El estudio “2022 Gen Z and Millennial Survey” elaborado por la consultora Deloitte mostró las diferencias y similitudes de ambas generaciones, investigación que consideró la opinión de 23.220 personas de 46 países, incluido Chile, donde participaron 400 jóvenes (300 Millennials y 100 de la Generación Z).
Una de las preguntas del estudio era “si los Gen Z (o los Millennials) en Chile estuvieran a cargo (del trabajo), priorizarían las siguientes iniciativas para mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida: Dicho de otro modo, si alguién de la Gen Z o Millennials fuera el jefe, esto es lo que harían, y la primera respuesta de la Gen Z, en coincidencia con los Millennials, fue “reducir las semanas de trabajo”, seguido de “permitir el trabajo flexible” y “capacitación en salud mental” (ver infografía).
Por lo mismo, Emilia Labarca, gerenta de Human Capital en Deloitte Chile, dice que en el futuro, seguramente prevalecerán los trabajos flexibles, de constante cambio y mutación. “Las empresas del futuro serán lideradas por personas que valoran las conexiones, los resultados al corto plazo y las interacciones entre equipos y países. La interconexión será indispensable junto con la apertura de mente, y seguramente empresas que busquen generar un impacto local, social y sostenible serán las pioneras en el desarrollo del futuro”.
Así mismo, ambas generaciones mostraron en un alto porcentaje que están dispuestas a dejar o cambiar de trabajo al cabo de dos años.
“Es sabido que el estereotipo de ambas generaciones respecto al ambiente laboral es que son más propensas a cambiar de trabajo en el corto plazo. Según nuestro estudio, estas dos generaciones responden a ese patrón y más de un 42% de los Millennials en Chile y un 64% de los Gen Z estarían dispuestos o buscando cambiar de trabajo en los primeros 2 años en la organización”, dice Labarca.
Incluso, un alto porcentaje dejaría su trabajo a los dos años, incluso si no tuvieran otro seguro.
“Ellos conviven con la inmediatez de las cosas y los cambios rápidos que esperan que sucedan. Pero es importante rescatar que ambas generaciones son innovadoras, atrevidas y suelen valorar enormemente la flexibilidad, el trabajo remoto y las oportunidades de aprender cosas nuevas en sus diferentes funciones”, señala Labarca.
Explica que el ‘apego’ al trabajo es más bien un estereotipo cuando se refiere a ambas generaciones. “La principal diferencia es que valoran y priorizan actividades o estilos de vida por sobre lo ‘tradicional’. Ambas son generaciones en que la innovación y la nueva forma de hacer las cosas les dicta el ritmo de vida, pero además tienen muchos otros frentes que antiguamente no eran prioritarios como son: medioambiente, bienestar social, interconexión, diversidad, salud mental, entre otros”.
Francisca Correa, socióloga Universidad de Magallanes (UMAG), dice que “en cuanto al trabajo y el mundo laboral, hay mucha crítica de generaciones de 50 o 60 años de que el Millennial es flojo, ya que no tiene sentido de pertenencia en las empresas, debido a una precariedad. Existía mucho el discurso del valor al esfuerzo, que escondía detrás mucha vulneración de derechos importantes y se apreciaba mucho lo que era el sacrificio. Esta generación lo cuestionó”.
Agrega, incluso, que hoy la Generación Z “aspira a tener una carrera en redes sociales o ser youtubers”.