Si bien se cree que la Inteligencia Artificial (IA) es algo relativamente nuevo, su origen es del siglo pasado. Su uso data poco después de la Segunda Guerra Mundial, y su nombre fue acuñado en 1956 por parte del informático John McCarthy, en la Conferencia de Dartmouth, considerado el punto de partida de esta tecnología.
El objetivo base de la IA es la imitación de la inteligencia humana a través de máquinas, tecnología y/o algoritmos. Si bien su finalidad no es reemplazar al ser humano, sino que mejorar sus capacidades, esto último siempre ha sido cuestionado.
Elon Musk puso recientemente el tema sobre la palestra, luego de que junto a un grupo de líderes tecnológicos, pidieran pausar el uso de la IA mediante una carta abierta, para dar tiempo a la instauración de protocolos de seguridad.
En medio de la controversia, pocos sabían que en Chile existe un organismo que vela por el desarrollo de esta industria: el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia), organismo que comenzó para impulsar el sector a nivel nacional, pero que ha pasado algo desapercibido. Rolando Martínez, su director ejecutivo, relata a Qué Pasa el origen del Cenia, su historia, cómo trabajan, sus objetivos y planes a futuro.
Martínez explica que el Cenia nació en noviembre de 2021 como un centro basal con financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), sobre la base de un proyecto liderado por el profesor Álvaro Soto, en conjunto con un grupo amplio de investigadores que hoy participan en el centro.
“Hoy el centro está integrado por más de 150 personas”, añade, quienes se dedican a la investigación, transferencia tecnológica, vinculación con el medio y gestión general. “Participan investigadores e investigadoras de más de 15 universidades de Chile”.
El Cenia es una corporación privada sin fines de lucro. Sus universidades fundadoras son la U. Católica, U. de Chile, U. Adolfo Ibáñez y la U. Federico Santa María.
¿Qué hacen en el día a día? “Promover la investigación de punta en Inteligencia Artificial, generar instancias de comunicación con la sociedad sobre los desafíos de la IA, transferir tecnología y capacidades de IA a la sociedad para transformar a Chile en el líder en ese campo en Latinoamérica. Eso se debe evidenciar en proyectos para incentivar a hombres y mujeres a involucrarse en la IA, publicaciones científicas en conferencias y revistas científicas de primer orden, y proyectos para mejorar la productividad del país y propender a un Chile mejor, en armonía con su medio ambiente”, reconoce.
Guerra con la humanidad
Explica que el objetivo central del organismo es promover los usos de la IA en Chile en forma responsable, para el beneficio de las personas, con cuidado del medio ambiente. “En el corto plazo, queremos seguir creciendo en nuestra relación con todos los estamentos de la sociedad. Una de nuestras iniciativas clave es la publicación este año del IA Index de Latinoamérica, que mostrará indicadores de las capacidades de cada uno de los países, permitiendo planificar con datos la forma como nuestra región coordina esfuerzos para aprovechar al máximo las herramientas de la IA”, señala.
“La Inteligencia Artificial es la tecnología del presente, y ya ha hecho aportes significativos al conocimiento. Hace dos años la IA hizo el avance científico del año, cuando descubrió la forma en que se pliegan las proteínas, en el proyecto AlphaFold. Los impactos en los últimos 12 meses de los modelos que generan texto e imágenes, como por ejemplo Llama, Bard, ChatGPT, Stable Diffussion y Midjourney son importantes y se pueden aplicar a un abanico amplio de actividades. Miramos con esperanza lo que nos pueda aportar la IA en el futuro”, explica.
Estima que la gente no rechaza esta tecnología, pero si reconocen que algunas personas sienten temores por su llegada. “Algunos temen que sus profesiones queden obsoletas, otros que profundice la división entre países ricos y pobres, y otras que inicie una guerra con la humanidad. Es importante hacer una discusión abierta sobre sus reales capacidades hoy y lo que se prevé en el futuro y cómo la utilizamos a favor del desarrollo humano y no en contra”, señala el director ejecutivo del Centro Nacional de Inteligencia Artificial.
Finalmente, con respecto a la polémica en torno a Elon Musk y la posibilidad de pausar la IA, Martínez establece que la carta de Future of Life Institute ha generado inmensa atención en la comunidad científica. “Cenia está firmemente comprometido con un uso responsable de la IA. En este sentido, hacer una discusión sobre la regulación de la IA es pertinente. La carta no llama a pausar la IA globalmente, sino a que las grandes corporaciones no sigan entrenado grandes modelos de lenguaje propietarios cada vez más poderosos sin límites robustos para su uso malicioso. La IA debe estar siempre al servicio de las personas”.