Julio de 2022 se ha transformado en uno de los “julio” más lluviosos de la historia en Santiago. Es, al menos desde que existen registros fiables, el décimo julio más lluvioso de la historia. Es también el más lluvioso desde 2003 en la capital, hace casi 20 años, cuando se registraron 66,9 mm de agua caída. Gracias a las precipitaciones del fin de semana, la Región Metropolitana anotó 36,5 mm de agua caída el sábado y domingo (24 mm y 16,5 mm respectivamente), lo que permitió sumar 51,5 mm durante todo el mes.
La proyección es alentadora, porque el pronóstico meteorológico predice lluvias para el miércoles y con más probabilidad el jueves, lo que podría permitir llegar a los 76 mm de lluvia durante el séptimo mes del año, la cifra promedio para este mes. Si se cumplen las proyecciones, Santiago tendría después de mucho tiempo un invierno normal.
De acuerdo a la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), las precipitaciones podrían comenzar a caer el miércoles por la noche y extenderse durante todo el jueves. Miguel Fernández, meteorólogo y académico de la Escuela de Ciencias del Mar de la Universidad Católica de Valparaíso, proyecta que la lluvia comience el miércoles hacia la medianoche, con más seguridad en la madrugada y la mañana del jueves. “En la Quinta Región se estiman cerca de 15 mm a 20 mm. En Santiago 20 mm a 25 mm. Lo más significativo es que este fenómeno se prolongaría hasta la Región de Coquimbo nuevamente, originando precipitaciones cercanas a 30 mm”.
Según la proyección del portal climático Meteored, las lluvias en la Región Metropolitana podrían iniciarse cerca de las 14.00, aunque con un 30% de probabilidad. Sin embargo, ya pasada las 20.00, la probabilidad aumenta a 80% y cerca de la medianoche, las precipitaciones aumentan de intensidad.
De acuerdo a este portal, las lluvias serán más intensas el jueves en la madrugada hasta las 8.00 de la mañana, para continuar todo el día, aunque con menor intensidad.
Ya para el viernes, la probabilidad se diluye, aunque la proyección de la DMC indica que las lluvias podrían mantenerse durante la madrugada del viernes, para dar paso a un fin de semana despejado, sin precipitaciones, aunque con mucho frío, con temperaturas que incluso llegarán a -1°C.
Según Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, el evento de precipitaciones de los últimos días se trató del más intenso registrado en la zona central, y en particular en las regiones de Valparaíso y Metropolitana, en lo que va a corrido del año. “Las lluvias fueron suficientemente abundantes como para reducir a la mitad el déficit de precipitaciones en Santiago, el que pasó a valores moderados (algo mayores a 30%)”, dice.
Adicionalmente, se registró un aumento del nivel del embalse El Yeso, ubicado en la Región Metropolitana, la más importante reserva de agua para la capital. También subió el nivel de la nieve en el lugar, totalizando 30 centímetros.
Al igual que en el embalse, las precipitaciones trajeron abundante nieve a la zona central, explica Cordero. “La cordillera de los Andes registró nieve a partir de los 2.000 metros. Las precipitaciones nivales son particularmente beneficiosas pues la nieve representa un embalse natural que mejora durante la primavera y verano los caudales de los ríos en la zona central”, establece.
Fernández añade que nuevamente se esperarían nevadas en la cordillera de los Andes en los próximos días, desde la Región de la Araucanía hasta la Región de Coquimbo, incluso probablemente un poco más hacia el norte. “En cuanto al viento, podría llegar en la costa de la Región de Valparaíso, entre 20 y 30 nudos, hacia la medianoche del miércoles y la madrugada del jueves.... El mismo fenómeno se extenderá hacia la Región de Coquimbo, afectando a la costa con vientos entre 30 y 35 nudos durante la tarde/noche del jueves”, agrega.
A pesar de la caída en los déficits, aclara el climatólogo de la Usach, “todavía las lluvias presentan saldos negativos para la fecha entre La Serena y Chillán, así como en Punta Arenas. Al no recibir lluvias en los últimos días, Punta Arenas pasó a ser este fin de semana la ciudad con el mayor déficit de precipitaciones del país (con mas de 50%)”, explica.
Pliometría y pluviometría: Santiago un 40% más
Las precipitaciones deficitarias en la zona central y en el extremo sur de Chile van de la mano con la presencia del Fenómeno de La Niña, aclara Cordero. “A pesar de su persistencia, es difícil que este año termine sin déficit de precipitaciones en la zona central. Aunque, las precipitaciones registradas hasta la fecha, y en particular las nevadas, han alejado el fantasma del racionamiento para las grandes ciudades de la zona central durante la próxima temporada primavera-verano”, señala.
En cuanto a la pliometría, según los registros de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), Santiago aún se encuentra con un 33% de déficit, mientras que Valparaíso, de acuerdo al Servicio Meteorológico de la Armada, alcanza un 25% de déficit. “De concretarse el nuevo pronóstico estaríamos llegando a una condición pluviométrica normal a la fecha, sin embargo esta situación puede cambiar porque todavía falta la segunda mitad de julio y todo agosto, lo que genera aportes importantes de lluvia a la pluviometría anual. Esto significa que si no llueve en ese período, volvería a aumentar el déficit”, señala Fernández.
Aunque, “al menos tenemos una pluviometría superior a la de 2021. En Valparaíso se ha registrado el doble de lo que cayó el año pasado y en Santiago un 40% más”, añade el meteorólogo de la PUCV.
Cordero considera que independientemente de como cierre julio de 2022 en cuanto a precipitaciones, “ya es a la fecha un mejor mes en términos de lluvias que julio de 2021, año en que no se registraron precipitaciones en Santiago. En la capital, las lluvias pueden considerarse “normales” si alcanzan los 76 mm”, explica.
Incluso, “las precipitaciones que se esperan en la zona central para los próximos días hacen abrigar esperanzas de que este mes de julio se acerque y supere valores considerados normales”, agrega Cordero.
A pesar de lo ocurrido, y lo que podría suceder esta semana, Cordero aclara que las precipitaciones hasta la fecha no ponen fin del estrés hídrico, “pero si son un importante alivio. Ya estamos claros que este invierno 2022 no ha sido tan seco como los inviernos hiperáridos de 2019 y 2021″.