Holanda se convirtió este fin de semana en el último de los países en sumarse a la suspensión preventiva de la vacuna contra el Covid-19 de AstraZeneca, laboratorio anglo-sueco que multiplica sus contratiempos en Europa.
El gobierno holandés decidió esta suspensión de manera preventiva, hasta el 28 de marzo, después que la semana pasada diversos países como Dinamarca y Noruega reportaran “posibles efectos secundarios”.
Irlanda había adoptado la misma decisión luego que Noruega señalara cuatro casos graves de coágulos sanguíneos en adultos vacunados, sumándose a Islandia, Bulgaria, Tailandia y República del Congo, quienes también aplazaron sus campañas de vacunación.
Mientras tanto, la región italiana de Piamonte, que el domingo suspendió brevemente la administración de las vacunas de AstraZeneca tras el fallecimiento de un profesor vacunado la víspera, decidió reanudar la campaña, aunque por precaución retiró un lote de vacunas del laboratorio anglo-sueco.
Pero los expertos piensan distinto. El presidente de la Agencia Italiana del Medicamento (AIFA), Giorgio Palu, aseguró que la vacuna de AstraZeneca no presenta “ningún riesgo” y estima que “los beneficios superan ampliamente los riesgos que conlleva”, por lo que pidió superar la “emotividad” y basarse en “datos científicos”.
Por su parte, AstraZeneca anunció este domingo que el “examen atento de todos los datos de seguridad disponibles sobre más de 17 millones de personas en la Unión Europea y Reino Unido” que han recibido de su vacuna “no ha aportado ninguna prueba de riesgo creciente de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda (TVP) o trombocitopenia en ningún grupo de edad, sexo, lotes o países en particular”.
En la UE y Reino Unido se han registrado TVP y embolias pulmonares en personas vacunadas, pero “mucho menos de lo que podría ocurrir naturalmente en una población general de este tamaño y similar”, subrayó el laboratorio. Tampoco ha habido evidencia de un aumento del sangrado en más de 60.000 participantes inscritos.
El viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que “no hay razón para no utilizar” esta vacuna.
La Agencia Europea del Medicamento (AEM) considera que es “probable” una relación causa efecto en al menos algunos casos de los “41 informes de posible anafilaxia observados entre 5 millones de vacunados en el Reino Unido”, señalando que las alergias severas deberían agregarse a la lista de efectos secundarios posibles de la vacuna, aunque sigue siendo segura.
Para AstraZeneca, estos problemas se suman a la nueva revisión a la baja del suministro a la Unión Europea para junio y que el laboratorio se ha visto obligado a anunciar alegando problemas de exportación.
Apoyo de Oxford
Este lunes, Andrew Pollard, director del equipo científico de la universidad de Oxford que desarrolló el fármaco junto a AstraZeneca, coincidió e que no existe ninguna relación entre los coágulos sanguíneos y la vacuna del Covid-19: “hay pruebas muy tranquilizadoras de que no hay un aumento del fenómeno de los trombos aquí en el Reino Unido, donde se han administrado hasta ahora la mayoría de las dosis de Europa”, dijo.
“Es absolutamente esencial que no tengamos el problema de no vacunar a la gente y correr un enorme riesgo, un riesgo conocido de covid, frente a lo que muestran hasta ahora los datos que hemos obtenido de los reguladores: ninguna señal de un problema”, subrayó en declaraciones a la Radio 4 de la BBC.