El mundo no recuperará la “vieja normalidad en un futuro previsible”, advirtió este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS), al día siguiente de reportar un record de 230.000 nuevos contagios de covid-19 en una jornada.

“El virus sigue siendo el enemigo público número uno, pese a que las acciones de muchos gobiernos y personas no lo reflejan”, declaró a la prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

A su parecer, "muchos países van en la mala dirección".

"Los mensajes contradictorios de los dirigentes minan el ingrediente esencial de cualquier respuesta: la confianza", añadió, sin citar nombres.

El jefe de la OMS instó una vez más a los gobiernos a comunicarse claramente con sus ciudadanos y a establecer estrategias integrales para suprimir la transmisión (del coronavirus) y salvar vidas, y al mismo tiempo pidan a la gente que continúe tomando precauciones, como respetar la distancia social, lavarse las manos, usar mascarillas, y aislarse en caso de estar enfermos.

"Si no se siguen estos principios básicos, esta pandemia sólo puede ir en una dirección. O sea, de peor en peor", aseguró.

"Quiero ser franco con ustedes: no habrá un regreso a la normalidad en un futuro previsible", advirtió el director de la OMS.

La pandemia de covid-19 ha provocado la muerte de más de 569.000 personas en todo el mundo desde finales de diciembre.

Oficialmente se han detectado más de 12,9 millones de infectados, entre los cuales al menos 6,9 millones se consideran actualmente curados.

Estados Unidos, que registró su primer deceso vinculado al coronavirus a comienzos de febrero, es el país más afectado tanto en número de casos como de muertes, seguido por Brasil.

“El epicentro del virus se encuentra ahora en el continente americano, donde se han registrado más del 50% de los casos de todo el mundo”, añadió Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Latinoamérica

Por otro lado, América Latina y el Caribe se convirtió este lunes en la segunda región más afectada del mundo por el nuevo coronavirus en número de muertos detrás de Europa, donde el reconfinamiento de una zona de España debido a un repunte de casos quedó paralizado por la justicia.

Con 144.758 muertos declarados el 13 de julio a las 08h00 GMT, la región supera el saldo de Estados Unidos y Canadá (144.023 decesos acumulados), y se ubica detrás de Europa, que registra 202.505 muertos.

Brasil es el país más afectado de la región y el segundo del mundo, con 72.100 decesos y más de 1,8 millones de contagios, entre ellos el presidente Jair Bolsonaro.

México anunció el domingo que el virus había matado en total a 35.006 personas, situando al país por delante de Italia en número de decesos.

"La epidemia sigue activa y sigue en crecimiento, pero la velocidad en la que va en crecimiento es cada vez más lenta", apuntó sin embargo el subsecretario de Salud y encargado de la estrategia contra la pandemia en México.

En Bolivia, el titular de Economía Oscar Ortiz anunció que contrajo el coronavirus, convirtiéndose en el cuarto ministro contagiado, mientras la presidenta Jeanine Añez, también permanece aislada por la covid-19.

Argentina superó los 100.000 casos, con el Área Metropolitana de Buenos Aires como foco del 95% de los contagios de todo el país.

Guatemala anunció que mantiene el toque de queda parcial, vigente desde el 22 de marzo, aunque algunos poblados ya podrán levantar las medidas contra el nuevo coronavirus.

Reconfinamiento en suspenso

A nivel mundial, la covid-19 ha causado más de 568.000 muertos y casi 13 millones de contagios.

En algunos países que ya habían avanzado en las etapas de desconfinamiento, los gobiernos están haciendo marcha atrás ante los rebrotes de la enfermedad.

En España, los habitantes de la ciudad de Lérida y siete comunas que la rodean en Cataluña (noreste) tenían que mantener un confinamiento domiciliario a partir de este lunes, pero un tribunal puso en suspenso la medida.

Los jueces decidieron "no ratificar las medidas" tomadas por el gobierno regional al considerarlas "contrarias al derecho", indicó en su cuenta Twitter el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Esta decisión puede ser apelada.

Este foco de contagio, donde viven unas 200.000 personas y situado a unos 150 km de Barcelona, es uno de los que preocupan más a las autoridades españolas.

El país es uno de los más afectados por la pandemia en Europa, con más de 28.400 decesos.

En este contexto de rebrote, varias regiones, como Cataluña y Baleares, decidieron reforzar la obligación de llevar mascarilla.

En otras zonas del mundo, también se están volviendo a imponer restricciones para luchar contra estos repuntes de infecciones.

En Sudáfrica, se volvió a imponer el toque de queda entre las 21H00 y las 04H00, ante el repunte de contagios.

El país registró unos 12.000 nuevos casos diarios en las últimas semanas, unas 500 infecciones por hora.

Para no saturar los hospitales, el presidente Cyril Ramaphosa también decidió suspender la venta de alcohol, que provoca numerosos accidentes de tráfico y violencia.

“Preservar la seguridad”

Estados Unidos es de lejos el país más golpeado por la pandemia, con más de 135.000 fallecidos y 3,3 millones de contagios. El número de casos se ha disparado en las últimas semanas en el país, alcanzando un récord de 66.528 en 24 horas el sábado.

El aumento en los casos ha obligado a algunos gobernadores a dar marcha atrás en su decisión de reabrir las economías de sus estados y a aceptar el uso de mascarillas.

El gobierno del presidente Donald Trump volvió a presionar el domingo por la reapertura completa de las escuelas en el otoño boreal a pesar de la expansión de la pandemia.

Por su parte, la Autoridad Palestina anunció la aplicación de un toque de queda cotidiano nocturno y completo los fines de semana durante dos semanas para luchar contra el virus tras un aumento en el número de casos.

Hungría prohibirá a partir del martes el acceso a su territorio de viajeros de países latinoamericanos, africanos, de la mayoría de los asiáticos y algunos europeos, ante el aumento de la propagación del coronavirus en el mundo.

“Tenemos que preservar nuestra seguridad para que el virus no entre desde el extranjero. La tasa de infección en nuestro país es baja y queremos que continúe”, dijo el jefe del gabinete del primer ministro Viktor Orban.