Siete meses de pandemia en Chile: más conocimiento del virus y mejor manejo hospitalario alejan riesgo de intubación

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Varios cambios han ocurrido desde que el virus comenzó a circular en el país. Especialistas explican las nuevas formas de atención.


En el peak de los casos de Covid-19 en Chile, en la Clínica Alemana en Santiago, habían 36 camas UCI ocupadas con los pacientes más graves. Fue parte de la transformación de recursos que tuvieron que hacer para poder atender a la gran cantidad de personas que el mes de junio se contagiaban con el virus. Hoy mantienen 22, 10 más que las que eran necesarias antes de la pandemia.

A nivel nacional, el día que más camas UCI estaban ocupadas fue el 28 junio, con un total de 2.129 camas. Hoy día, según el recuento diario, 725 personas permanecen hospitalizadas en este tramo

Esta situación se repite en los distintos recintos hospitalarios del país. La contingencia ha permitido volver a atender de a poco las cirugías electivas y las atenciones que fueron postergadas. Algunas cosas han cambiado en la atención gracias al conocimiento que se tiene del Sars-CoV-2 y la menor circulación actual del virus, dos hechos que repercuten en menos casos graves y menor cantidad de pacientes graves e intubados.

Claudia Sepúlveda, broncopulmonar del equipo UCI del Instituto Nacional del Tórax, explica que desde junio de este año están mucho más preparados. “Hemos ido rotando de tratamiento, desde los que al principio eran muy aceptados y ahora, que ha ido saliendo evidencia que no son tan buenos para abordar esta enfermedad. Como en la mayoría de los lugares, estamos usando corticoides precozmente, ventilamos a los pacientes que sabemos que no van a tener una oxigenación adecuada, sedarlos bastante, y con eso hemos tenido bastante buenos resultados. Ya conocemos mucho más como es el curso de la enfermedad y cómo se comporta", señala.

Según la especialista, hoy es posible ver en imágenes de los escáner los pacientes que responderán con más inflamación, los que pueden tener una caída en la oxigenación, los que no van a responder probablemente a medidas no invasivas y deciden intubarlos más precozmente, medida que a su juicio es lo que más más ha cambiado en estos meses. “Nosotros tratamos que la oxigenación sea precoz y no esperar que evolucione mucho tiempo para llegar a la intubación", insiste.

FILE PHOTO: An X-ray of a COVID-19 patient's lungs at United Memorial Medical Center in Houston
Radiografía de un paciente con con coronavirus. Foto: Reuters

Javier Tinoco, infectólogo Clínica Universidad de los Andes, dice que ya no utilizan tratamientos que se han demostrado no útiles para los pacientes más graves hospitalizados. "Y nos hemos quedado con aquellos que han probado un beneficio: glucocorticoides, anticoagulación y el tratamiento de soporte o de apoyo en los casos con falla respiratoria (oxígeno de alto flujo, ventilación mecánica invasiva y no invasiva, posición prono vigil)”, señala.

“Cuando llega un paciente grave, los intentamos aguantar lo que más podemos antes de intubar. Covid, como enfermedad se comporta de manera única en cada paciente. Si llega una personas con una neumonía grave, no hay duda respecto de cuando ventilar, pero si es neumonía por Covid, hoy sabemos que hay que ver el caso a caso, analizar con el equipo, porque en cada paciente se comporta de una manera única”, indica Javier Gárate, jefe de la Unidad de Paciente Crítico de Red Salud Vitacura.

Al inicio de la pandemia, recuerda Gárate, los pacientes llegaban graves, todos ventilados. Hoy, por el momento epidemiológico, llegan menos, pero siguen llegando.

Criterios de hospitalización

Pablo Gaete, infectólogo de Clínica Alemana, señala que los criterios de hospitalización siempre han estado ajustados al nivel de epidemia existente. “Si la situación es más grave se reconvierte la estructura. En el peak de la enfermedad, cuando había necesidad de camas, la hospitalización se hacía con un poco más de criterio de gravedad, hospitalizábamos más al inicio y a los más graves en el peor minuto. Hoy estamos un poco más holgados en la hospitalización y dejamos a las personas que requieren oxigenación a quienes creemos que se pueden agravar”, explica.

Para el infectólogo de Clínica Las Condes, Rodrigo Blamey, los protocolos de atención de pacientes Covid-19 no han cambiando en estos meses. “En cuanto se tiene sospecha de Covid, se activa un protocolo que es el mismo de junio. Equipos de protección persona, mantenemos el ingreso separado en urgencias”.

A su juicio, lo que pudo haber cambiado tiene relación con la magnitud de pacientes. En mayo junio, teníamos pacientes críticos en pabellones, salas de recuperación que se habían reconvertido. Los criterios de hospitalización están estables hace varios meses. El paciente que requiere oxígeno se tiene que quedar hospitalizado igual que los pacientes que sabemos se pueden complicar.

Todavía, dice Gaete, no existe un marcador que diga qué personas se agravarán y cuáles no. “Se hospitaliza a los que se debe. Sabemos que en la primera semana los síntomas pueden ser leves y se pueden agravar en la segunda o tercera semana de evolución. Estamos intubando menos, pero porque tenemos una alta capacidad diagnóstica. En Clínica Alemana estamos haciendo 500 PCR diarios, tenemos menos hospitalizados pero porque se está detectando antes y hay menos circulación del virus, por eso intubamos menos. Hace algunos meses, se detectaba a los pacientes más graves, no se les hacía test a los asintomáticos y eso puede hacer parecer que la enfermedad es menos grave”.

El virus no se ha ido

Sepúlveda reconoce que la derivación de pacientes al hospital del instituto ha caído, pero advierte que todavía llegan pacientes graves.Lejos de decir esto se acabó, todavía recibimos pacientes que se están presentando neumonías graves. En menor cantidad, pero no se ha acabado”, dice.

Para Blamey, la actual situación se explica por la detección. “La capacidad diagnóstica, de testeos, aumentó tantas veces que hoy se detectan muchos más pacientes asintomáticos. Esta capacidad de testeos hace que la mayor parte de los casos sean leves, lo que parece mostrar que los casos graves son menos, es un cambio de óptica, pero en ningún caso el virus se ha vuelto menos agresivo, tampoco es que ya se hayan enfermado los más vulnerables. Todavía quedan muchas personas susceptibles, por eso no hay que relajar las medidas. Los casos aumentarán, espero que no tanto como en Europa”, dice.

También el personal de salud está más acostumbrado al manejo de estos pacientes. “Tenemos ya una estructura mucho más establecida tanto de manejo, preocupación del confort del paciente y el manejo en la UCI misma, con la ventilación mecánica y los equipos ya mucho más consolidados con los kinesiólogos y las enfermeras, por lo tanto, esto ha sido un manejo que se ha ido engrasando durante la pandemia y que ha mejorado”, señala la broncopulmonar del Instituto Nacional del Tórax.

A juicio de Gaete, la capacitación y educación del personal de salud es uno de los grandes cambios. Funcionarios de salud que debieron atender a un grupo de paciente diferentes a los que habitualmente atendían, aprender de infectología, equipos que no veían a infecciosos tuvieron que empezar a hacerlo.

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