En el siglo XVI aún faltaba por explorar y conocer una parte importante de la Tierra. Es por esto que varios países y coronas decidieron financiar y apoyar diversas expediciones. La de mayor renombre e importancia fue la que llevó a cabo Cristóbal Colón en 1492, travesía que significó el descubrimiento de América.

Menos de tres décadas después, comenzó otro gran hito marítimo. Hernando de Magallanes (también conocido como Fernando) y Juan Sebastián Elcano, lideraron un viaje sin precedentes a la fecha. Un 20 de septiembre de 1519 desde Sanlúcar de Barrameda, España, comenzaron lo que se transformaría en la primera circunnavegación de la Tierra en toda la historia.

El gran objetivo, auspiciado por la corona española y el Carlos I, rey de España, era abrir una nueva ruta comercial con las denominadas “islas de las especias” por occidente (hoy Indonesia), estableciendo así, un paso entre el Océano Atlántico y el Pacífico.

Azulejo conmemorativo de la primera circunnavegación mundial con las imágenes de Magallanes y Elcano en Sanlúcar de Barrameda. Wikipedia

La expedición de Magallanes y Elcano, que contaba con 239 hombres y cinco naves, comenzó por la costa oeste de África, para luego cruzar el Atlántico y detenerse en diferentes puntos de Sudamérica, como el Río de la Plata y la bahía de Río de Janeiro. El próximo y gran objetivo era el Estrecho de Todos los Santos, el que posteriormente fue bautizado como Estrecho de Magallanes y que lograron sortear exitosamente.

Raúl La Torre, magíster en Historia y Gestión del Patrimonio Cultural y coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes, señala que de manera similar a lo que le sucedió a Cristóbal Colón, años antes, “Magallanes no pudo contemplar ni dimensionar el tremendo valor histórico de su germinal proyecto de expedición, su posterior logro y su trascendencia. Muerto en Filipinas en un ataque por los habitantes de una de sus islas, sí tuvo la satisfacción de lograr su objetivo, la que fue una consecución del deseo de Colón de encontrar una ruta comercial hacia las Indias”.

“Si con Colón el imaginario europeo se topó con un nuevo continente y sus habitantes, lo que vino a revolucionar su propia concepción del mundo; con Magallanes y Elcano se comprobó la teoría de la redondez de la Tierra y su unidad a través de los océanos; se abrió una nueva ruta comercial y, algo no menor, amplió los límites de la imaginación y el conocimiento, lo que posteriormente se vería reflejado en diferentes corrientes literarias que rendirán homenaje a esta épica hazaña”, añade La Torre.

Recorrido de la misión de Magallanes y Elcano. Crédito: Wikipedia

Al ingresar al Océano Pacífico, cruzaron diferentes islas para arribar finalmente a la Isla de los Ladrones (Islas Marianas). Tras lograrlo, la travesía continúo no exenta de problemas, ya que fallecieron 221 personas del total de la tripulación, incluido el propio Magallanes, en la batalla de Mactán en Filipinas.

Luego ingresaron al Océano Índico, pasando por el Cabo de la Esperanza en África. Con una sola nave de las cinco que comenzaron el viaje (Nao Victoria), la misión liderada por Elcano en ese entonces, enfrentó las aguas del Atlántico para llegar finalmente, y de manera exitosa, al mismo punto de partida, un 6 de septiembre de 1522, hace exactos 500 años.

La Torre considera que hoy quizá lo recordamos como la primera vez de la vuelta al mundo, y eso está bien; pero nos es difícil medir el impacto del acontecimiento que significó para el hombre occidental. “La llegada de una de las cinco naves que zarparon de España, con solo 18 tripulantes, sin el gestor del proyecto, con una nueva ruta descubierta y con historias que dan cuenta del encuentro con los habitantes de ese inhóspito y duro territorio austral; fueron solo una parte del gran impacto que causó para ese tiempo. Todo ello tuvo una gran influencia en el desarrollo académico, científico y cultural de los siglos posteriores”, agrega.

Una de las grandes hazañas de la historia

“Todos reconocemos los títulos La vuelta al mundo en 80 días de Julio Verne o Las aventuras de Arthur Gordon Pym de Edgard Allan Poe; por mencionar solo un par de los más famosos títulos de la fructífera producción literaria que motivó este hecho y que no es más que la manifestación del impulso científico, académico, comercial y cultural que se vivió como fruto de esta hazaña”, señala La Torre.

El coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes cree que se encuentra entre las grandes hazañas de la historia. “En gran medida por la precariedad de recursos que contaban las naves y sus tripulaciones para enfrentar lo extremadamente complejo del clima, y por algo no menor, todo esto era una apuesta. Era una teoría que necesitaba comprobarse. No se tenía conocimiento ni certeza de nada; no se sabía del comportamiento del clima en el extremo sur, ni de los peligros, obviamente. Quizá el ejemplo más cercano que pudiéramos tener para entender lo que significó sería la llegada del hombre a la Luna. Un hecho que volvió a romper los límites de lo que podía ser capaz el hombre”.

Réplica de la nave que logró la hazaña. Wikipedia

Este hecho permitió el conocimiento de las culturas de nuestro territorio austral; motivó el desarrollo de una idea que ponía al ser humano con capacidades ilimitadas y que serán el germen del pensamiento en los siglos posteriores. “Aunque con posteridad, el desarrollo marítimo de los primeros años del Chile independiente son un derrotero del descubrimiento de este cruce que unía los océanos más grandes de nuestro planeta; lo que motivó el auge del puerto de Valparaíso en desmedro del virreinal puerto del Callao; entre varios otros hechos, bueno y malos, que forman parte de nuestra historia republicana”, finaliza el académico.

En Punta Arenas se encuentra ubicado el Museo Nao Victoria, que rinde homenaje a la hazaña de Hernando de Magallanes y una réplica a escala real de la embarcación con la que logró terminar el viaje.

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