La noche era tranquila en Huasco, Región de Atacama. Pero cuando el reloj marcaba las 00.09 de la madrugada, todo cambió repentinamente. Un sismo 7,0 Mww GUC, según el Centro Sismológico Nacional, afectó a la zona y a otras siete regiones del país, desde Arica a la Región Metropolitana.
Con una profundidad de 31,3 kilómetros, el sismo tuvo el epicentro 55 kilómetros al norte de Huasco. Tras el evento telúrico principal, comenzaron las réplicas. Estas iniciaron poco después, de hecho, la más fuerte ocurrió luego de 21 minutos, con una magnitud de 6,1.
Transcurridas 14 horas desde el sismo inicial, Huasco totaliza 73 eventos telúricos durante la presente jornada (hasta el cierre de esta edición).
Gabriel González, geólogo de la U. Católica del Norte y subdirector del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden), explica que el fenómeno ocurrió en una de las tres brechas sísmicas importantes que existen en Chile.
González explica que una brecha sísmica se define como “una región donde existen las condiciones necesarias para producir sismos, pero que no ha estado sísmicamente activa desde un tiempo relativamente largo, medible en ciento de años, en el caso de terremotos de subducción”.
“Una está en el norte, en Iquique-Mejillones, otra también en el norte, más precisamente en Punta Choros-Chañaral y la tercera, en la zona central, en Pichilemu-Los Vilos”, señala el geólogo.
Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica, coincide. “Ocurre en una zona denominada Gap sísmico, en donde no ocurre un gran evento asociado a la generación de sismos y tsunamis desde hace 98 años. Su magnitud no implica riesgo de un tsunami, pero podría registrarse perturbación instrumental”.
Que haya un sismo en una brecha sísmica, “quiere decir que se libera una cierta cantidad de energía almacenada en la brecha. En este caso la ubicada en la brecha Punta Choros-Chañaral, en la parte sur, en un segmento pequeño de la misma”, establece González.
“La baja profundidad donde ocurre la ruptura y la corta distancia a la costa hicieron que su intensidad, fuera muy notoria en ciudades como Caldera y Copiapó, en donde se reportan daños y caídas de objetos desde estanterías y también daños en edificios. La ocurrencia de este sismo no elimina la posibilidad de una gran evento en esta zona”, señala Salucci, docente en la Universidad San Sebastián.
¿Temblor, temblor fuerte, sismo o terremoto?
En el país, no hay una definición muy estricta respecto a cómo llamar a los distintos episodios telúricos que suceden. Generalmente se asocia temblor a eventos pequeños, y hablamos de terremotos cuando se trata de un sismo de proporciones mayores, con cierto grado de destrucción.
En este caso, con un sismo de 7,0 Mww GUC, ¿a qué categoría corresponde?
“Temblor y terremoto son conceptos que en Chile tienen una diferencia relativa al daño, temblor es un sismo que no genera impacto y conmoción, y terremoto lo contrario”, explica el subdirector de la Cigiden.
González, señala que no le gusta usar los conceptos de temblor o terremoto, “para mí es un sismo, debido a mi formación científica. Si tengo que decir temblor o terremoto, diría temblor fuerte”.
Sin embargo, Salucci considera que en “estricto rigor es un terremoto, ya que cualquier movimiento de la corteza a causa de una ruptura se denomina terremoto. Lo que pasa que es que culturalmente en nuestro país denominamos terremotos a aquellos sismos que generan daños en grandes áreas o en varias regiones”.
Para tranquilidad de muchos, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (Shoa), descartó la posibilidad de un maremoto posterior al sismo. “Las características del sismo no reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile”.