Andrea (35), enfermera, es una de las 4,3 millones de chilenas y chilenos que se han vacunado hasta hoy contra el coronavirus, en medio de una pandemia que ya sobrepasa el millón de casos en el país. Y como muchos, tuvo algunos efectos secundarios menores tras la inoculación.
“Además del dolor en el brazo, tuve decaimiento y dolor de cabeza a ocho horas de la segunda dosis. Me duró unas cuatro horas, e incluso tuve algo de escalofríos”, cuenta.
El caso de Andrea es muy común y normal en períodos de vacunación. Pero un nuevo estudio realizado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. indica que además, para las mujeres, los efectos secundarios son más habituales que en el caso de los hombres.
Según la investigación, realizada en Estados Unidos entre el 14 de diciembre de 2020 hasta el 13 de enero pasado, se administró un total de 13.794.904 vacunas Covid-19, de las cuales 8.436.863 (61.2%) fueron a mujeres. Ellas constituían casi el 80% de los 7 mil receptores que informaron efectos secundarios considerados menores, como dolores de cabeza, fatiga, mareos, dolores corporales, escalofríos y vómitos, aunque con un detalle: las vacunas sólo pertenecían a Pfizer/BioNTech (distribuida en Chile) y la empresa Moderna, utilizada para la campaña vacunatoria en Estados Unidos.
La Dra. Alejandra Marcotti, infectóloga de la Clínica Alemana, subraya que sobre el 90% de los efectos secundarios son normales y esperables, pero por ahora las cifras locales no son tan numerosas como para apoyar este estudio. Hasta el 15 de febrero, el Instituto de Salud Pública había informado de 847 eventos ESAVI (Eventos Supuestamente Atribuibles a Vacunación e Inmunización) en 61.690 dosis de la vacuna Pfizer, siendo un 78,5% personas de sexo femenino, y un 21,5% a personas de sexo masculino. Todos ellos se condicen con lo expuesto por el CDC en su sitio oficial.
“El número de vacunas de Pfizer, comparada con Sinovac, es muy menor en comparación”, dice la infectóloga. “Tenemos a un porcentaje del personal de salud vacunado con Pfizer, pero hay 4 millones 200 de CoronaVac, entonces esta realidad en Chile no la hemos visto”.
“En la práctica, hoy casi nadie tiene efectos adversos”, sostiene Marcotti. “Generalmente se trata de cefalea y dolor en el sitio de la inyección, pero tremendamente infrecuente y sutil. Quizá si tuviésemos números más significativos con Pfizer podríamos verlo, pero con CoronaVac, no es el caso. Y si me preguntas por qué hay más mujeres con estos efectos adversos que los hombres, tampoco podría responderlo, debido a que desconozco las características de estas mujeres, sus patologías de base, etc”, afirma.
Pero en la historia médica existen algunos antecedentes similares. En 2013, un estudio reveló que las mujeres tenían un mayor riesgo de reacciones que los hombres por la vacuna contra la influenza pandémica de 2009, de igual forma que otra investigación sobre reacciones anafilácticas a las vacunas contra la influenza entre 1990 y 2016.
Ignacio Silva, académico Escuela de Medicina USACH e infectólogo del Hospital Barros Luco, asegura que “esto se ha visto anteriormente con las vacunas de la influenza y el sarampión, y hay distintas explicaciones para en relación a la tasa de efectos secundarios. En general, las mujeres reportan más los efectos secundarios que los hombres y son más meticulosas en seguir sus registros. También influye que se han vacunado más mujeres que hombres, por lo que se espera que los efectos adversos sean más frecuentes; y distintos factores en estudio, como la genética, que puede determinar la respuesta inmunológica y por lo tanto los efectos secundarios vinculados a la intensidad de la respuesta inmune. También existen factores hormonales como mayor o menor peso en la persona o la cantidad de grasa en el cuerpo. En general la respuesta inmune entre hombres y mujeres es diferente”, afirma.
Aún así, Alejandra Marcotti cree que estos efectos son poco importantes comparados con las ventajas de estos fármacos. “Lo más destacable es el bajo porcentaje de efectos adversos y lo segura que son las vacunas. Todos los efectos estudiados son menores, no se ha logrado ni siquiera relacionar una muerte a estas campañas de vacunación, y los efectos adversos serios son extremadamente infrecuentes. Vacunarse hoy es una medida muy segura y por lejos, el beneficio es mayor que el riesgo”, asevera.