Dos fuertes sismos se registraron este domingo en la zona central de Chile, más precisamente, en la Quinta Región, según el registro del Centro Sismológico Nacional. El primero ocurrió 20 km al suroeste de Quillota con una magnitud de 4.2 y una profundidad de 58 km, mientras que el segundo evento telúrico durante la misma jornada, se registró en Valparaíso (3.1) alcanzando una profundidad de 30 km.
Unas horas antes de ambos sismos ocurrido en suelo nacional, se presentó un terremoto de magnitud 7.2 localizado a 69 kilómetros de Vanuatu, Oceanía. El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (Shoa) descartó el riesgo de tsunami en las costas chilenas.
Si bien los temblores registrados en la Quinta Región no significaron mayores consecuencias, tanto físicas como materiales, generó preocupación, ya que justamente en esa zona del país atraviesa una antigua e importante falla geológica, llamada Marga-Marga.
Un estudio de la Universidad de Santiago establece que esta falla divide la ciudad de Viña en dos, zona norte y sur, y se vincula con los tres grandes sismos que ha sufrido la ciudad en el último siglo, los que permiten analizar distintas hipótesis del comportamiento de ésta con respecto a los movimientos telúricos y cómo los desplazamientos que provoca esta falla influyen en las construcciones que se encuentran presentes, tanto dentro como en la periferia de la zona del Marga-Marga.
La investigación añade que es del tipo cuaternaria, que vio movimiento con el terremoto del 16 de agosto de 1906 (8,2 MW), y del tipo inversa, la cual se genera por la compresión horizontal, respecto al plano de falla y tiene típicamente un ángulo de 30 grados.
Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica, señala que la falla Marga-Marga es una de las más importantes en la Región de Valparaíso, pues atraviesa la ciudad de Viña del Mar entre el sector de El Salto y Muelle Vergara. A partir de las trazas definidas se da entonces una franja de posible zona que abarca la falla en la superficie, lo cual es de interés para estudios sísmicos.
“Los primeros estudios datan de la década del 60, pero no posee el nivel de estudios que observamos en la falla de Ramón. Lo interesante de las investigaciones realizadas tienen relación con los daños sufridos por las edificaciones cercanas a la falla durante los eventos de 1906, 1985 y 2010, en donde se observa un patrón de impacto en las edificaciones asociado a ésta”, añade Salucci.
El patrón de comportamiento lineal de daños registrados durante el terremoto histórico del año 1906 indica que la falla geológica puede haber causado una gran amplificación sísmica en sus vecindades, “aún sin estar activa (lo que es usual en fallas) y/o que inclusive podría haberse activado”, establece el académico de la Universidad San Sebastián.
Antecedente históricos: 27F
A partir de los diferentes antecedentes históricos y a los movimientos telúricos en que ese ha visto afectada la ciudad de Viña del Mar, específicamente la denominada “Población Vergara”, área que generalmente se asocia y es atravesada por esta falla geológica, el estudio de la Usach plantea la influencia que tiene esta falla al momento de ejecutarse un sismo y cuáles serán sus repercusiones a futuro.
Por ejemplo, durante el mencionado terremoto de 1906, cuatro localidades de Viña del Mar se vieron afectadas considerablemente, siendo una de ellas el muelle Vergara, donde el sismo fue lo suficientemente fuerte para destruir viviendas y provocar una falla generalizada en el suelo que llevo a producirse un asentamiento de este.
Ante la problemática que surgió, fueron hechos estudios por L. Álvarez (1964), que reconoció movimientos de tipo dextral, presentando también desniveles a lo largo del estero Marga-Marga, lo que atribuyó como desplazamientos provocados por fallas verticales durante el periodo cuaternario.
Luego, el 3 de marzo de 1985 se produjo otro terremoto, que provocó daños en 45 construcciones de la zona. Dos sufrieron daños considerables y solo siete quedaron intactos, por lo que se llevó a cabo un nuevo estudio relacionado con la falla geológica, ya que la mayor cantidad de edificios altos que sufrieron daños estaban a lo largo dela Avenida San Martín, por lo que el fracaso generalizado de estas construcciones fue causado por ser “ubicados en los suelos de la antigua desembocadura del Estero Marga-Marga”.
Con este nuevo suceso el investigador Robert M. Thorson presentó nuevas teorías sobre esta falla, indica la investigación, luego de notar que al sur del estero se habían manifestado brechas y deformaciones que indicarían que la falla se había activado recientemente, y también se dio cuenta de la presencia de fallas inversas producidas por los desplazamientos interpretándolo como una consecuencia de la activación de la falla del Marga-Marga de tipo sinestral.
El sismo del 27 de febrero del 2010 presentó nuevamente estructuras de gran altura con daños, los que se concentraron principalmente en la población Vergara, lo que llevó a relacionar la falla geológica con terremotos anteriores e interpretar la recurrencia que tienen algunos sectores en Viña y su posible vinculación directa con la falla del Marga-Marga, ya que una de las hipótesis estudiadas establecía que al momento de generarse un sismo y en donde se viera influenciada la zona de falla o cerca de ésta, se podría provocar un aceleramiento del sismo provocando un daño más considerable en las estructuras y en el suelo mismo.
La tabla anterior, presente en el estudio de la Universidad de Santiago, muestra un ejemplo en donde se midieron las aceleraciones máximas del sismo de 2010 de cuatro estaciones, dos provenientes de Valparaíso y las otras dos en Viña del Mar. Cabe destacar que el estudio de microzonificación sísmica que se realizo en la zona ayudó para dar una mejor interpretación de lo que es una falla, ya que justamente la estación de Viña del Mar, Marga-Marga presentó la mayor aceleración de gravedad, tanto para Norte-Sur, Este-Oeste y vertical, producto de la aceleración del sismo proveniente de la falla en puntos de mayor debilidad.
Como evidencia de la aceleración de la falla durante el terremoto del 27 de febrero de 2010, se evidencia que de un total de 12 edificios dañados en Viña del Mar, ocho están en la zona de influencia de la falla geológica, por lo tanto, el daño que se produjo en estas construcciones fue de mayor intensidad y nuevamente los edificios que se vieron mayormente afectados son edificaciones de gran altura presentes en el valle, mientras que las edificaciones en tierras altas cercanas a la zona, no sufrieron mayores daños.
El sector de Viña del Mar conocido como el canal Beagle se ubica en el vértice de la cuenca sedimentaria del pleistoceno, directamente al norte de la traza de la falla del Marga-Marga, y a pesar de encontrase afuera de la falla, esta desembocadura recibió un nivel alto e inusual de daño durante el terremoto de 1985, especialmente en la cresta donde se piensa que la amplificación sísmica producto de la falla debe haber influenciado de forma importante este sector.