“No sabemos cuál es la amenaza”: Científicos descubren nuevo tipo de coronavirus en animales

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Un grupo de crías del topillo rojo en su madrigera.

Investigadores suecos encontraron un coronavirus al que bautizaron “Grimsö”, del que aún se desconoce su real peligro sanitario.


Es un animal tímido, que se alimenta de hormigas y se enrolla frente a los depredadores con sus fuertes escamas. El pangolín, junto a un tipo de murciélago, son sindicados por muchos como uno de los responsables de la actual pandemia.

Pero científicos han advertido que otros animales, como los roedores, entre los que se encuentran las ratas, ratones y el topillo rojo, (también llamado ratón de campo de lomo rojo) también pueden portar este virus, desde donde son capaces de saltar a los humanos.

Y precisamente científicos del Centro de Ciencias de Zoonosis (ZSC su sigla en sueco), en la Universidad de Uppsala, en Suecia descubrieron un nuevo tipo de coronavirus en el topillo rojo (Myodes glareolus), un tipo de roedor muy común en los bosques de ese país.

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El topillo rojo, muy habitual en los bosques de Suecia.

El estudio, que se llevó a cabo en más de 260 topillos capturados alrededor de Grimsö en el condado de Örebro, muestra que el virus está bien establecido en esta especie de los bosque suecos.

Los científicos bautizaron al virus “Grimsö”, el que fue detectado en el 3,4% de los roedores examinados, el que permaneció durante todo el período de estudio.

Según los investigadores, este hallazgo indica que el coronavirus está muy extendido y permanece de manera estable entre los topillos, dijo en un comunicado el autor principal del estudio, Åke Lundkvist, profesor de virología y jefe del Centro de Ciencias de Zoonosis de la Universidad de Uppsala, quien trabajó junto con el investigador Jiaxin Ling y Anishia Wasberg.

En el Centro de Ciencias de Zoonosis, los investigadores están mapeando los virus zoonóticos para comprender mejor la interacción entre los virus y los animales huéspedes. Mientras que los coronavirus como el Sars-CoV y Mers se derivan de los murciélagos, los coronavirus estacionales, como HCoV-OC43 y HCoV-HKU1, parecen haberse propagado a los humanos a través de roedores como ratas, ratones y topillos.

El objetivo de la investigación es aumentar el conocimiento y desarrollar métodos que puedan limitar eficazmente los grandes brotes de virus y evitar la propagación de la infección de animales a humanos.

En un nuevo estudio, publicado en la revista Viruses, los investigadores de ZSC examinaron topillos alrededor de Grimsö, durante los años 2015-2017, y los probaron para detectar coronavirus. Usando la llamada secuenciación de ARN, identificaron a este nuevo coronavirus (Grimsö), perteneciente al género Betacoronavirus, que también incluye al Sars-CoV, Mers y Sars-CoV-2.

Prevenir futuros brotes

De acuerdo a la investigación sueca, los roedores juegan un papel importante en la transmisión de enfermedades infecciosas, ya que son portadores de una serie de microorganismos zoonóticos como el virus de la mano y la bacteria arpa. Las enfermedades infecciosas que están vinculadas a mamíferos más pequeños, como los roedores, han aumentado drásticamente en los últimos años y la investigación sobre la ecología de estos animales huéspedes es una parte importante del trabajo para prevenir futuros brotes.

El roedor del bosque es una de las especies de roedores más comunes en Europa y estudios previos han mostrado varios coronavirus diferentes que circulan en el gusano del bosque, incluidos el Reino Unido, Polonia, Francia y Alemania.

Según los científicos, no se sabe si el virus recién descubierto es de alguna manera peligroso para los humanos; sin embargo, “el hallazgo es un buen recordatorio de por qué necesitamos monitorear los virus de la vida silvestre, especialmente los que transmiten los animales que viven cerca de nosotros”, escribieron los investigadores.

“Todavía no sabemos qué amenazas potenciales puede representar el virus Grimsö para la salud pública. Sin embargo, según nuestras observaciones y los coronavirus anteriores identificados entre ratones de campo, hay buenas razones para continuar monitoreando el coronavirus entre roedores salvajes”, añadió Lundkvist.

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Åke Lundkvist, profesor de virología y jefe del Centro de Ciencias de Zoonosis de la Universidad de Uppsala.

Los topillos son algunos de los roedores más comunes de Europa. Sus hábitat a menudo se cruza con la de los humanos, y son huéspedes conocidos del virus Puumala, que causa una fiebre hemorrágica conocida como nefropatía epidémica en humanos.

Cuando buscan refugio de condiciones climáticas adversas, se sabe que los topillos rojos se refugian en edificios humanos, y esto aumenta el riesgo de que contraigamos una enfermedad que llevan a nuestros hogares.

Incluso antes de que comenzara la pandemia de Covid-19, Lundkvist y sus colegas han estado tratando de monitorear las enfermedades de la vida silvestre entre estos roedores, para anticipar mejor cuándo podrían propagarse sus virus. Dado el ritmo implacable del cambio climático y la destrucción del hábitat, hay muchas posibilidades de que las interacciones con los topillos aumenten en el futuro.

El nuevo virus aún no ha sido detectado saltando a los humanos, pero una de las lecciones que ha dejado la actual crisis sanitaria, es que necesitamos una mayor vigilancia de las enfermedades de la vida silvestre para evitar nuevos brotes.

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