Si lo que ocurre en la Tierra nos sorprende a diario, lo que sucede en el espacio puede hacerlo aún más. Incluso, la misma Nasa no fue capaz de detectarlo. Nadie lo vio venir.
Se trata del asteroide 2020 QG, del tamaño de un automóvil (tres a seis metros), que “rozó” nuestro planeta, tras pasar a 2.950 kilómetros de distancia (un poco menos que la distancia entre Arica y Puerto Montt), estableciendo un nuevo récord de cercanía. Nunca jamás, un cuerpo celeste rocoso había pasado tan cerca, sin tocar la Tierra.
Si bien es habitual que asteroides pasen por sobre la Tierra, no es común que lo hagan a tan poca distancia, sin caer finalmente en el planeta. En el caso del mencionado asteroide, sobrevoló la Tierra, permaneciendo en el espacio.
César Fuentes, astrónomo FCFM de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Astrofísica CATA, señala que el hecho de que este objeto haya pasado tan cerca no es casualidad. “Hay una población grande de objetos cercanos a la Tierra, que como todas las poblaciones del Sistema Solar, por cada objeto grande hay muchos otros más pequeños. Por lo tanto, el hecho de que se haya encontrado este objeto, de un tamaño relativamente pequeño, es notable, y por lo tanto permite analizar de otra manera en un régimen de tamaño al cual no estamos acostumbrados”.
“De hecho, paso tan cerca de la superficie de la Tierra, que podemos ver como se deflectó por culpa de la gravedad de la Tierra y uno puede analizar varias cosas con respecto a esto, con respecto a la Tierra y este objeto”, añade Fuentes.
La marca de 2.950 kms se produjo sobre el sur del Océano Índico, este domingo a las 05.08 UTC, es decir, 01.08 en Chile (de la madrugada).
El cuerpo celeste, es uno pequeño considerando el tamaño de algunos asteroides. De hecho, no tenía dirección hacia la Tierra, ni de impacto, ya que de ser así, probablemente se habría convertido en una bola de fuego al romperse en la atmósfera.
Fuentes argumenta que este es un objeto que se descubrió poco después de haber sido observado, “con este tipo de datos podrán trabajar telescopios como Vera Rubin, que va a utilizar todo el cielo desde Chile, donde ya hay equipos trabajando en esto, como el equipo Alerce”.
“Recibirá una gran cantidad de alertas de estos objetos, que van a aparecer una vez que entre en operación este telescopio, el que va a cambiar la forma de hacer astronomía en el mundo”, señala el profesional de la Universidad de Chile.
El asteroide se acercó sin ser detectado
Existen cientos de millones de pequeños asteroides del tamaño del 2020 QG. Estos, generalmente pasan muy lejos de la Tierra, y ni siquiera son descubiertos o identificados.
“Es realmente genial ver un pequeño asteroide acercarse tan cerca, porque podemos ver que la gravedad de la Tierra dobla drásticamente su trayectoria. Nuestros cálculos muestran que este asteroide giró unos 45 grados cuando pasó por nuestro planeta”, señala Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la Nasa.
El asteroide registró una velocidad de casi 12.3 kilómetros por segundo, velocidad un poco más baja que el promedio, explicó el propio Chodas. “El asteroide se acercó sin ser detectado desde la dirección del Sol. No lo vimos venir”, añade el profesional de la Nasa.
Fuentes explica que “estos objetos cercanos a la Tierra ofrecen una oportunidad para analizar y estudiar los objetos más pequeños que se encuentran en el cinturón de asteroides”.
Las primeras imágenes captadas del asteroide, se obtuvieron seis horas después de su punto de máxima cercanía con la Tierra con la cámara robótica del telescopio de exploración de cielo Zwicky Transient Facility, cuando ya se alejaba.
Este es financiado por la National Science Foundation y la Nasa, con sede en el Observatorio Palomar de Caltech en el condado de San Diego, EE.UU.