¿Por qué pensar mucho te cansa y nubla tu juicio?
Estudio descubre que la fatiga no es una ilusión inventada por el cerebro para hacernos dejar lo que estábamos haciendo.
A a nadie le sorprende que el trabajo físico duro lo agote, pero ¿qué pasa con el trabajo mental duro? Sentarse a pensar mucho durante horas también hace que uno se sienta agotado.
Ahora, los investigadores tienen nueva evidencia para explicar por qué esto es así y, según sus hallazgos, la razón por la que te sientes mentalmente agotado (en lugar de somnoliento) por el pensamiento intenso no está solo en tu cabeza.
Científicos analizaron la composición química de los cerebros de dos grupos de personas en el transcurso de una jornada laboral similar. A un grupo se le dieron tareas fáciles, mientras que al otro se le dijo que llevara a cabo versiones más exigentes de las mismas tareas cognitivas. Los signos de fatiga, como la reducción de la dilatación de las pupilas, se registraron solo en el grupo que realizaba las tareas más complejas.
Usando Espectroscopía de Resonancia Magnética (MRS, por su sigla en inglés), investigadores del Hospital Universitario de la Pitié-Salpêtrière en París descubrieron que el trabajo cognitivo de alta demanda condujo a una acumulación de glutamato, una sustancia química que las células nerviosas usan para transmitir señales a otras células, en el área de la corteza prefrontal del cerebro.
Manejar el exceso hace que otras actividades de la corteza prefrontal, como la planificación y la toma de decisiones, sean más difíciles, lo que lleva a los sujetos a favorecer acciones de bajo esfuerzo y alta recompensa a medida que comienza la fatiga cognitiva.
Uno de los autores del estudio, Mathias Pessiglione, dijo que las teorías anteriores sugerían que la fatiga era una ilusión inventada por el cerebro para hacernos dejar lo que estábamos haciendo y dedicarnos a una actividad más gratificante. “Pero nuestros hallazgos muestran que el trabajo cognitivo da como resultado una verdadera alteración funcional, la acumulación de sustancias nocivas, por lo que la fatiga sería una señal que nos hace dejar de trabajar, pero con un propósito diferente: preservar la integridad del funcionamiento del cerebro”.
Reciclaje de sustancias tóxicas
Pessiglione y sus colegas, incluido el primer autor del estudio, Antonius Wiehler, querían comprender qué es realmente la fatiga mental. Mientras que las máquinas pueden calcular continuamente, el cerebro no puede. Querían saber por qué. Sospechaban que el motivo tenía que ver con la necesidad de reciclar sustancias potencialmente tóxicas que surgen de la actividad neuronal.
Entonces, ¿hay alguna forma de evitar esta limitación de la capacidad de nuestro cerebro para pensar mucho?
“No realmente, me temo”, dijo Pessiglione. “Usaríabuenas recetas antiguas: ¡descansa y duerme! Hay buena evidencia de que el glutamato se elimina de las sinapsis durante el sueño”.
Los investigadores dicen que monitorear los cambios químicos en la corteza prefrontal podría tener implicaciones prácticas, como ayudar a detectar fatiga mental severa para evitar el agotamiento en el lugar de trabajo. Tal habilidad puede ayudar a ajustar las agendas de trabajo para evitar el agotamiento. También aconseja a las personas que eviten tomar decisiones importantes cuando estén cansadas.
En estudios futuros, esperan saber por qué la corteza prefrontal parece especialmente susceptible a la acumulación de glutamato y la fatiga. También sienten curiosidad por saber si los mismos marcadores de fatiga en el cerebro pueden predecir la recuperación de problemas de salud, como la depresión o el cáncer.
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