En abril de 2015, el mundo se estaba enfrentando a una situación similar a la que hoy vivimos con el nuevo coronavirus. La epidemia del ébola había comenzado más de un año antes y al final de su rastro de muerte había afectado a 10 países entre África, Europa y Estados Unidos, con 28 mil casos y 11.323 fallecidos.
Por entonces, Bill Gates ya había dejado de lado sus labores en Microsoft, y se encontraba completamente enfocado en las labores de su fundación junto a su esposa Melinda. Sus actividades, además de la filantropía, eran dar charlas sobre tecnología y su visión global sobre el futuro.
Fue así como en una charla TED, el fundador de Microsoft dio su opinión por la infección de ébola presente ese año, vaticinando en poco más de ocho minutos un sombrío futuro para cinco años más, el cual sorpresivamente se cumpliría en varios aspectos este 2020.
Mucho peor
“Cuando era niño, el desastre que más nos preocupaba era una guerra nuclear. Teníamos un barril en nuestro sótano lleno de latas de comida y agua; cuando se produjera el ataque, debíamos bajar las escaleras, escondernos y alimentarnos del barril”, cuenta Gates.
“Hoy el mayor riesgo de catástrofe no se parece a una bomba nuclear. Si algo va a matar a 10 millones de personas en las próximas décadas, probablemente sea un virus altamente infeccioso en lugar de una guerra. No serán misiles, sino microbios”, añade.
“Parte de esto es que hemos invertido grandes recursos en elementos disuasorios nucleares, pero muy poco en sistemas para detener epidemias. No estamos listos para la próxima epidemia. Miremos el ébola”, dice. “La falta de preparación puede hacer que la próxima epidemia sea peor que el ébola”.
“Veamos un modelo de virus que se propagó por el aire, como la gripe española de 1918. Se extendería por todo el mundo muy rápidamente y podríamos ver morir a más de 30 millones de personas por esa epidemia. Este es un problema grave, deberíamos preocuparnos mucho”.
“Puede ser un virus que haga sentir bien a las personas incluso mientras están infectadas, pudiendo viajar en avión o ir al mercado”, asevera, algo que se parece mucho a la actual situación mundial.
Gates señala que sería posible construir un sistema de respuesta que se beneficie de la ciencia y la tecnología, considerando los avances en telefonía móvil para dar avisos a las personas; mapas satelitales para ubicar a la gente y ver cómo se moviliza; biología que ayuda en la investigación de los patógenos; y la posibilidad de generar vacunas acordes a esa demanda. “Las herramientas están, pero deben ser ubicadas en un sistema global de salud”, afirma.
El fundador de Microsoft compara la preparación entre las epidemias con la guerra: soldados preparados para cualquier ocasión, reservistas para aumentar el número en caso de ser necesarios, simulaciones realizadas en estos casos extremos, unidades móviles y logística listos para desplazarse.
Además, Gates señala la necesidad de imponer un modelo de desarrollo sanitario para países pobres, donde se pueda detectar el virus desde un principio, así como más desarrollo en investigación.
“El Banco Mundial calcula que una epidemia mundial de gripe costaría unos 3 mil millones de dólares, con millones de muertos”, agrega.
“No hay por qué tener miedo, no tenemos que esconder latas de espaguetis o escondernos en los sótanos, pero tenemos que actuar ya, porque el tiempo corre”, sentencia.
Actualmente, la fundación Bill y Melinda Gates cuenta con una sección donde se revelan los avances en la lucha contra el coronavirus, tanto en la búsqueda de una cura como una vacuna, además de consejos sobre cómo afrontar la pandemia.