La reciente jornada de precipitaciones que ha registrado Santiago y la Región Metropolitana ha “revivido” en parte los inviernos lluviosos de hace algunas décadas.
Sin embargo, pese a la sensación térmica, las estadísticas dicen otra cosa, y nos recuerdan que Santiago y la zona central siguen viviendo una megasequía.
Santiago anota a la fecha 77,7 mm de agua caída, lejos aún de los 125,4 mm registrados en 2022, aunque ya igualó la marca de 2021, cuando la capital sumó en todo el año 77,9 mm y superó la de 2019, año en que apenas llovió 66,6 mm según datos de la Dirección Meteorológica de Chile.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, explica que en Santiago han caído menos de 80 mm hasta la fecha, por lo que se mantiene un déficit de alrededor de 50%.
Desde 1950, “este año hasta la fecha se ubica en el lugar 13 dentro de los años más secos registrados. Aunque estamos aún muy abajo en la tabla de posiciones, deberíamos remontar un poco en lo que resta del año”, señala Cordero.
“La región central es a la fecha la única que mantiene un déficit tan considerable de lluvias. Afortunadamente, las lluvias se han recuperado en el resto del país que presenta un déficit menor en general en torno a 30%”, añade.
Aunque el déficit es aún considerable, “se mantiene el pronóstico estacional que indica un trimestre relativamente lluvioso para zona central. Esto significa que el déficit de precipitaciones que aún persiste, debería cerrarse algo en los primeros meses gracias al empuje de el fenómeno de El Niño”, señala el climatólogo.
Pese a lluvias Santiago sigue viviendo los años más secos de su historia
Los últimos años han estado marcado por una inestabilidad climatológica y meteorológica. Algunos años han cerrado con cifras positivas, mientras que otros, con números negativos. Aunque sumando y restando, la estadística indica un balance lejano a lo ideal o normal.
Por ejemplo, contra todo pronóstico, y en el contexto de una megasequía, la estación Quinta Normal en Santiago cerró el año 2022 con 161 mm de agua caída.
Aunque se trató del mejor registro en dos años, la marca está muy lejos de lo que se considera un año normal. Según esta misma estación, Santiago debería recibir anualmente 312 mm.
Por ello, y pese a la sensación de lluvia que dejó el año pasado en la capital, según Cordero, “2022 está en el top 10 de años más secos registrados en los últimos 70 años en Santiago”, año que estuvo marcado por la presencia del fenómeno de La Niña.
Este índice podría romperse este 2023, considerando la presencia del fenómeno de El Niño. Según la proyecciones de las Dirección Meteorológica de Chile (DMC), las lluvias para la temporada invernal podrían batir estos números.
Santiago registra intensa jornada de lluvia
Si bien las cifras aún están lejos de lo considerado normal para esta fecha, el hecho de que aún quede para que culmine julio, abre la posibilidad y la esperanza de que el mes cierre con números más altos que otros años.
Si se cumple la proyección de los 200 mm, el registro superaría el de los últimos siete años, que recién estaría bajo el de 2017, cuando Santiago enteró 278,2 mm de agua caída.
Según el registro de la DMC, 2008 fue el último año considerado normal en términos pluviométricos en la capital, es decir, hace 15 años.
Ademas, junio 2023 fue el “junio” más lluvioso desde 2020, cuando cayeron 110 mm, que según Cordero, “muchos erróneamente las asociaron a la pandemia.
Según el último boletín meteorológico de la DMC, “hoy se observa circulación ciclónica desde el tramo norte de la Región de Coquimbo al norte del país. Entre el tramo sur de la Región de Coquimbo hasta la Región de Valparaíso se aprecia circulación anticiclónica. Entre la Región Metropolitana y la Región de la Araucanía se observa el paso de un sistema frontal zonal asociado a un río atmosférico. Desde la Región de Los Ríos hasta la Región de Aysén se aprecia inestabilidad postfrontal. El tramo norte de la Región de Magallanes se encuentra bajo el predominio de un sistema frontal”, establece la DMC .
Temporal el Santiago: cambio climático persiste
Chile y todo el planeta se han visto seriamente afectados por las consecuencias del cambio climático. Aumento de la temperatura, disminución de las precipitaciones, sequía, contaminación, derretimiento de glaciares, migración y extinción de especies, son algunas de éstas.
Los últimos años secos han estado influidos tanto por el cambio climático como por La Niña. “El cambio climático para Chile representa pérdida de precipitaciones, lo que probablemente ha significado un aumento en la frecuencia de años secos tan significativo en las últimas cuatro décadas”, añade el académico de la Usach.
Aunque probablemente este año se rompa un poco la tendencias Cordero dice que “la probabilidad de tener años lluviosos está cayendo debido al cambio climático. Esto significa que durante las próximas décadas será siempre más probable tener años secos que años lluviosos. Es frente a ese escenario, de relativamente bajas precipitaciones, para el que debemos prepararnos”.