Sorpresa causó en José Luis Brito, director del Museo de Historia Natural e Histórico de San Antonio, la aparición de un cóndor de Los Andes juvenil (Vultur gryphus) en una torre en El Pangue, en el límite de Casablanca y Curacaví (Quinta Región) tras observar las cámaras de detección de incendios forestales de la zona.
Esto debido a que la especie se encuentra en peligro de extinción, aunque en el último tiempo ha acumulado una positiva cantidad de apariciones, como el de un macho adulto en Limache, también captado por una cámara de este tipo.
Uno no podía volar y el otro nació en cautiverio: liberan a emblemática especie en el Cajón del Maipo
No son las únicas apariciones. En 2023 rescatistas encontraron otra especie juvenil, aunque sin poder volar en la cuenca del río Blanco, en la comuna de Los Andes. Lo bautizaron Zafiro. El se unió a Alhué, un macho nacido en diciembre de 2022 en el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces y a la condorita Sabine, una hembra que fue encontrada enredada en un cerco y rescatada en julio de 2023.
Los tres ejemplares fueron liberados la semana pasada en la Reserva Likandes, en el Cajón del Maipo, como parte de un proyecto de rehabilitación e inserción a la naturaleza, en el marco del Proyecto Manku, organizado por Filantropía Cortés Solari (FCS), Rewilding Chile y AvesChile, con la colaboración del Zoológico Nacional y el SAG.
Eduardo Pavez, director del Proyecto Manku explicó que liberar estas aves “en la zona central nos permite reforzar su población, pero sobre todo comprender, a través del seguimiento de los cóndores que liberamos, las problemáticas ecológicas y las presiones humanas que están soportando”.
El experto destaca que las principales amenazas que enfrenta esta especie son de origen antrópico, es decir, provienen de la acción directa o indirecta del ser humano. Entre ellas están la caza ilegal, el envenenamiento por consumo de animales muertos (carroña) contaminados y la pérdida de hábitat.
Cada cóndor tiene su historia. Alhué, es un macho nacido en el CRAR en diciembre de 2022, hijo de cóndores no liberables. Zafiro fue encontrado sin poder volar el 30 de julio de 2023, con alrededor de 8 meses, en la cuenca del río Blanco, Comuna de Los Andes. Durante el examen clínico preliminar se determinó que se encontraba con evidente pérdida de su condición corporal y débil, sin lesiones visibles. El cóndor ingresó al Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces (CRAR) el 20 de agosto.
Sabine es una hembra encontrada “enredada” en un cerco el 3 de julio 2023 en el Sector Poicas, Río Puelo, la que fue rescatada y trasladada a la oficina Servicio Agrícola y Ganadero de Puerto Varas. Se le efectuó un examen no encontrándose fracturas en alas, ni signos de algún daño corporal. El 5 de julio de ese año se llevó al lugar donde fue encontrada y se liberó, pero no voló. Fue llevada en julio de 2023 al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre, de la Universidad Austral. Este ejemplar ingresó al CRAR el 3 de agosto del año pasado, cuando tenía alrededor de siete meses.
Pavez destacó que desde 2019 el Proyecto Manku, organizado por Filantropía Cortés Solari, Rewilding Chile y AvesChile, con la colaboración del Zoológico Nacional y el SAG, ha logrado liberar un total de 17 cóndores, tanto en el centro de preliberación de la Reserva Elemental Likandes de FCS, en el Cajón del Maipo, como también en el Parque Nacional Patagonia. En suma, incluyendo los tres nuevos cóndores que se insertaron a la naturaleza, son 20 los cóndores liberados en el marco de Manku.
Uno no podía volar: liberan a tres cóndores en el Cajón del Maipo
Francisca Cortés Solari, fundadora de Filantropía Cortés Solari, explicó que “gracias a la poderosa alianza público-privada conformada en el Proyecto Manku -que ya lleva seis años funcionando- se ha contribuido a los procesos de rehabilitación y de liberación de esta ave que es emblemática para Chile y la Cordillera de los Andes. Para que estas iniciativas sean exitosas, la colaboración es clave”.
Cada ave se equipó con transmisores satelitales. Hoy, existen tres cóndores con transmisores operativos en la zona central y cinco en la Patagonia, incluyendo uno que aporta información desde hace cinco años. Los cóndores liberados en la Patagonia se mueven entre la estepa en el sector argentino y los glaciares y fiordos por el lado chileno, aprovechando fuentes naturales de alimentación y fuentes derivadas de la abundante ganadería.
Se ha detectado que los cóndores de la zona central, en cambio, se mueven desde la Cordillera de los Andes a la Cordillera de la Costa. Lamentablemente, acuden regularmente a rellenos sanitarios para alimentarse.