Un escáner dental permite leer una carta de 300 años sin abrirla
Reconvirtiendo un aparato usado para mapear el contenido mineral de los dientes, científicos lograron descifrar el contenido de la misiva, que llevaba más de tres siglos sin ser abierta.
Por primera vez en el mundo, un equipo internacional de investigadores ha leído una carta sin abrir de la Europa del siglo XVII, sin romper su sello ni dañarlo de ninguna manera.
La investigación, publicada en Nature Communications, describe cómo un escáner de rayos X utilizado en la investigación dental y el ‘despliegue virtual’ permitió al equipo interdisciplinario leer el contenido de una carta doblada de forma segura e intrincada que ha permanecido sin abrir durante 300 años, al tiempo que conserva su valiosa evidencia física.
Se utilizó un escáner de microtomografía de rayos X de alta sensibilidad, desarrollado en los laboratorios de investigación dental de la Universidad Queen Mary de Londres, para escanear un lote de cartas sin abrir de un baúl postal del siglo XVII lleno de correo no entregado.
Los remitentes de estas cartas las habían cerrado usando el ‘bloqueo de letras’, el proceso histórico de doblar y asegurar intrincadamente una hoja de papel plana para convertirla en su propio sobre. El bloqueo de letras era una práctica común para la comunicación segura antes de que entraran en uso los sobres modernos, y se considera el eslabón perdido entre las antiguas técnicas de seguridad de las comunicaciones físicas y la criptografía digital moderna.
Hasta ahora, estos paquetes de cartas solo podían estudiarse y leerse cortándolos, lo que a menudo dañaba los documentos históricos. Ahora el equipo ha podido examinar el contenido de las cartas sin dañar irrevocablemente los sistemas que las aseguraban.
El profesor Graham Davis de la Universidad Queen Mary de Londres dijo: “Diseñamos nuestro escáner de rayos X para que tenga una sensibilidad sin precedentes para mapear el contenido mineral de los dientes, lo cual es invaluable en la investigación dental. Pero esta alta sensibilidad también ha hecho posible resolver ciertas tipos de tinta en papel y pergamino. Es increíble pensar que un escáner diseñado para observar los dientes nos haya llevado tan lejos “.
El doctor David Mills de la Universidad Queen Mary de Londres dijo: “Hemos podido utilizar nuestros escáneres para el historial de rayos X. La tecnología de exploración es similar a los escáneres de TC médicos, pero utiliza rayos X mucho más intensos que nos permiten Vea los diminutos rastros de metal en la tinta utilizada para escribir estas letras. El resto del equipo pudo tomar nuestras imágenes escaneadas y convertirlas en letras que podían abrir virtualmente y leer por primera vez en más de 300 años”.
Este proceso reveló el contenido de una carta fechada el 31 de julio de 1697. Contiene una solicitud de Jacques Sennacques a su primo Pierre Le Pers, un comerciante francés en La Haya, de una copia certificada de un aviso de muerte de un tal Daniel Le Pers. La carta ofrece una visión fascinante de las vidas y preocupaciones de la gente corriente en un período tumultuoso de la historia europea, cuando las redes de correspondencia mantenían a las familias, las comunidades y el comercio juntos a grandes distancias.
Después del escaneo de microtomografía de rayos X de los paquetes de letras, el equipo internacional aplicó algoritmos computacionales a las imágenes escaneadas para identificar y separar las diferentes capas de la letra doblada y ‘desplegarla virtualmente’.
Los autores sugieren que el método de despliegue virtual y la categorización de las técnicas de plegado podrían ayudar a los investigadores a comprender esta versión histórica de la criptografía física y, al mismo tiempo, conservar su herencia cultural.
“Este algoritmo nos lleva directamente al corazón de una letra bloqueada”, explica el equipo de investigación. “A veces, el pasado se resiste al escrutinio. Simplemente podríamos haber abierto estas letras, pero en cambio nos tomamos el tiempo para estudiarlas en busca de sus cualidades ocultas, secretas e inaccesibles. Hemos aprendido que las letras pueden ser mucho más reveladoras cuando están sin abrir. Usar el despliegue virtual para leer una historia íntima que nunca ha visto la luz del día, y que ni siquiera ha llegado a su destinatario, es verdaderamente extraordinario “.
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