El comienzo de 2023 ha estado marcado por varios récords de temperaturas, todos asociados a calor. Febrero y marzo fueron los “febrero” y “marzo” más calurosos en Santiago y la zona central desde que hay registros, y el inicio de abril también estuvo regido por varios récords. Las altas temperaturas se han prolongado por tantas semanas, que literalmente el verano se ha extendido por casi cinco meses.

Sin embargo, este fin de semana se esperan lluvias en la Región Metropolitana y parte importante de la zona central, así lo han señalado los diferentes modelos meteorológicos, los que se actualizan a diario, y en muchas oportunidades, ofrecen distintos pronósticos.

Es el caso del modelo europeo, cuya sigla es ECMWF (European Centre for Medium-Range Weather Forecasts) y el de Estados Unidos. Este último, llamado Sistema Global de Predicción (GFS, por sus siglas en inglés) y que es administrado por la NOAA, según su último informe, señala una disminución en las expectativas de lluvia para este fin de semana. “No existe tanta certeza sobre estas precipitaciones. Hay dos modelos principales: el europeo y el de Estados Unidos. Según el modelo europeo la lluvia partiría el viernes en la noche, al menos en la zona de Rancagua-Machalí, hasta el domingo en la madrugada y se acumularían cerca de 60 milímetros”, señala Raúl Valenzuela, académico de la Universidad de O’Higgins.

“Mientras que el modelo de EE.UU. señala que se acumularían aproximadamente 30 milímetros”, añade Valenzuela, quien evidencia la diferencia existente en la proyección de la tormenta que afectará la zona central de Chile durante los próximos días.

Santiago espera lluvias este fin de semana. Crédito: Agencia Uno

Lluvia en Santiago y la zona central: río atmosférico en el horizonte

Pese a lo anterior, el PhD en Ciencias Atmosféricas explica que la lluvia llegará de la mano de un río atmosférico, “un flujo horizontal de vapor de agua concentrado en largos filamentos, que son controladores de la precipitación en la zona central de Chile”, dice.

Valenzuela indica que en 2019 se generó una escala de intensidad de río atmosférico que se compone de dos dimensiones: una es la duración de este y otra es la magnitud del flujo de vapor de agua que trae. “En esas dos dimensiones hay una combinación. Hay ríos atmosféricos que son de corta duración, pero con mucho flujo, y pueden ser equivalentes -en cuanto a impacto- a ríos que son de menor flujo, pero duran mucho más tiempo”, puntualiza.

Esta escala va de categoría 1, que son ríos atmosféricos de corta duración o de bajo flujo, y categoría 5, que pueden ser ríos atmosféricos de flujo muy intenso en poco tiempo o flujo moderado en un largo período, considera. “Este río atmosférico esperamos que llegue a la zona central el viernes y tenga una duración de 48 horas. Dadas las magnitudes que trae el flujo se considera entre una categoría 3 y 4″, añade.

“Los ríos atmosféricos categoría 3 tienen algunos beneficios porque traen consigo precipitaciones en zonas de clima mediterráneo, donde no llueve permanentemente, lo que es una precipitación benéfica. Pero sobre categoría 3, ya se comienzan a observar algunos efectos adversos. Si bien es bienvenida el agua, la intensidad de la lluvia puede implicar deslizamiento de tierra, inundaciones o rebalses de ríos”, señala el académico.

La imagen muestra la presencia de precipitaciones asociadas a humedad proveniente del trópico, lo que posibilitaría el arribo de un nuevo río atmosférico a Chile.

Expectativas de lluvia: isoterma alta sobre 3.000 metros

“En esta oportunidad particular se esperan chubascos, es decir, períodos cortos de tiempo con lluvia muy intensa. Aun así, gran parte de la tormenta será de intensidades más o menos constantes”, establece Valenzuela.

Este último apunta a que en el inicio de la tormenta habrá temperaturas relativamente altas y la isoterma, aquella línea imaginaria que divide la precipitación sólida de la líquida (nieve/agua), se encontraría relativamente alta, lo que implica que las cuencas, donde se drena toda el agua que cae en los sectores altos, y las montañas recibirán solamente agua, por lo que los ríos podrían incrementar su flujo.

“Al inicio de la tormenta, cuando el río atmosférico toque el continente, a la altura de la Araucanía, la isoterma estará entre 3 mil a 3 mil 600 metros y a medida que avance esa isoterma irá bajando. En la Región de O’Higgins esperamos nieve en la montaña y agua bajo los 2 mil metros”, indica.