo mejor a través de un telescopio y obtener fotografías de este planeta. Diciembre será el mejor momento, y en particular, toda esta semana es cuando se verá más brillante en el cielo, cerca de la constelación de Tauro”.
Natalia Inostroza, directora del Núcleo de Astroquímica y Astrofísica de la Universidad Autónoma, explica que a este espectáculo lo acompañará la Luna creciente. “Podremos apreciar al planeta rojo más brillante que nunca en la constelación de Tauro. A partir del atardecer se va a comenzar a ver y su máximo esplendor se podrá apreciar a medianoche”.
Lo que hace especial este momento es que Marte recibirá la máxima cantidad de luz del Sol en el año, y esto hace que se vea más grande y perceptible. “Este es el momento donde ocurre el “perigeo”, que es el momento de menor distancia de la órbita elíptica entre la Tierra y el planeta. El brillo que apreciamos del planeta depende de la superficie del planeta, de su composición química, su distancia al Sol, su posición en el sistema y en algunos casos de la forma del cuerpo celeste”, añade Inostroza.
Las oposiciones de Marte ocurren cada 26 meses (poco más de dos años), debido a que en ese período de tiempo la Tierra alcanza a Marte en el espacio, considerando la diferencia de velocidades de ambos.
¿Hay vida en Marte?
Una subespecie de cianobacteria ha sido identificada como aparentemente la más adecuada para su uso en un sistema biológico de soporte vital, la cual permitiría a los humanos sobrevivir en Marte.
A primera vista, el ambiente inhóspito del planeta rojo parece contener pocos recursos utilizables para un sistema de soporte vital o producción de alimentos. Pero la atmósfera rica en carbono (95%), que contiene nitrógeno y el suelo de regolito rojo, rico en hierro y una gran cantidad de otros metales y minerales, son adecuados para tales bioprocesos, y la clave son las cianobacterias.
Mientras que en la Tierra a menudo aparecen como molestas algas verdeazuladas y estropean nuestro placer de bañarnos en verano, en el contexto de Marte pueden describirse como maestros de la supervivencia. Alimentados con polvo y atmósfera marcianos, y con la capacidad de fotosíntesis, algunos microorganismos dentro de este filo podrían producir oxígeno y formar biomasa, que podría servir para varios propósitos, incluida la producción de alimentos.
“Cuando los humanos vayan a Marte, tendremos que proporcionarles grandes cantidades de consumibles: alimentos, agua, oxígeno y, a veces, medicamentos. Y si nuestra presencia allí debe ser sostenible, todo eso no puede provenir de la Tierra, los costos y los riesgos”. sería demasiado alto”, dijo Cyprien Verseux, responsable del equipo de investigación y director del Laboratorio de Microbiología Espacial Aplicada del Centro de Tecnología Espacial Aplicada y Microgravedad de la Universidad de Bremen. Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista científica Applied and Environmental Microbiology.
El enfoque de diseñar un sistema de soporte vital basado en cianobacterias no es nuevo en la investigación de exploración espacial. Sin embargo, el progreso en el campo se ha visto frenado por la falta de una bacteria modelo compartida: el filo Cyanobacteria cuenta con miles de especies. Cyprien Verseux y sus colegas ahora identificaron la cepa de cianobacteria Anabaena sp. PCC 7938 como muy prometedora para un sistema de soporte vital en Marte.
Verseux explica cómo llegaron a los resultados: “Primero preseleccionamos algunas cepas de cianobacterias basándonos en el conocimiento ya disponible. Luego buscamos información sobre el ADN genómico de estas cepas y finalmente las comparamos a través de una serie de experimentos en el laboratorio”.
“En resumen, teníamos dos conjuntos de criterios: el primero se refería a las habilidades de las cianobacterias para alimentarse de los recursos disponibles en Marte. El segundo se ocupaba de sus habilidades para apoyar el crecimiento de otros organismos, como plantas comestibles y otras bacterias, que serían muy valiosas. pero no podía usar los recursos marcianos tan directamente”.
Para este último punto, el equipo logró, entre otras cosas, cultivar la lenteja de agua como una planta superior rica en nutrientes utilizando extractos de la biomasa de cianobacterias como única materia prima.
“Esta planta crece extremadamente rápido y es completamente comestible, lo que la convierte en una excelente candidata para la agricultura en Marte. Como dato curioso, en realidad aislamos nuestra lenteja de agua de un arroyo en el parque paisajístico de Bremen”, dijo Tiago Ramalho, también científico y primer autor del estudio.