Se trata de una antigua disputa, con más de 12 años de historia. La Unión Europea (UE) y Apple se han visto enfrentados en diferentes instancias y por distintos motivos. El último de éstos, apunta a la creación de un cargador universal. Como es costumbre, ambas partes muestran puntos radicalmente opuestos.

En agosto de este año, la UE planteaba la posibilidad de crear e implementar una ley, con el objetivo de que todos los celulares o smartphones tengan un mismo cargador. Pero esta medida afectaría a Apple, una de las compañías de smartphones más grandes del planeta. ¿Por qué? Debido a que la UE se inclinaría por cables Android, formato presente en la mayoría de las marcas que integran actualmente el mercado de dispositivos móviles.

La idea es que los usuarios tengan un solo cargador, independiente de la marca, y así reducir el número de cargadores y cables, y ayudar de paso al medioambiente. “El 38% de los consumidores no han podido cargar su teléfono en al menos una ocasión porque no tenían el cargador correcto a mano”, señaló la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager.

Apple se opone tajantemente. Por un lado señala que la medida va en contra de la innovación, ya que los cables poco a poco han comenzado a desaparecer de los dispositivos, y muchos de sus equipos actualmente se cargan de manera inalámbrica. Agregan que aunque el cargador sea universal, el problema medioambiental persistiría.

“Seguimos preocupados porque una regulación estricta determinando un tipo único de conector frenará la innovación en lugar de impulsarla, y eso a su vez afectará a los consumidores en Europa y el resto del mundo”, establecieron en Apple.

Miguel Sanhueza, académico de la Universidad Tecnológica Metropolitana y director de Utem Virtual, señala que es una buena noticia desde el punto de vista que un usuario no requerirá un conjunto de otros conectores dependiendo del dispositivo que pueda estar usando, “ocurre en más de una ocasión que alguien puede contar con dos celulares e imperiosamente se ve obligado a utilizar “dos cables distintos”.

Esto ayuda además, “a que ahorremos en traslado de “basura electrónica”, y por sobre todo, a contar con elementos comunes de apoyo, más aún cuando se viaja a localidades en las que no necesariamente sea fácil adquirir algún conector si es que se me extravía”, agrega Sanhueza.

Si bien la idea parece bien encaminada, aún falta mucho camino por recorrer. La semana pasada, la Unión Europea reveló un borrador de reglas que impulsarían a los dispositivos de consumo a cambiar a un estándar de carga uniforme: USB-C. La propuesta recientemente presentada por la UE aún debe ser aprobada por el Parlamento Europeo y sus países miembros y ofrecería un plazo de dos años a los fabricantes.

Chile es un país que se adapta a las normativas

Sanhueza establece que la medida no le parece ni un avance, ni un retroceso, “es una alternativa adicional, la que se hace necesaria producto de la cantidad de dispositivos que están en órbita. Aún cuando mucho se hable de las conexiones inalámbricas, éstas aún no dan abasto para todo lo que implica carga o recarga de dispositivos, es más, solo algunos de estos dispositivos cuentan con tecnologías de recarga inalámbrica, y muy pocos de ellos con carga rápida, por lo tanto el pensar en la alternativa de cables aún es pertinente”.

La posible implementación de USB-C representa un gran problema para la firma fundada por Steve Jobs, ya que tendrían que modificar y actualizar muchos de sus equipos, principalmente iPhone y sus accesorios. Actualmente hay más de mil millones de iPhones en circulación.

El director de UTEM Virtual considera que Chile no tendría problemas en adoptar la medida, “es un país que se adapta a las normativas rápidamente, más aún en términos de tecnología. Es seguro que recogeremos esta instancia y nos adaptaremos. En ese sentido dependerá mucho de los proveedores que nos estén trayendo tecnología, como Japón y China, quienes usualmente recogen las recomendaciones de la Comunidad Europea”.

La propuesta podría suponer un cambio radical para la industria de la tecnología. La Unión Europea representa un mercado de 450 millones de consumidores, quienes gastan anualmente unos 2.400 millones de euros en cargadores individuales.

Apple ha marcado y seguirá marcando historia, “pero el conglomerado europeo-asiático está imponiendo sus reglas desde hace mucho tiempo. Seguramente existirá una leve flexibilización de parte de Apple, aún cuando debemos mencionar que ellos ya tienen un mercado cautivo y es poco probable que en un alto porcentaje migren por un conector más. No debemos olvidar que con esta compañía norteamericana no solo se paga tecnología, sino que además un status al que algunos le dan mayor valorización. No obstante, desde el punto de vista 100% técnico, ya existen dispositivos que están a la altura y por sobre las ofertas de esta compañía”, añade Sanhueza.

Si bien durante la última década se ha reducido significativamente el número de cargadores de celulares, pasando de aproximadamente de 30 modelos a solo tres (Micro-USB, que tienen la mayoría de los teléfonos, el mencionado puerto USB-C y el sistema Lightning de Apple), sin embargo, para la UE la situación sigue siendo insuficiente, ya que cada año son 11 mil millones de toneladas de desechos provenientes de este objeto que terminan en la basura.

El sistema Lightning es utilizado por Apple en todos sus iPhone, algunos iPad, iPod touch y accesorios como el control remoto de Apple TV, MagSafe Duo y Battery Pack, todos los productos AirPods y estuches, teclados, ratones y trackpads. Solamente utiliza USB-C para el cargador de la MacBook Pro, MacBook Air, iPad mini, iPad Pro y iPad Air actuales.