¿Por qué las adolescentes se sienten atraídas por los chicos malos? Hablamos con estudiantes para saberlo

¿Por qué las adolescentes se sienten atraídas por los chicos malos? Hablamos con estudiantes para saberlo
¿Por qué las adolescentes se sienten atraídas por los chicos malos? Hablamos con estudiantes para saberlo

Un grupo de académicos realizó un estudio para entender por qué a algunas chicas les gustan lo que se conoce como "encuentros desdeñosos" con chicos que no las tratan bien y muestran comportamientos violentos.


Cuando los niños y las niñas llegan a la adolescencia, son bombardeados con mensajes que asocian la atracción con la violencia. Estos mensajes –de su grupo de iguales, series de televisión, películas, música, redes sociales, etc.– presentan como atractivos a los niños con actitudes violentas y denigrantes hacia las niñas, pero no tanto a aquellos que las tratan bien.

Un ejemplo de estos mensajes se puede ver en la película After de 2019, basada en una novela de 2014 del mismo nombre. La protagonista comienza con un novio de la escuela secundaria, un chico agradable al que trata más como un amigo que como un amante, pero cuando se va a la universidad lo engaña con un “chico malo” más atractivo. La respuesta de su novio es comprensiva, lo que solo lo hace parecer inseguro. La chica luego descubre que su nuevo amor solo estaba con ella por una apuesta, pero eso no lo hace menos atractivo porque, al final, aparentemente “se enamora de verdad”.

¿Por qué las adolescentes se sienten atraídas por los chicos malos? Hablamos con estudiantes para saberlo

Los mensajes que vinculan la atracción con la violencia y el desprecio pueden darse en diferentes entornos y de distintas maneras, y esta asociación se conoce como “discurso dominante coercitivo” . La exposición prolongada a este discurso lleva a las niñas a considerar atractivos a los niños violentos, lo que las empuja a entablar relaciones emocionales y sexuales tóxicas.

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Escena de la película After.

En nuestro reciente estudio, analizamos las formas en que este discurso se manifiesta dentro de un grupo de iguales, llevando a algunas chicas a lo que se conoce como “encuentros desdeñosos con chicos que no las tratan bien y muestran actitudes y comportamientos violentos, y a sufrir las consecuencias.

Para ello, entrevistamos a 59 chicos y 71 chicas de 3 institutos diferentes, todos ellos con edades comprendidas entre los 15 y los 16 años. Nos hablaron de las interacciones en sus grupos de iguales, los grupos de personas de su misma edad con los que comparten intereses y actividades, ya sea dentro o fuera del colegio, y con los que socializan y construyen su identidad.

La presión de grupo y el deseo de encajar

El grupo de pares es uno de los contextos más importantes para la socialización y el aprendizaje de los adolescentes, y la presión de los pares puede llevar a algunas niñas a involucrarse con niños violentos, incluso si no lo desean.

El grupo de iguales también ejerce presión sobre las chicas diciéndoles repetidamente que les deben gustar los chicos con actitudes y comportamientos violentos, lo que provoca que muchas de ellas acaben simpatizando –o creyendo que les gusta- este tipo de chicos. Esta presión lleva a que se normalicen y acepten conductas violentas, e incluso a que las chicas las confundan con amor, empujándolas a entrar en relaciones tóxicas.

La presión de grupo también tiene su raíz en los mensajes de los medios de comunicación a los que están expuestos los jóvenes.

Por su parte, los niños se ven presionados a seguir patrones de masculinidad violenta y desdeñosa si quieren ser atractivos y tener éxito con las chicas.

El peligro de ser aburrido

En el caso de las chicas que ya mantienen una relación estable con un chico que no es violento, el discurso coercitivo dominante en el grupo las etiqueta de “aburridas” y las presiona para que engañen a sus novios con chicos que muestran actitudes y comportamientos más violentos. Esto se debe a que, como explicaron las chicas participantes en nuestra investigación al relatar su experiencia, “esa es la parte divertida”.

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Los comportamientos violentos pueden variar desde alardear de haberse acostado con alguien y luego menospreciarla, hasta mostrar desprecio por una chica una vez que se han juntado, hablarle con condescendencia y tratarla mal tanto delante de otras personas como cuando están solas.

Hay chicas que acaban cediendo a estas presiones, juntándose con gente que no quieren y engañando a la gente que les gusta, porque no quieren que las consideren aburridas en su grupo y tienen miedo de perder a sus amigas. Y el papel de sus iguales no siempre queda ahí.

El acoso puede continuar cuando, por ejemplo, los amigos toman fotografías de una chica con un chico, ya sea en una relación íntima o estando tan cerca el uno del otro que parece que lo están. Luego pueden enviar la fotografía al novio de la chica, enviársela a más personas o publicarla en Internet, divulgando su engaño al resto del mundo y dañando la relación de la chica con su novio.

Consecuencias de la violencia de género para la salud

Las investigaciones científicas han demostrado que la violencia de género tiene consecuencias negativas para la salud, entre ellas dolor crónico y un mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual, depresión y tendencias suicidas.

Alrededor del 27% de las mujeres y niñas de 15 a 49 años han experimentado alguna forma de violencia física o sexual, por lo que es necesario identificar los factores que aumentan el riesgo de violencia de género, especialmente entre las niñas más jóvenes que están en sus primeras relaciones.

Nuestra investigación muestra que las relaciones sexuales desdeñosas son uno de los factores que aumentan el riesgo de violencia de género entre adolescentes, ya que socializan a las chicas para que normalicen y se sientan atraídas por la violencia. Además, cuando estas relaciones se comparten entre muchas personas o se publican en Internet, quedan vinculadas a esa chica para siempre, con consecuencias potencialmente graves para su salud. Como dijo una de ellas: “La foto te seguirá hasta la tumba. Algunas personas terminan suicidándose porque les duele mucho”.

Los (buenos) amigos pueden prevenir el problema

Presionar a las niñas para que entablen relaciones abusivas o desdeñosas aumenta la probabilidad de que sean víctimas de violencia de género. Pero, así como el grupo de pares de una niña puede presionarla para que entable esas relaciones, también puede ayudar a prevenirlas.

En nuestra investigación, las niñas hablaron sobre la presión de grupo o el “miedo a perder a sus amigos”, pero también se refieren a “amigos falsos” que las presionan para entablar una relación con alguien con quien no quieren estar.

Según los hallazgos de esta y otras investigaciones, trabajar amistades de calidad desde una edad temprana puede ser una parte importante de la prevención y protección contra la violencia de género.

*Silvia Molina Roldán
Profesora Titular en Educación, Universitat Rovira i Virgili

*Garazi López de Aguileta
Doctorado y asistente de docencia, Universidad de Wisconsin-Madison, Universidad de Wisconsin-Madison

*Itxaso Tellado
Profesora Agregada, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya

*Leire Ugalde Lujambio
Profesora Agregada en la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

*Lidia Puigvert Mallart
Catedrática de Sociología, Universitat de Barcelona

*Miguel Ángel Pulido
Profesor en la Universitat Ramon Llull, Facultat de Psicología Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna, Universitat Ramon Llull

*Ramón Flecha García
Catedrático Emérito de Sociología, Universitat de Barcelona

*Sandra Racionero-Plaza
Profesora agregada. Socioneurociencia, Universitat de Barcelona

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