Cuando lagos profundos, como el Llanquihue (Región de Los Lagos), se tornan más tibios en la primavera y el verano, solo aumenta la temperatura de la superficie, mientras que el fondo permanece frío. La diferencia de temperatura entre la capa de la superficie y la capa del fondo se llama estratificación.
Un estudio elaborado por Fundación Chile Lagos Limpios realizó un importante descubrimiento científico en este lago, el segundo más grande del país con una extensión de 860 km², el que apunta a este proceso natural.
La investigación determinó que ambas capas del cuerpo de agua se mezclaron por completo, proceso denominado “turnover”, lo que se produjo debido a que la capa superficial alcanzó la misma temperatura que la del fondo. Este fenómeno es positivo, ya que significa importantes beneficios para el hábitat acuático, su ecosistema, la prevención de los bloom de algas y la salud del lago en general.
Mediante un monitoreo a través de boyas, el equipo de trabajo logró determinar este fenómeno, el que aún sigue vigente. Micah Swan, investigador e ingeniero a cargo del estudio y monitoreo, señala que a medida que cambian las estaciones, el lago Llanquihue sufre cambios profundos muy por debajo de la superficie que son fundamentales para mantener su salud, proceso llamado rotación. “Durante la primavera, el aumento de la temperatura del aire y el incremento de la radiación del Sol calientan la superficie del Llanquihue, mientras que las áreas más profundas permanecen frías. Luego del verano, la columna de agua se estratifica en distintas capas, con el agua superficial más cálida y menos densa sobre el agua más fría”.
Si bien la estratificación es un proceso normal dentro del ciclo estacional de un lago, explica el científico, “cuando un lago está estratificado, el agua de la superficie que es rica en oxígeno no puede transportarse hasta el fondo del lago. Si la estratificación se mantiene inmutable por un período muy largo de tiempo, el oxígeno del fondo del lago declinará y afectará el hábitat de los peces de agua fría. Además, si los sedimentos del fondo del lago se quedan sin oxígeno, pueden liberar nutrientes que estimulan los bloom de algas nocivos”, dice.
“Si bien las aguas del Llanquihue se mezclan todos los inviernos, lo que pasó en esta oportunidad, que es lo que pudimos medir a lo largo de la investigación, es que sus aguas se mezclaron completamente. La superficie se enfrió tanto que alcanzó la misma temperatura que el fondo del lago, a casi 400 metros de profundidad, y las aguas oxigenadas de las capas superiores alcanzaron las aguas más profundas, con los beneficios que esto trae”, agrega.
Estas capas evitan que el oxígeno se mezcle verticalmente en todo el lago y, si un lago permanece estratificado durante el tiempo suficiente, los niveles de oxígeno en aguas profundas pueden disminuir, ya que el agua superficial oxigenada no puede llegar al fondo. “Los bajos niveles de oxígeno reducen el hábitat de los peces y liberan nutrientes de los sedimentos que alimentan la proliferación de algas nocivas. Durante el invierno, las temperaturas más frías de la superficie comienzan a descomponer estas capas estratificadas”, establece el investigador.
“Cuando la temperatura de la superficie se acerca a la de las capas más profundas, el agua superficial puede hundirse, mezclando oxígeno en estas capas. Muchos de los lagos más profundos del mundo solo se mueven ocasionalmente cada pocos años. Por ejemplo, el lago Tahoe en Estados Unidos, el lago hermano del Llanquihue”, explica Swan, candidato a PhD en la UC Davis.
Efectos del calentamiento global: veranos más largos
Los eventos de rotación en este tipo de lagos rara vez se miden, ya que requieren mediciones de temperatura continuas a largo plazo en toda la profundidad del lago. “El equipo de investigación de Chile Lagos Limpios ha estado realizando un estudio de monitoreo intensivo del Llanquihue mediante el despliegue de una matriz vertical de sensores que registran cómo cambia la temperatura y el oxígeno desde la superficie hasta el fondo, a más de 300 metros de profundidad”, establece el investigador.
El responsable de la investigación señala que las observaciones de largo plazo y estudios de modelamiento han mostrado que los lagos profundos alrededor del mundo presentan períodos de estratificación más largos y episodios de mezcla completa (turnover) menos frecuentes. “Esto pasa porque el calentamiento global está provocando veranos más largos y de más altas temperaturas que hacen que el lago se caliente más y por períodos más largos. También se esperan inviernos más tenues y con esto, menor enfriamiento de las aguas, y a su vez, que este enfriamiento ocurra cada vez más tarde en el invierno. Si esta tendencia continúa, algunos lagos profundos podrían dejar de mezclarse completamente, acarreando las consecuencias negativas descritas anteriormente”, indica el investigador.
Explica que en el transcurso del próximo siglo, “el cambio climático promoverá veranos más cálidos e inviernos más suaves en Chile, disminuyendo la frecuencia e intensidad de eventos de mezcla profunda y poniendo en peligro la salud de los ecosistemas lacustres (incluso podría dejar de ocurrir). A través de esfuerzos continuos de monitoreo y modelado, estamos trabajando para predecir mejor cómo se manifestarán estos cambios y así apoyar la resiliencia climática en los lagos del norte de la Patagonia”.